Este artículo se publicó hace 4 años.
MadridAlmeida prescinde del paso de cebra trasversal planteado por Carmena en Plaza de España
El Gobierno de PP y Ciudadanos no construirá el icónico paso como el de Shibuya en Tokio porque "perjudica el tráfico", a pesar de que el proyecto ya había sido aprobado durante el mandato de Carmena.
Madrid-Actualizado a
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha descartado el paso de cebra en diagonal planteado inicialmente por el proyecto ganador para la reforma de Plaza de España, aprobado por votación pública con un 52,19% de los apoyos.
En septiembre de 2018, el Ayuntamiento de Madrid gobernado por Manuela Carmena anunció que el cruce entre las calles Gran Vía, De los Reyes y Princesa, en la Plaza de España, iba a contar en 2019 con un paso de peatones en aspa lo que permitiría cruzar simultáneamente desde las cuatro esquinas, pionero en España.
Pero finalmente el anuncio por parte del gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos ha llegado este lunes. Almeida ha anunciado que el paso de cebra planteado por Porras La casa de Arquitectos y el Estudio Guadiana, no se llevará a cabo porque según concluyen varios informes técnicos de 2017 y otro encargado este mayo para analizar su viabilidad, perjudicaría "sustancialmente el tráfico", congestionaría "la circulación en ese punto conflictivo" y "aumentarían los tiempos de demora" para los peatones, según recoge el diario El País.
"Perjudicaría sustancialmente el tráfico y aumentarían los tiempos de demora", señalan desde el Ayuntamiento
El concejal de Medio Ambiente, Borja Carabante, ha justificado que este paso de cebra está "desaconsejado por informes técnicos" y lo ha tildado de "ocurrencia". "Se regulará por los tradicionales pasos de cebra y semáforos que cruzan en perpendicular. Es una ocurrencia que los técnicos han desaconsejado. Conllevaba algo de inversión, pero lo relevante no es el presupuesto sino el perjuicio al tráfico en ese punto", ha subrayado.
Ya se habían realizado estudios previos
En el anterior mandato, se realizó un ensayo teórico con un esquema semafórico en tres fases principales: Gran Vía-Princesa, Cuesta de San Vicente y peatones. El proyecto, que no tendría semáforos para los viandantes, sino bolardos semafóricos, ya había sido aprobado. En la fase de peatones, todos los flujos de vehículos se detenían.
El Departamento de Planificación realizó en fase de proyecto distintas simulaciones valorando varias soluciones técnicas. Finalmente, los resultados de la simulación arrojaron como conclusión que no "debería generar una congestión excesiva", pero que se observaban "algunas demoras derivadas de un ciclo largo de semaforización".
Por tanto, según han informado desde el Ayuntamiento los planos del proyecto no recogen finalmente la construcción de un paso en diagonal, sino el de una plataforma con distintos pasos semaforizados que se superponen entre sí.
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