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Lorca: radiografía del asalto a la soberanía popular por las macrogranjas alentado por la derecha y la ultraderecha

La tormenta política sobre las macrogranjas alentada por la derecha y la ultraderecha estalla en la localidad murciana a pesar de que en el verano de 2020 todos los partidos políticos y los ganaderos alcanzaron un acuerdo para regular la actividad del sector en una ciudad que depende en gran medida de la industria cárnica. En las últimas semanas todo ha estallado por los aires. Hay quien acusa a PP y a Vox de manipular a los ganaderos. Estos lo niegan.

Lorca
Una explotación ganadera en la pedanía lorquina de Tercia a menos de 1500 metros de una vivienda, este martes, al fondo el polígono industrial de la Hoya.  Marcial Guillén | EFE

"Es un atentado a la democracia, que recuerda al asalto al Capitolio". Así describía el alcalde de Lorca, el socialista Diego José Mateos, los sucesos ocurridos este pasado lunes durante la celebración del Pleno del Ayuntamiento de la localidad murciana, cuando casi medio centenar de personas irrumpió de forma violenta en el edificio que albergaba dicho Pleno –el Centro de Desarrollo Local, una dependencia municipal– durante una manifestación de ganaderos y obligó a suspenderlo.

Los hechos violentos en Lorca escenifican un conflicto que en el último mes ha copado los titulares de toda la prensa española a raíz del bulo sobre las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, pero que en Lorca se remonta a varios años atrás: el de las macrogranjas de producción de carne. El asalto es consecuencia de una tormenta política alentada por la derecha que ha terminado por estallar en Lorca, apuntan tanto desde el PSOE como desde Unidas Podemos. En la tarde de este martes, la Policía detuvo a uno de los asaltantes.

Lorca es una ciudad de 96.000 habitantes y la cárnica es la principal industria de la localidad: produce el 50% de carne de porcino de toda la Región de Murcia y alberga 1,5 millones de cerdos repartidos en unas 1.500 granjas –un tercio del total en la Región de Murcia–, de las cuales la mitad cuenta con más de 2.000 cabezas. El Pleno suspendido por la fuerza bruta de unos cuantos iba a aprobar una moción para reformar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado en 2020 y establecer así una distancia mínima entre los núcleos de población y las granjas de nueva construcción de ganado porcino.

La moción parte de un acuerdo suscrito en julio de 2020 por todos los grupos municipales de Lorca y por los propios ganaderos para tratar de ordenar ese sector en la ciudad. La nueva norma se limita a las granjas de porcino y no afecta a las que ya están en funcionamiento ni tampoco a las de caprino, vacuno y bovino que también hay en la localidad, pero sí impide que se construyan nuevas granjas de cerdos o que se amplíen las existentes a menos de 1.500 metros de los núcleos de población, centros educativos y centros sanitarios de la localidad, ni a menos de 500 metros de manantiales o fuentes naturales o 100 metros de ramblas y cauces.

Como explicó el alcalde de Lorca este pasado lunes, para que la norma entre en vigor es necesario modificar el PGOU, lo que requiere el consentimiento a través de un informe de diversos organismos estatales y autonómicos. Todos los informes son favorables a la medida, incluidos los del Gobierno de la Región de Murcia, gobernada por el PP. Sin embargo, tanto el PP como Vox llevaban semanas acusando al PSOE de Lorca de incumplir los acuerdos de 2020 y apoyando las demandas del sector ganadero.

Marcos Alarcón, portavoz de la Mesa de Trabajo Ganadera de Lorca, que agrupa a las asociaciones ganaderas convocantes de la manifestación del lunes, explica que, efectivamente, en 2020 se alcanzó "un acuerdo que, posiblemente, no era el mejor para los ganaderos ni para los vecinos, pero que se aceptó por todas las partes". Dicho acuerdo quedó a expensas de aprobar la reforma que se quería acordar este pasado lunes.

¿Qué ha cambiado con respecto a 2020? Alarcón lo explica así: "Nosotros queremos tener una seguridad jurídica de que lo acordado en 2020 se cumple en su integridad. Solicitamos al Ayuntamiento de Lorca una reunión para evaluar si todas las observaciones emitidas por los organismos autonómicos y estatales ponen o no en peligro las condiciones del acuerdo de hace casi dos años. Además, el acuerdo incluía un régimen transitorio para nueve explotaciones que habían iniciado su solicitud de licencia de apertura y obtención de calificación ambiental antes del acuerdo y queremos que se nos garantice que se van a poder explotar con las condiciones anteriores".

Garantía de seguridad jurídica y el futuro de nueve explotaciones sobre más de 1.500. Esos parecen ser los grandes escollos para cerrar completamente el acuerdo. Alarcón desvincula las reivindicaciones de los ganaderos de Lorca de la polémica generada alrededor de las palabras del ministro de Consumo sobre la carne. Tampoco acepta que las soflamas de la derecha sobre este asunto tengan influencia alguna en sus posiciones.

"Un ataque orquestado"

Sin embargo, hay quien piensa que los ganaderos de Lorca están siendo manipulados por PP y Vox. Pepe García, portavoz de la plataforma Stop-cebaderos junto a casas Lorca, quien lleva años luchando contra la proliferación en la localidad de estas instalaciones de porcino, afirma:  "El PP aprovecha para mentir a los ganaderos y para romper el acuerdo. Es una mentira absoluta, una manipulación del PP y Vox en connivencia con los representantes de los ganaderos y con el técnico que firma el 99% de los proyectos de Lorca".

García aprovecha la ocasión para denunciar que en Lorca hay "una trama delictiva" que entre otras cosas permite a los cebaderos de cerdos consumir ilegalmente agua de la Comunidad de Regantes de Lorca. Los cerdos se beben el agua que debería ir a la huerta, sostiene. Sin embargo, dice que a pesar de sus denuncias, la Fiscalía no investiga este asunto. "El lobby cárnico es muy poderoso. Ten en cuenta que la mayoría de los cerdos de los cebaderos no son propiedad de los ganaderos sino de las empresas", enfatiza García.

García, que estuvo presente en el Pleno, añade que el asalto fue premeditado y planificado: "Fue orquestado desde dentro y desde fuera. Los ganaderos, el PP y Vox tenían una hoja de ruta clarísima: que no se celebrará el Pleno; desde fuera por la protesta de los ganaderos y desde dentro por los concejales de PP y Vox".

Según su versión, todo se organizó en una reunión de los ganaderos el viernes por la tarde a la que asistieron concejales del PP y de Vox: "Allí mismo se decidió la estrategia y durante el fin de semana se dedicaron a anunciar, incluso con coches con altavoces que recorrían toda Lorca, la convocatoria para el lunes".

El portavoz de la plataforma Stop-cebaderos junto a casas Lorca añade que él estaba dentro de la sala el lunes y vio cómo los concejales del PP "se asomaban a las ventanas" para espolear y animar a los manifestantes, mientras que la portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Lorca, Carmen Menduiña, "se dedicaba a provocar" a los concejales del PSOE y de Izquierda Unida. Tanto es así, que la prensa murciana recoge que Menduiña estuvo a punto de llegar a las manos con otra concejala de Izquierda Unida.

La versión de los ganaderos

Marcos Alarcón niega categóricamente todas estas acusaciones. Reconoce que el viernes por la tarde sí se celebró una "asamblea abierta" a la que, efectivamente, "asistieron representantes del PP y de Vox como podría haber acudido cualquiera" y que después de informar a la Delegación del Gobierno en Murcia (circunstancia que ha podido comprobar Público) se publicitó la concentración durante el fin de semana.

Pero el portavoz de los ganaderos desmiente que orquestaran el asalto y niega cualquier influencia de los partidos de la derecha. Es más, condena categóricamente el asalto y dice que se les fue de las manos, que nadie podía prever la reacción violenta de unos cuantos individuos. Esgrime como argumento que en el momento del asalto ellos estaban reunidos con el alcalde de Lorca para pedir un aplazamiento de la votación. "Cada cual es responsable de sus palabras y de sus actos. Quien nos acusa es porque hace una lectura interesada de lo que está ocurriendo aquí".

PP y Vox acusan al PSOE

Pepe García, sin embargo, insiste en el papel del PP en todo este asunto y no puede evitar poner el foco en la contradicción en la que cae este partido: mientras la administración autonómica gobernada por el PP da su visto bueno a la moción, su portavoz y exalcalde de Lorca, Fulgencio Gil, afirma que "el campo ha estallado contra los continuos ataques del PSOE".

Según Gil, que estuvo en la cabecera de la manifestación que desembocó en el asalto, el alcalde, el socialista Diego José Mateos, "ha sido muy injusto con los ganaderos, que se han sentido engañados y traicionados" por la modificación de la normativa urbanística para construir o ampliar granjas. Vox recurre al mismo tono exaltado para censurar al alcalde de Lorca y al PSOE.

Los ganaderos de Lorca y el PP han condenado el asalto al Pleno. Vox no lo ha hecho. De momento, sólo hay un detenido. Se trata de un ganadero. Puede que haya más, porque la Policía sigue visionado las imágenes para reconocer a otros. En este sentido, García asegura que todos los asaltantes eran ganaderos de Lorca, muchos de ellos conocidos y reconocibles.

El alcalde de Lorca y los ganaderos tienen previsto reunirse en los próximos días para intentar "reconducir la situación", algo que parece plausible a tenor de sus diferencias, que no parecen grandes. García, en cambio, dice que lo prioritario ahora es investigar a fondo este asalto y localizar a todos los culpables, incluidos los inductores. "Los conocemos a todos, aquí todos sabemos quién es quién", concluye García.

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