La Ley de Protección Animal, a punto de descarrilar: cronología de una disputa política con vidas en juego
El PSOE mantiene su enmienda para excluir a los perros de caza de la futura ley animalista y, de salir adelante, Unidas Podemos deja la puerta abierta a votar en contra de la norma, ya que podría quedar vacía de contenido.
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madrid, Actualizado:
La Ley de Protección Animal podría descarrilar. La tensión entre Unidas Podemos y el PSOE está lejos de aliviarse y este martes los dos partidos acuden al Congreso a votar varias enmiendas en comisión parlamentaría. Entre ellas, la propuesta socialista para sacar del texto legislativo a los perros de caza y que enfrenta a los dos partidos del Ejecutivo.
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Aunque el texto de la ley es muy amplio, el asunto de los perros de caza es demasiado espinoso, ya que los escasos datos de los que se dispone en España evidencian que la actividad cinegética se relaciona estrechamente con gran parte de las situaciones de maltrato animal. Según la Fundación Affinity, el final de la temporada de cacerías es la segunda causa de abandono en el Estado después de las camadas no deseadas.
Si finalmente sale adelante la enmienda socialista (que pretende dejar fuera a este tipo de perros para posteriormente elaborar una norma propia que regule su bienestar), la ley podría perder apoyos en el Congreso y caer. Algunas fuentes de Unidas Podemos consultadas por Público consideran que la propuesta del PSOE desvirtuaría buena parte de la ley y dejan la puerta abierta a votar en contra de su propia ley cuando toque hacerlo en el pleno.
El propio Pablo Echenique lo dejaba caer este lunes en declaraciones a los medios de comunicación: "El PSOE ha presentado una enmienda que saca a los perros de caza. Esto significa que prácticas como colgar a galgos de un árbol cuando no sirven para cazar según algunos cazadores sigan siendo impunes, como a día de hoy. Esa enmienda la puede votar el PP y si la vota el PP la ley puede caer, porque puede incluirse en el dictamen de la ley y eso puede provocar que la ley deje de tener mayoría parlamentaria".
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Fuentes socialistas, por su parte, informan de que en las últimas horas no ha habido ningún acercamiento político y que, salvo sorpresa, la propuesta para dejar desprotegidos a los perros de caza se votará el martes con el posible respaldo de PP y PNV. Los populares, no en vano, ya han dejado claro en numerosas ocasiones que, aunque apoyen dicha enmienda, no votarán favorablemente a la aprobación de la ley en el pleno final.
De la enmienda socialista a la propuesta "Page" de Podemos
La postura de la bancada socialista ha descolocado a Unidas Podemos, pero también a los colectivos animalistas, que no comprenden por qué el PSOE presentó una enmienda transnacional a una ley que fue aprobada en Consejo de Ministros por un gobierno de coalición con mayoría socialista. Aunque los de Pedro Sánchez dieron su visto bueno final a la aprobación de la norma, desde que esta fue planteada por Derechos Sociales la confrontación ha sido recurrente.
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Tanto es así que, un mes antes de que el Ejecutivo aprobase el proyecto, el Ministerio de Agricultura de Luis Planas, una de las principales voces críticas dentro del PSOE, presentó el borrador de la Estrategia Nacional Cinegética en la que se pide reconocer "la singularidad de los perros de caza y las rehalas" para promover una normativa propia" debido a sus especificidades respecto al resto de canes de compañía.
Pese a ello, el proyecto consiguió salir adelante y no fue hasta principios de septiembre de este año cuando el Partido Socialista decidió registrar una enmienda trasnacional para excluir a los canes utilizados en monterías y otras actividades cinegéticas. Se plasmaban así unas diferencias que no sólo tenían que ver con las divergencias con el Ministerio de Cultura, sino también con las presiones de ciertos sectores socialistas y con el miedo a perder el voto cazador en algunos territorios estratégicos como Castilla-La Mancha, Extremadura o Aragón.
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El Ministerio de Derechos Sociales ha tratado de mover al PSOE de su postura sin éxito. A principios de diciembre, ante la falta de avances, la formación morada lanzó una propuesta intermedia basada en el texto legislativo de la Ley de Protección Animal de Castilla-La Mancha. La idea central era mantener a los perros dentro de la ley, pero con una excepción que impedía sanciones a cazadores cuando los animales sufrieran heridas o accidentes derivados de la propia actividad cinegética. Pese a estar cimentada en los principios de una reglamentación impulsada por un varón socialista como Emiliano García-Page, esta fórmula fue rechazada por Ferraz.
La semana pasada hubo un acercamiento insatisfactorio. Podemos consiguió que el PSOE firmase una enmienda junto con ERC para que, finalmente, los perros de caza fuesen reconocidos como animales de compañía y, por tanto, estar sujetos a los mismos derechos y salvaguardas. Sin embargo, los socialistas dieron un paso atrás en el último momento y volvieron a una posición de inmovilismo respecto a la necesidad de dejar fuera de la ley a los animales de caza para, más adelante, desarrollar una legislación propia.
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"Mismos perros, misma ley"
Los colectivos animalistas, que albergaban esperanzas en los avances del proyecto de ley, están desconcertados y llevan meses reclamando al PSOE un cambio de postura bajo la premisa "mismos perros, misma ley". Organizaciones como la Asociación Nacional Para la Defensa de los Animales, Anima Naturalis o el propio Partido Animalista-PACMA consideran que no se pueden hacer distinciones y establecer diferentes salvaguardas y derechos para un mismo tipo de animal.
"Si de primeras la norma ya excluyó la tauromaquia o la experimentación con animales, al final, ¿para qué es esta ley?", se pregunta con enfado Javier Luna, presidente nacional de PACMA. "Llevo 17 años colaborando y trabajando con la asociación Galgos del Sur. Los perros que recogemos son de caza; son galgos o podencos en su mayoría. Los propios cazadores te llaman y te dicen 'mira el perro tiene la pata rota y no voy a pagar el veterinario, así que venid a por él si queréis'. Hay muchísimos percances, muchísimos accidentes; perros que se pierden y son atropellados; perros que se mueren asfixiados dentro de madrigueras; o como vimos hace años, perros que se caen por acantilados. No queremos que se les excluya de la ley como pide el PSOE, pero tampoco nos gusta el planteamiento de Unidas Podemos de dejar fuera todo lo que pueda ocurrir durante una cacería", dice.
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Los expertos en derecho animal también tienen serias dudas sobre los impactos que podría tener la exclusión de los canes empleados por los cazadores. María G. Lacabex, abogada especialista en la materia y miembro de INTERCids-Operadores jurídicos por los animales, considera que si finalmente sale adelante la propuesta del PSOE se "sentará un peligrosísimo precedente para que, en vigentes y futuras normativas de protección animal, se excluya sistemáticamente a perros de caza y otros perros usados en actividades específicas, como las de seguridad, o las deportivas".
"La exclusión de perros de caza comprometería también la seguridad jurídica y añadiría una innecesaria complejidad a un tratamiento jurídico que, en la actualidad, es sencillo y pacífico. La realidad de estos perros en cuanto a su convivencia con el ser humano y su uso según el tipo de actividad puede ser muy diferente: muchos de ellos conviven directamente con sus responsables en el hogar, ¿qué norma se aplicará entonces a estos? Por otro lado, estas actividades pueden no realizarse a diario, ni siquiera durante gran parte del año, ni en todas las etapas de la vida del perro, ¿en qué momento y en qué aspectos se aplicarán unas u otras normativas? En el ordenamiento jurídico actual, desde el internacional y el comunitario, los perros son considerados a todos los efectos animales de compañía y todos, sin excepción, deben ser incluidos en las leyes que regulan con carácter general su más básica protección", opina la jurista.