Competir en los Juegos Olímpicos es el sueño de quienes forman la élite del deporte mundial. Tras años de entrenamiento y sacrificio muchos hombres y muchas mujeres llegan al cenit de su carrera  y millones de ojos se fijan en ellos y ellas.  Pero las mujeres tienen que soportar titulares y artículos en los que se habla de ellas, no por sus logros deportivos, sino por sus cuerpos o su vida privada. 

Con el titular 'Ellas son las atletas más atractivas de los Juegos Olímpicos de Tokio', el diario mexicano El Mañana, publica listas de fotografías y nombres de mujeres que compiten en estos juegos. Otros medios seleccionan a la que consideran es la más atractiva de cada Olimpiada. Este año, gran cantidad de publicaciones de distintos países se han fijado en Alica Schmidt, una atleta alemana de 22 años. 

No es la primera vez que esta deportista es víctima del machismo por parte de los medios de comunicación. En 2017, la revista australiana Busted Coverage nombró a la joven como la "atleta más sexy del mundo", a lo que ella respondió que el deporte debería ser lo primero y que no entendía los motivos por los que le dieron ese título.

Los Juegos de Río, el culmen del machismo

El machismo que rodea a los Juegos Olímpicos no es nuevo, lo que está ocurriendo en Tokio se ha visto en otras ocasiones. En los Juegos de Río de Janeiro, en 2016, multitud de medios de comunicación y revistas deportivas publicaron artículos en los que sexualizaban a las deportistas, hasta el punto de que alguno  tuvo que rectificar y borrar las publicaciones debido a la cantidad de críticas que recibieron. Un ejemplo fue el periódico El Mundo, que publicó un artículo titulado: La lista de buenorras internacionales en los Juegos Olímpicos de Río. Tras aquella publicación, la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP) escribió una carta abierta al diario titulada: No son buenorras, son deportistas olímpicas. Al poco tiempo, el medio cambió el titular a: La lista de las atletas olímpicamente atractivas.

Otro titular que causó indignación vino de la mano del diario Marca sobre Teresa Almeida, la entonces guardameta de la selección de balonmano de Angola, también durante los juegos de Río. Este periódico deportivo publicó un tuit en el que indicaba su talla y su peso junto a emoticonos de hamburguesas y patatas fritas.

El machismo más allá de los medios

Estas actitudes machistas trasciende a los medios, y más en la era de las redes sociales. En esta edición, Hiroshi Sasaki, el que hasta marzo era director artístico para los Juegos Olímpicos de Tokio, tuvo que dimitir al saltar a la opinión pública su intención de que la actriz japonesa Naomi Watanabe descendiera desde el cielo vestida de cerdo en la ceremonia de inauguración. Tras ello, la presidenta del comité organizador de los Juegos tuvo que pedir disculpas. "Bromear sobre la apariencia es muy inapropiado", aseguró en rueda de prensa.

Apenas un mes antes, el presidente de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Yoshiro Mori, también pidió disculpas tras unos comentarios machistas en los que afirmaba que si se aumentaba la cuota femenina en el Comité Olímpico de Japón sería necesario regular el turno de palabra en las reuniones. Mori también dimitió, aunque a regañadientes, a causa de esos comentarios realizados el pasado 12 de febrero.

En los Juegos de Tokio se han respetado las cuotas de igualdad, o al menos casi totalmente, con casi un 49 % de mujeres participantes. No obstante, existen grandes lagunas en grupos como el de las entrenadoras, que representarán sólo en torno al 10 % del cuerpo técnico acreditado. La asamblea del propio Comité Olímpico Internacional (COI) tiene solo un 37,5 % de mujeres, un porcentaje que desciende al 33,3 % en su Comisión Ejecutiva, según datos aportados por EFE.