Este artículo se publicó hace 5 años.
Mujeres y tecnología"Es perfectamente compatible que te gusten las princesas con saber programar software"
Al filo del final de la legislatura y a días del 8-M, el Ministerio de Economía ha presentado el 'Libro Blanco de la mujer en el ámbito tecnológico', un trabajo necesario que muestra una fotografía de uno de los sectores más afectados por la brecha de género. Para Clara Gómez Hernández, coautora del libro, "es imprescindible tener unos datos que realmente sean fiables y que nos sirvan para empezar a hacer unas políticas coherentes".
Madrid-
Los datos y su análisis son imprescindibles para actuar contra la brecha de género. Esa es la razón de ser del 'Libro Blanco de la mujer en el ámbito tecnológico' (PDF), presentado en el Ministerio de Economía y Empresa. La propia ministra, Nadia Calviño, presentó el volumen en una intervención en la que subrayó que "terminar con la brecha de género no sólo es importante por razones de justicia social, sino también por una razón económica, de crecimiento". Puro pragmatismo a dos meses de las elecciones generales.
"La desigualdad de género le cuesta dinero a la sociedad", comentó la ministra, quien subrayó además que "prescindir la mirada de la mitad de la población empobrece las decisiones políticas, por lo que la falta de diversidad también empobrece nuestra mirada sobre los problemas y en las soluciones políticas para mejorar la sociedad".
El libro aborda con datos cómo en el sector de las tecnologías se reproducen aún más estos comportamientos que conllevan a la brecha de género; no sólo porque "las mujeres en este sector son minoría", apuntó Calviño, sino porque además "los algoritmos y la inteligencia artificial reproducen — y amplifican— los mismos sesgos que aparecen en la vida analógica".
"La desigualdad de género le cuesta dinero a la sociedad"
"El origen y la razón de ser de este libro blanco es que realmente no existen suficientes datos sobre cuál es el papel y la presencia de la mujer dentro del ámbito tecnológico, por lo tanto era imprescindible tener unos datos que realmente sean fiables y que nos sirvan para empezar a hacer unas políticas coherentes o mejorar las que ya se han puesto en marcha", comentó en una breve entrevista Clara Gómez Hernández, una de las autoras del estudio y experta en inclusión y género de la UNOPS. "Ésa es la principal razón de ser de este trabajo".
Sara Mateos Sillero, politóloga experta en igualdad y coautora del libro, comentó a Público que el informe "es un proyecto que se inicia con el Gobierno anterior, y que se ha continuado con éste con mucho entusiasmo y vehemencia". "Era necesario hacer un compendio no sólo de datos, que también, sino de reflexiones y análisis, algo de lo que suelen adolecer informes de este tipo", afirmó. "Había mucho interés en que se profundizara en el análisis, en la interpretación de los datos y en averiguar las razones de por qué existe esta realidad".
Sobre todo, fomentar la igualdad
En el amplio abanico de recomendaciones que recoge el estudio destacan especialmente las consideraciones trasversales. Es decir, el fomento de acciones que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres mediante la asimilación de la perspectiva de género en los ámbitos de actuación públicos. Así, por ejemplo, se debe "evitar concentrar actuaciones o acciones específicas 'de mujeres y para mujeres' [...] las medidas específicas son necesarias pero no son suficientes".
Asimismo, sería conveniente "profundizar en los elementos que han
intervenido en los casos de éxito" además de identificar las barreras ("que han sido ampliamente estudiadas y deben continuar siéndolo"); por último, proponen "desestimar estrategias que sugieren que con contenido 'femenino' —aplicaciones relacionadas con compras, moda, estética o juegos “de sociedad” o cuidados— las mujeres participarían más". "Este tipo de acciones", recuerdan las autoras, "aunque a corto plazo pudieran dar resultados en cuanto al aumento de participación, refuerzan los estereotipos y prejuicios y son contraproducentes a largo plazo".
"Todos los datos arrastran los sesgos de quienes los proporcionan"
¿Conviene insistir a las más pequeñas para que sean técnicas o científicas? ¿No sería mejor dejar libertad para que elijan? Clara Gómez Hernández comentó a Público que "no existe un peligro de 'presionar' a las niñas para que elijan carreras de tecnología o ciencia, sino que se han detectado unos estereotipos muy marcados". Así pues, esta experta aboga por "incidir en que pueden disfrazarse de princesa y también les puede gustar la tecnología: no vamos a obligar a nadie a que haga carreras tecnológicas, pero queremos remarcar que no existen incompatibilidades".
"Existen muchos estereotipos, como el del 'nerd' informático, todo el día encerrado en casa, que no es sociable y que le gusta tirarse en el sofá y jugar con sus videojuegos, no tiene un efecto llamada para la mujer o la infancia, que de otro modo podrían verse atraídas hacia la programación de software", sostuvo la coautora. "Realmente creo que luchar contra esos estereotipos es positivo, y es necesario también reafirmar la idea de que es perfectamente compatible ser femenina, ser mujer, o incluso que te gusten las princesas, con saber programar software, que te guste la inteligencia artificial o que quieras dedicarte a desarrollar videojuegos", concluyó.
Datos y sesgos
Cristina Aranda, fundadora de MujeresTech, destacó durante la presentación que "vivimos en una época de producción de datos y contenidos sin precedentes". "La inteligencia artificial opera una enorme cantidad de datos, bien históricos o en tiempo real", comentó, y aseguró: "Todos los datos arrastran los sesgos de quienes los proporcionan".
"Los datos están sesgados, las personas que gestionan esos datos son sobre todo hombres blancos heteros y sin discapacidades, las máquinas también tienen sesgos (como se ha demostrado en los análisis de imágenes, por ejemplo, de personas negras)", sostuvo Aranda.
Por su parte, Carlota Tarín, politóloga y socia en Quanticae, recordó que España tiene que ponerse las pilas en la digitalización de su economía, algo que compete a hombres y mujeres. Y lanzó un mensaje claro al sector privado: "No seamos complacientes con el mundo de la empresa, no hay más que ver una imagen del MWC para ver que casi todo el mundo en este sector son hombres". Según Tarín, para las mujeres "hay un problema real de brecha salarial, de techo de cristal, sobre todo en los mandos intermedios, que además copan mayoritariamente los hombres".
Según la ministra Calviño, encargada también de cerrar el acto de presentación del Libro Blanco, “la lucha contra las desigualdades de género tienen que estar en el centro del debate político". "Se habla mucho y se hace poco, y eso queremos cambiarlo por eficiencia económica, además de por justicia social", insistió, y remarcó con humor: "Aquí el asunto de la educación es clave, y no es sólo la acción de Gobierno; hago un llamamiento a los guionistas de las series de nuestro país para que incorporen mujeres del sector tecnológico, del mismo modo que el programa de TV MasterChef ha conseguido que muchos niños quiera ser cocineros".
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