Muertes, migraciones, hambre y temperaturas 1,15ºC por encima de lo normal: la crisis climática tiñó de negro 2022
El balance climático de la Organización Mundial de Meteorología revela que 2022 fue el quinto año más cálido de la historia a nivel global. El calentamiento del planeta ha dejado millones de desplazados y miles de muertes por el calor extremo.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
La crisis climática rompió todos los récords posibles en 2022. Las alteraciones en los sistemas climáticos dejaron, a nivel global, temperaturas 1,15ºC por encima de la media y consolidaron una tendencia dramática: los últimos ocho años han sido ya los más calurosos de la historia. Esa alteración térmica de un grado y quince, lejos de parecer anecdótica, ha tenido consecuencias devastadoras para la vida y la economía: millones de desplazados, cosechas perdidas, muertes, hambrunas y numerosos daños provocados por monzones e inundaciones extremas. Ese es el resumen que hace la Organización Mundial de Meteorología (OMM) en su informe sobre el estado del clima presentado este viernes en Ginebra.
A nivel climático el año anterior fue el quinto más cálido de la historia, a pesar de que ha habido un periodo de tres años consecutivos de enfriamiento por un "episodio triple de La Niña", dicen los expertos de la OMM. La subida del mercurio ha provocado que los glaciares hayan experimentado una reducción de 1,3 metros de su espesor. Desde 1970, estas masas de hielo han perdido una media de 30 metros. En el caso de la Antártida, el hielo marino disminuyó al nivel más bajo de su historia y se situó casi un millón de kilómetros cuadrados por debajo de la media del periodo 1991-2020.
El nivel del mar siguió elevándose como consecuencia de ese deshielo, de tal forma que los océanos alcanzaron en 2022 niveles sin precedentes y duplicaron la tasa de aumento respecto al periodo 1993-2002. Unas aguas marinas que, además, van camino de convertirse en un caldo que hierve a fuego lento, pues el 90% de la energía atrapada en el sistema climático por los gases de efecto invernadero acaba en los océanos. Esto ha hecho que la temperatura media de las aguas marinas sea las más alta de la historia, situándose los termómetros actuales a 21,1ºC.
De las sequías a las hambrunas
Las sequías se han generalizado en buena parte del planeta, aunque ha sido en África Oriental donde mayores daños han causado. En dicha región, las precipitaciones han estado por debajo de la media durante las cuatro estaciones, lo cual no ocurría desde hace 40 años. ¿El resultado? una oleada de inseguridad alimentaria que, sumada a los problemas de abastecimiento derivados de la guerra en Ucrania, ha azotado a 20 millones de personas en esta zona.
En términos generales, la sequía y las olas de calor extremo empujaron en 2022 a 2.300 millones de personas hacia la inseguridad alimentaria, la mayoría en África y el continente asiático, según el balance presentado por la OMM, que cita como especialmente problemático el caso de India y Pakistán, cuyos sistemas agroalimentarios quedaron prácticamente esquilmados por la falta de agua.
Las olas de calor tuvieron una presencia importante en el llamado Norte Global, donde la crisis climática no se había hecho hasta la fecha tan evidente debido a las capacidades de resiliencia de los países más desarrollados. En Europa, el verano de 2022 estuvo caracterizado por la sucesión constante de olas de calor, las cuales provocaron 15.000 muertes prematuras en España, Alemania, Reino Unido, Francia y Portugal.
Las migraciones climáticas ya están aquí
La otra cara de la crisis climática es la de los desplazamientos forzosos. Según la OMM, en 2022 los fenómenos meteorológicos extremos obligaron a 1,2 millones de personas a migrar. Muchos de estos movimientos son internos, es decir, personas que abandonan su ciudad o región para asentarse en otra del mismo país en busca de oportunidades o huyendo de la devastación de inundaciones y sequías.
El caso más llamativo fue el de Pakistán. El país sufrió una de las mayores olas de calor de su historia, con importantes pérdidas en la cosecha. Esta situación obligó a muchas personas a dejar las zonas rurales del país ante la improductividad de la tierra. Los que pudieron aguantar, no obstante, fueron azotados meses más tarde por una inundación que afectó a 33 millones de personas, ocho millones de ellas se vieron obligadas a migrar de sus localidades.
El combustible que calienta la atmósfera, en aumento
Los indicadores publicados por la organización meteorológica muestran que los gases de efecto invernadero, el caldo de cultivo de la crisis climática, siguen incrementando sus niveles de concentración en la atmósfera. Las emisiones provocadas por la quema de combustibles fósiles siguen en aumento y esto hace que la atmósfera sea cada vez más densa y que el calentamiento del planeta se acelere.
El CO2, el metano y el óxido nitroso alcanzaron, dice la OMM, "los niveles más altos jamás observados". El incremento interanual de gases de efecto invernadero concentrados en la atmósfera también fue el más alto de la historia, lo que aleja a la humanidad de cumplir con los objetivos climáticos de mantener la subida global de temperaturas por debajo del 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales.
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