Los 630 migrantes del Aquarius asistidos este domingo en el puerto de Valencia han firmado la petición de asilo. Con esta firma, según recuerda Ester Sanchis, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Valencia (ICAV), "ya no pueden ser expulsados", por lo que no pueden ser derivados a un centro de internamiento de extranjeros (CIE). 

La miembro de la ICAV, entidad que ofreció 70 abogados del turno de oficio especializados en Extranjería para atender a los migrantes en el puerto, explica que esta petición de asilo les permite acogerse al permiso de 45 días de entrada extraordinaria por razones humanitarias en territorio nacional.

La Comisaría de Extranjería de la Policía informó este domingo de que los migrantes disponen de ese permiso y remarcó que tras el plazo de 45 días deberán regularizarse mediante la solicitud de asilo o residencia, según regula la Ley de Extranjería.

Casi la mitad pide el traslado a Francia

Casi la mitad de los 630 migrantes ha manifestado su deseo de solicitar asilo en Francia, país que se ha ofrecido a acoger a parte de las personas que viajaban en la flota del Aquarius. "Casi la mitad van a querer ir a Francia, en las condiciones en que Francia aplique su propia su propia normativa, la normativa europea", ha declarado la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. "Nos parece que es una situación bastante idónea se trata de cooperar y de cumplir la normativa europea y el derecho internacional", ha añadido.

El Ejecutivo añade en un comunicado que la cuestión migratoria es responsabilidad de la Unión Europea y que tiene que hacer una revisión de su política respecto a los migrantes. Además, defiende una hacer las fronteras seguras compatible con los derechos humanos.

En este sentido, el Gobierno asegura que el permiso de 45 días "no es excepciona" y está contemplado en la legislación. En este caso, los migrantes tendrán 45 días de autorización de estancia en España y, pasado ese plazo, cada migrante contará "con el estatuto jurídico que le corresponda".

Calvo ha añadido que el Gobierno ha afrontado como respuesta democrática y estricta a una crisis humanitaria la situación de Aquarius que, a su juicio, pone en el debate europeo la necesidad de cumplir la normativa común y dar una respuesta razonable de las democracias europeas al mundo. "Es verdad que se ha abierto esta situación ─ha agregado─. Como Gobierno de España, estamos dispuestos a afrontarla y la va a afrontar el presiente (del Gobierno) en primera persona con la agenda que él va a ir desarrolllando de manera ya muy inminente".