Pateras hacia Canarias La ruta migratoria a Canarias aumenta y se cobra 30 muertos en una semana
Dos naufragios de pateras salidas desde las costa sur marroquí y desde el Sáhara ocupado dejan decenas de fallecidos, entre ellas dos mujeres y un bebé. Las llegadas de personas migrantes a las islas han crecido más de un 200% respecto al año anterior, cuando ya triplicaron a las de 2017; mientras Marruecos frena las salidas desde el norte hacia Andalucía.
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madrid, Actualizado:
Dos tragedias en apenas una semana se han cobrado la vida de más de 30 personas que intentaban llegar en patera a la Islas Canarias desde el sur de Marruecos y los territorios del Sáhara Occidental ocupado por el país alauí, una ruta migratoria que ya triplicó con creces las llegadas en 2018 y que, a mediados de este año, ya muestra un aumento considerable en su actividad.
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La mañana del jueves, el diario digital marroquí le360.ma informaba de que seis personas, entre ellas dos mujeres y un bebé, habían muerto después de que naufragara la patera en la que se habían embarcado en la playa de Sidi Ifni, al sur de Marruecos. Su objetivo era alcanzar el archipiélago canario, a 400 kilómetros de distancia aproximadamente a través de las aguas del Atlántico.
La web publicaba varias fotografías de la tragedia en las que se podía ver el lanchón de madera con un motor que, al parecer, zozobró poco después de zarpar a primera hora de la mañana. La causa del naufragio, según este medio, fue una maniobra arriesgada del patrón, que sería uno de los seis fallecidos. Asimismo, las imágenes mostraban algunos cadáveres en la arena de la playa cubiertos con mantas.
Siempre según le360.ma, el resto de los ocupantes habían sido rescatados, diez habían recibido atención médica y los 14 restantes habían sido detenidos, aunque no se ha precisado su nacionalidad.
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Naufragio con más de 20 muertos en el Sáhara ocupado
Una semana antes y mil kilómetros más al sur, en una playa cercana a la ciudad de Dajla, en los territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos, otra embarcación hacía aguas en plena noche con 38 personas a bordo, según han informado a Público fuentes del portal de noticias saharaui Equipe Media, única fuente de información, ya que ni la Marina Real marroquí ni la Gendarmería han informado sobre esta tragedia.
La situación había pasado inadvertida hasta que los familiares de algunos de los migrantes comenzaron a preocuparse días después ante la falta de noticias, explican las mismas fuentes. La confirmación de la tragedia llegó junto con algunos cadáveres que las olas devolvieron a la playa de la que habían zarpado. El primero apareció el pasado domingo en la playa de Tamya, afirman fuentes de Equipe Media, que precisan que se ha localizado al menos a 16 supervivientes y que han ido apareciendo más cuerpos, algunos identificados por sus familiares.
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En la patera viajaban migrantes de origen subsahariano, marroquí y también jóvenes saharauis que trataban de huir de la represión y la persecución política marroquí por su participación en manifestaciones contra la ocupación de los territorios. Una persecución intensa que se ha recrudecido en los últimos meses en la zona, apuntan portavoces de este portal de noticias, que han construido parte del relato a través de los testimonios de varios de los supervivientes y de los familiares de las víctimas.
Entre los fallecidos se cuentan hasta el momento nueve personas de origen subsahariano, tres marroquíes y ocho saharauis, detallan fuentes del portal de noticias, aunque afirman que las cifras no son aún exactas y de un testimonio a otros de los supervivientes
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Entre los fallecidos se encontraba un conocido cantante de rap y activista saharaui llamado Said Lili, más conocido como Flitox. Según informa Equipe Media y la Cadena Ser, sus familiares reconocieron el cadáver del joven artista y estudiante de derecho y también protagonista del documental Life is waiting, de la cineasta brasileña Iara Lee, que cuenta la situación de los músicos saharauis bajo la ocupación de las fuerzas marroquíes.
El naufragio, relataron varios supervivientes al portal saharaui, se produjo de madrugada, poco después de zarpar. Al parecer, la embarcación estaba en muy malas condiciones, se colaba agua por varias aperturas e iba sobrecargada con varios bidones de gasolina. Uno de los supervivientes relató que el patrón, de origen marroquí, abandonó a su suerte a los migrantes y se lanzó al agua con un chaleco salvavidas cuando se percató de que iba a zozobrar.
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Aumentan un 200% las llegadas de migrantes a Canarias
La ruta migratoria hacia las Canarias fue la más utilizada entre 2005 y 2006, en la conocida como "crisis de los cayucos", cuando llegaron a España casi 40.000 personas migrantes por vía marítima. Entonces, las embarcaciones zarpaban desde la costa de Mauritania y Senegal y apenas había noticias de pateras cuyo punto de partida fue la costa del Sáhara Occidental o el sur de Marruecos.
En 2018 llegaron a Canarias 1.487 personas a través de la ruta de África occidental
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Aquella situación, que desbordó los sistemas de recepción de migrantes, llevó al Gobierno socialista de Zapatero a ser pionero en Europa en el control de flujos migratorios mediante acuerdos de cooperación con estos países a cambio de una mayor vigilancia de las fronteras. Esta ruta, mucho más larga y peligrosa que las del Estrecho de Gibraltar y del Mar del Alborán, con destino a las costas andaluzas, se ha mantenido en niveles bajos en cuanto al tráfico de personas después de aquel periodo de récord en llegadas de migrantes a España.
Sin embargo, el pasado año comenzó a aumentar de nuevo. Según datos de Frontex publicados este febrero, en 2018 llegaron a la Islas Canarias 1.487 personas a través de la ruta de África occidental, casi cuatro veces más que en 2017, cuando sólo llegaron 399.
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Según las cifras provisionales del Ministerio del Interior, hasta el 16 de junio han llegado a Canarias 425 personas migrantes en 38 pateras, lo que supone un 203% más que en el mismo periodo de 2018, cuando por estas fechas habían llegado 140 a bordo de diez embarcaciones.
Aunque son cifras muy bajas respecto a las llegadas a través de las rutas del norte de Marruecos y de Argelia con destino a la Península y Baleares, lo cierto es que son las únicas que han registrado un significativo aumento. La afluencia de embarcaciones hacia España ha descendido casi un 19% respecto al año pasado. Hasta mediados de junio, Interior ha contabilizado 8.081 personas migrantes desembarcadas en la costa penínsular y balear, frente a las casi 10.000 que ya habían llegado en el mismo periodo de 2018, cuando se batieron todos los récords de llegadas por vía marítima.
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Los acuerdos entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el reino alauí, cuyos contactos se intensificaron tras la llamada crisis migratoria del pasado verano, han logrado contener las salidas desde el norte de Marruecos hacia España. Según activistas como Helena Maleno y otros colectivos que dan apoyo a los migrantes en Marruecos, los controles, las redadas y la presencia policial marroquí en ciudades como Tánger o Nador, habitual punto de salida de pateras, se ha intensificado después de que Bruselas desembolsara más de 140 millones de euros de fondos comunitarios para el vecino del sur. Al mismo tiempo, los protocolos de rescate de Salvamento Marítimo también han cambiado y los barcos de rescate españoles ya no se adentran en aguas marroquíes aunque haya pateras a la deriva.
Marruecos, que no detalla demasiada información sobre sus operaciones antimigratorias, ha informado recientemente de que ha evitado la salida desde sus playas de 30.000 migrantes rumbo a España, a los que habría que añadir otros 89.000 casos en 2018, según cifras oficiales.