INMIGRACIÓN Los refugiados, sin oportunidades en la UE dos años después de la muerte de Aylan
ONG denuncian que Europa sigue sin garantizar vías seguras para que los inmigrantes no arriesguen sus vidas en el Mediterráneo. 8.500 personas han desaparecido en el Mediterráneo desde entonces.
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MADRID,
La imagen conmocionó al mundo entero, pero enseguida se borró de las memorias. La muerte del pequeño Aylan Kurdi en una playa de Turquía no sirvió para concienciar a las autoridades de la tragedia que, cada día, viven los refugiados. Dos años después, los inmigrantes que huyen del terror de sus países de origen siguen sin tener oportunidades para sobrevivir en Europa y la UE sigue sin garantizar vías seguras para que no arriesguen sus vidas en el intento. Desde la foto de Aylan, que sólo tenía 3 años, otras 8.500 personas han desaparecido en aguas del Mediterráneo.
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Así lo han denunciado diversas ONG que siguen exigiendo "encontrar soluciones" que sólo llegarán con más "voluntad política". El compromiso europeo para acoger a más de 180.000 refugiados antes del 26 de septiembre de este año está aún "a años luz de cumplirse", lamentan.
"Aunque el número de llegadas en Europa ha disminuido drásticamente desde la muerte de Aylan, otras personas continúan emprendiendo el viaje y son muchas las que han perdido la vida en el transcurso. Desde el 2 de septiembre de 2015, al menos 8.500 refugiados e inmigrantes han muerto o desaparecido tratando de cruzar el mar Mediterráneo. Muchos otros han perecido en el desierto", lamenta La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en un comunicado.
Más de 500 niños como Aylan han muerto en las costas europeas en los últimos dos años
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Save the Children discrepa: "Lejos de reducirse el número de muertos en el Mediterráneo y sin ningún tipo de respuesta por parte de la UE para impedirlo, la cifra de niños refugiados ahogados mientras trataban de alcanzar las costas europeas asciende, al menos, a más de 500, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)", desvela la ONG.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), por su parte, también lamenta que la Unión Europea sigue sin garantizar vías legales y seguras para que los refugiados no tengan que arriesgar sus vidas cruzando el Mediterráneo. Asimismo, recuerda que "España solamente ha acogido a 1.888 refugiados (un 11%), y Europa a un 24%" de lo comprometido (182.504 personas antes del 26 de septiembre). "Todavía faltan casi 140.000 personas por llegar", añaden.
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La organización española apunta también que, en marzo de 2016, los Estados miembros de la Unión Europea y Turquía firmaron un acuerdo que "vulnera la normativa europea e internacional en materia de asilo", por considerar a Turquía como un "país seguro", por el carácter colectivo de las expulsiones y por el criterio de expulsión basado exclusivamente en la nacionalidad. "Lo único que ha demostrado este infame acuerdo es que, por muchos obstáculos mortales que se trate de poner a las personas refugiadas, siempre buscarán nuevas rutas, cada vez más peligrosas", denuncia la secretaria general de CEAR, Estrella Galán.
Save the Children, que ayer organizó un acto de protesta en Madrid en forma de "playa de la vergüenza", apunta en la misma dirección. "Si los estados europeos siguen sin establecer vías seguras y legales para aquellos que huyen de la violencia y el conflicto, la cifra de muertos y desaparecidos en el mar no va a cesar", aventura. Y añade: "Las políticas basadas en la seguridad y no en los derechos humanos no sólo provocan muertes, sino que impiden a los que sí que han podido llegar desarrollar una vida plena en Europa".
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ACNUR, por su parte, también considera que "sigue urgiendo encontrar soluciones para estos niños y para otros que se están desplazando: si las personas han perdido la esperanza y viven con miedo, entonces seguirán jugándose la vida y emprendiendo viajes desesperados". La agencia de la ONU recuerda que aún "queda mucho por hacer para proteger y salvar vidas" e insta a los "líderes políticos" a "trabajar juntos para desarrollar alternativas más seguras" y a "crear oportunidades reales en sus países de origen".