Este artículo se publicó hace 3 años.
Más de la mitad de las provincias están en riesgo extremo o alto por covid pese a la estabilización general de los contagios
Según el semáforo de alertas del Ministerio de Sanidad, hasta 17 provincias están en riesgo extremo y 13 en riesgo alto por covid. Solo hay dos que están en situación de nueva normalidad: Murcia y Menorca.
Beatriz Asuar Gallego
Madrid-
Las vacuas están reduciendo los efectos más graves de la cuarta ola. Gracias al avance de la inmunización en España, los contagios y las muertes están siendo menores de lo previsto. Mucho menos de lo que se podía esperar tras el impacto de la tercera ola. Sin embargo, la situación tampoco es buena: del total de 50 provincias, 17 están en riesgo extremo y 13 en riesgo alto. Es decir, más de la mitad de las provincias o islas están en una situación de alerta grave. Solo dos están en situación de nueva normalidad: Murcia y Menorca.
La situación no tiene nada que ver con la tercera ola porque, incluso en el momento en el que se empezó a doblegar la curva, el 60% de las provincias estaban aún en riesgo extremo. Sin embargo, que se esté mejor que entonces no significa que la situación sea buena porque la incidencia sigue siendo muy alta: supera el umbral de la alerta máxima en más de la mitad de las zonas. Según el último informe del Ministerio de Sanidad de Indicadores principales de seguimiento de covid-19, 11 de ellas llegaron a subir por encima de los 300 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días en la última semana: Guipuzkoa (606), Lleida (542), Melilla (503), Granada (502), Guadalajara (498), Araba (434), Madrid (418), Bizkaia (418), Ceuta (416), Jaén (383) y Segovia (355).
Pese a esto, la curva epidémica se está pareciendo más a una meseta que a una ola porque los contagios no se han llegado a disparar tras la Semana Santa. Por esto, el Ministerio de Sanidad cree que ya se ha entrado en la fase de "estabilización" de los contagios. La incidencia a siete días lo muestra aún más ya que se esperaba un incremento importante de los contagios por las vacaciones pero, al no producirse esto, se prevé que las cifras no se disparen.
Pero el control sobre esta ola se nota aún más si se tiene en cuenta cómo han sido las curvas epidémicas pasadas. Esta evolución muestra que el impacto, sobre todo en mortalidad, no será tan grave como fue a principios de año.
Además, la velocidad de transmisión del virus, la Rt, ha descendido. El 15 de abril era de 0,97 mientras que el 8 de abril era de 1,13. La recomendación de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales es que esté por debajo de 1.
Por otro lado, las diferencias entre comunidades está siendo aún más grande que en otras olas. Desde el verano pasado no se tienen regiones con niveles de incidencia tan bajos como el del País València. Sin embargo, la incidencia en otras zonas como en Euskadi sí se ha disparado.
Estos datos muestran las particularidades de la cuarta ola. Aunque hay más: por primera vez se están llenando las UCI sin que se saturen las Urgencias. La media de España de ocupación de las camas de cuidados intensivos por covid es del 22% frente al 7% de camas hospitalarias total. Esto se debe, según Ricard Ferrer, presidente de la SEMICYUC y jefe de UCI del Hospital Vall d'Hebron, a que las nuevas variantes están afectando de forma diferente y a que las vacunas están protegiendo a los más vulnerables: "Siempre veíamos una secuencia que era ingreso en Urgencias, planta y, después, UCI. Ahora los cuadros son más graves y requieren rápidamente el ingreso en las UCI. Los más mayores en muchas ocasiones no llegaban a ingresar en las UCI y estaban en Urgencias. Ahora esto ya no pasa". Ferrer, como el resto de expertos, esperan que la vacunación avance rápido porque, sobre todo los intensivistas, siguen al límite tras un año de pandemia en el que no ha habido descanso.
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