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Una marea humana se manifiesta en Barcelona para exigir una rebaja de los alquileres

170.000 personas, según los organizadores, se han movilizado en la capital catalana para exigir medidas urgentes para garantizar el derecho a la vivienda, entre las que destaca una rebaja del 50% de los arrendamientos, y avanzar hacia una posible huelga de alquileres.

Manifestación alquileres Barcelona
Cientos de personas durante la manifestación por el derecho a la vivienda, desde Universitat a Països Catalans, a 23 de noviembre de 2024, en Barcelona, Catalunya. David Oller / Europa Press

Decenas de miles de personas se han congregado este sábado en Barcelona para exigir una rebaja del 50% de los alquileres, en la movilización más masiva que se ha hecho nunca en la capital catalana en defensa del derecho a la vivienda. La protesta, convocada por el Sindicat de Llogateres y el conjunto del movimiento por la vivienda con el apoyo de hasta 4.000 organizaciones, ha reunido 170.000 personas -según los organizadores-, cifra que la Guardia Urbana ha rebajado a 22.000.

Con el lema "Se ha acabado: ¡bajemos los alquileres!", los impulsores han avisado que la marcha es un "punto de inflexión" de una revuelta para garantizar el acceso a la vivienda que continuará con una huelga de alquileres que prevén empezar a organizar a partir de este domingo. La movilización ha arrancado de la plaza Universitat y ha culminado en la plaza de los Països Catalans, en Sants, después de pararse en espacios emblemáticos de la lucha por la vivienda, como la Casa Orsola. Además, este sábado también se han hecho manifestaciones para reclamar rebajas de los alquileres en Girona, Lleida y Tarragona, que han congregado a centenares de asistentes en cada caso.

"A partir de mañana, empezaremos a caminar barrio a barrio, bloque a bloque y ciudad a ciudad para que sea una realidad" la huelga de alquileres, ha exclamado la portavoz del Sindicat de Llogateres, Carme Arcarazo, justo antes del inicio de la marcha convocada en la capital catalana. Los impulsores de la manifestación han cargado contra los responsables políticos por haber planteado "medidas cosméticas" y contra los rentistas "por ser cada vez más ricos". "Si nos unimos, tenemos más poder que ellos", ha remachado Arcarazo.

Carme Arcarazo, sobre los rentistas: "Se ha acabado que cada vez seáis más ricos y nosotros más pobres"

"Empieza un nuevo ciclo político", ha añadido la portavoz del Sindicat de Llogateres. Arcarazo ha lamentado que haya "millones de personas sosteniendo un sistema injusto y parasitario" y ha hecho un llamamiento a dar un paso más decidido de la protesta. Antes de defender la necesidad de una huelga, Arcarazo ha atacado a los rentistas, a quienes los ha acusado de "robar la mitad del sueldo" de los inquilinos y de forzarlos a marcharse de forma directa o indirecta cada vez que acaba un contrato: "Se ha acabado que cada vez seáis más ricos y nosotros más pobres".

También ha sido especialmente dura contra los responsables políticos, a quienes ha reclamado "políticas de verdad" para parar el aumento de las rentas y garantizar el acceso a la vivienda, "porque no se puede vivir con una angustia constante por si se renueva el contrato cada cinco años". 

"No podemos volver a depender de los políticos"

El Sindicat d'Habitatge Socialista de Catalunya, por su parte, ha reivindicado el liderazgo de las entidades para lograr una rebaja de los alquileres. La portavoz, Marina Parés, ha pedido no equiparar la actual revuelta de los inquilinos con las luchas sociales y políticas que se desencadenaron el 2011: "Esto no puede ser otro 15M porque no podemos volver a depender de los responsables políticos profesionales que nos han llevado a esta situación".

Parés ha asegurado que los sindicatos de la vivienda son los "únicos" que podrán ejecutar los cambios que piden los inquilinos, como una rebaja del 50% de las rentas y la recuperación de viviendas que ahora no son de uso residencial. "Son los sindicatos los que permitirán avanzar hacia un modelo universal y acabar con el negocio inmobiliario", ha añadido.

A su vez, los organizadores del II Congreso de Vivienda de Catalunya han precisado que la manifestación de este sábado "no solo apela la clase inquilina". Su portavoz, Marta Espriu, ha resaltado que la marcha también reivindica la tarea de las entidades que desde 2008 se movilizan contra las ejecuciones hipotecarias, así como de los colectivos que luchan contra las limitaciones de la ley de extranjería "que afectan a personas que sufren racismo institucional, las cuales no tienen derecho a vivir como personas dignas".

Cuatro grandes reivindicaciones

A grandes rasgos, la protesta ha querido poner encima la mesa cuatro demandas "claras y urgentes" para facilitar el acceso a la vivienda, que desgranó el portavoz del Sindicat de Llogateres, Enric Aragonès, en la entrevista con Público. Son conseguir una rebaja de los alquileres de un 50%, que los contratos pasen a ser indefinidos, recuperar para el uso residencial las viviendas vacías, turísticas y de temporada, y prohibir las compras especulativas, es decir, aquellas que no sean para vivir.

Los asistentes a la manifestación han llegado provenientes de numerosas partes de Catalunya, hasta el punto de que en la salida se han congregado unas 30 columnas desde varios puntos del territorio y unas 15 más formadas en los barrios de Barcelona. Impulsada por el conjunto del movimiento por la vivienda, la movilización tenía el apoyo de más de 4.000 organizaciones.

Entre ellas estaban los sindicatos laborales como la CGT, CCOO, UGT y los integrantes de la Mesa Sindical, entidades independentistas como la ANC y Òmnium Cultural, feministas como Ca la Dona, ecologistas como l'Assemblea Catalana per la Transición Ecosocial, Ecologistes en Acció o Greenpeace, y colectivos como Las Kellys o el Sindicat de Manters. También se han sumado la Confederació de Associacions Veïnals de Catalunya (Confavc), la Taula del Tercer Sector o el Fòrum Català d'Atenció Primaria, entre otras muchas organizaciones.

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