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Memoria Histórica El alcalde de Sevilla insta al Obispado a exhumar a Queipo de Llano de la Macarena

El regidor socialista Juan Espadas escribe al obispo de la ciudad y a la hermandad para advertirle de que la tumba del militar golpista vulnera la Ley de Memoria y de están “obligados a sacarlo”

Tumba del general Queipo de Llano, junto a la de su mujer, en la basílica de la Macarena

daniel cela

En julio de 2016, cuando se cumplían 80 años de alzamiento militar del general Francisco Franco contra la II República, el Ayuntamiento de Sevilla aprobó en un pleno por unanimidad una moción que condenaba el golpe de Estado, y que en un segundo punto (del que se desmarcaron PP y Ciudadanos) instaba a la Basílica de la Macarena a deshacerse de los vestigios franquistas e iniciar los trámites para exhumar al general fascista Gonzalo Queipo de Llano, responsable de la matanza de 14.000 civiles sólo en Sevilla. El Gobierno de Susana Díaz, que hace mes y medio aprobó la Ley andaluza de Memoria Histórica, lo considera un “criminal de guerra”.

Un año después de aquella resolución por parte del Ayuntamiento hispalense, el alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, ha dado un paso más al dirigirse por escrito al Arzobispado de Sevilla y a la Hermandad de la Macarena, propietarios de la basílica, porque en última instancia depende de ellos (y de los herederos de Queipo) la decisión de sacar de allí el cadáver del militar golpista y el de su esposa, Genoveva. La misiva de Espadas busca “hacer llegar” al obispo de la ciudad, monseñor Juan José Asenjo, “los preceptos y principios recogidos en las diferentes leyes de memoria histórica y democrática, tanto estatal como autonómica, y las obligaciones que derivan de estas leyes para las entidades privadas”. Es la primera vez, en un año, que el Gobierno municipal avanza por este camino, siempre frágil y delicado, porque supone agitar la sensibilidad de muchas personas en la ciudad, miembros de la hermandad de la Macarena.

El regidor ha dejado pasar la Semana Santa, como es obvio, y luego ha respondido a la insistencia del grupo municipal de IU, que venía cuestionando desde hacía tiempo “si se ha hecho alguna gestión o trámite para poder sacar los restos de Queipo de Llano de la basílica”. “Es una clara ofensa a los familiares de las víctimas del franquismo así como a todos los que nos sentimos demócratas y es también una vergüenza y oprobio para nuestra ciudad el hecho de que siga enterrado en esta iglesia ese general genocida”, se lamenta la concejal de IU, Eva Oliva.

El hermano mayor de la Macarena, Manuel García, insiste en que no autorizará la exhumación a no ser que la familia de Queipo o el obispo de Sevilla se lo pida “expresamente”. La hermandad recuerda que el general no está enterrado en la basílica por ser militar, “sino por ser hermano mayor honorario de la Macarena”. “Esta basílica se hizo gracias a él. Mis antepasados lo enterraron aquí como tributo y en agradecimiento, y yo lo voy a respetar”, avisa. El alcalde va a esperar “un tiempo prudencial para ver la respuesta del Arzobispado y de la hermandad”. “Si no obtuviésemos respuesta alguna, se seguirá trabajando en este tema, dentro de las leyes, para que Sevilla sea una ciudad libre de simbología franquista”, explica la concejal socialista de Educación, Adela Castaño.

El Ejecutivo de Espadas tiene muy presente que las leyes de Memoria, tanto la estatal (2007) como la andaluza (2017, salieron adelante gracias a gobiernos socialistas. “Somos absolutamente contrarios a que se rinda homenaje a ningún criminal de guerra. Vamos a hacer cumplir las leyes por lo que significan de verdad, justicia y reparación”, explican fuentes municipales.

El artículo 32.4 de la recién aprobada Ley andaluza de Memoria Histórica sostiene: “Cuando los elementos contrarios a la memoria democrática estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público, las personas propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”. El Gobierno andaluz cree que la tumba de Queipo de Llano “incumple este precepto de la ley”, de modo que la hermandad de la Macarena se expone a sanciones o a perder subvenciones públicas si no se aviene a exhumar el cadáver.

Eso dice la ley, aunque el Consistorio asegura que en este momento la hermandad no recibe ninguna ayuda pública por su parte. Con todo, la Junta admite que el citado artículo requiere de un desarrollo normativo para que la Ley de Memoria no choque con la Ley de Procedimiento Administrativo. La vía fácil para exhumar los restos de Queipo de Llano es la del diálogo.

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