El Papa Francisco ha ordenado completar la información recogida en una investigación previa sobre las acusaciones de abuso vertidas sobre el arzobispo Theodore Edgar McCarrick, con el fin de esclarecer todos los detalles y hechos relevantes y situarlos en su contexto histórico.

Así lo ha expresado el Papa a través de un comunicado en el que alienta a "no tolerar el abuso ni la cobertura y a seguir el camino de la verdad" donde sea que esta lleve, asegurando que la Santa Sede "no dejará de dar a conocer, a su debido tiempo, las conclusiones del caso".

El Santo Padre también ha relatado cronológicamente cómo decidió aceptar la renuncia del arzobispo: "En septiembre de 2017, la Arquidiócesis de Nueva York informó a la Santa Sede que un hombre acusó al entonces cardenal McCarrick de abusar de él en los años setenta. El Santo Padre encargó una investigación previa en profundidad del asunto, que fue llevada a cabo por la Arquidiócesis de Nueva York y al final de la cual la documentación pertinente fue transmitida a la Congregación para la Doctrina de la Fe", detalla.

En cuanto surgieron "grandes evidencias" en el curso de la investigación, el Papa aceptó su renuncia y ordenó que se le prohibiera el ejercicio del ministerio público y le obligó a llevar "una vida de oración y penitencia".

También se ha comprometido a que "nunca más será aceptable" un tratamiento diferente para aquellos obispos que cometieron abusos o los encubrieron, ya que, a partir de ahora, "tanto los abusos como su cobertura" no serán tolerados.