Un juez de Barcelona permite convertir 120 pisos en apartamentos turísticos

Si lo que están escuchando y sufriendo, ya les parece un tormento por las obras. Lo que espera a Mar y a sus vecinos suena a pesadilla: 120 pisos turísticos. Teresa acaba de renovar y, a sus 90 años, tendrá que convivir con el turismo más molesto. Como Florina, que teme lo peor en los próximos años que le quedan de contrato. Leo, después de 20 años, le han comunicado que no le renuevan y que se tiene que ir porque van a utilizarlos para otros usos. El ayuntamiento de Barcelona no entiende cómo un juez ha podido admitir la licencia, cuando desde 2014 no se ha concedido ni una sola. Unos 30 pisos, ya tapiados por si llegan los okupas, se preparan para recibir a otros ruidosos vecinos.