Este artículo se publicó hace 4 años.
La industria porcina crea su propio sello de calidad, que no garantiza el bienestar animal
Un informe veterinario de Igualdad Animal desmonta los criterios que la organización Interporc establece para que los productos porcinos puedan adquirir un sello que certifique bienestar animal en toda la cadena productiva.
Alejandro Tena
Madrid-
La industria cárnica no es transparente. Lo que ocurre en las granjas intensivas y en los mataderos se intuye, pero no se precisa. Tanto es así, que las muestras de maltrato que llegan a los ojos de los consumidores vienen de la mano de investigaciones arriesgadas elaboradas por colectivos animalistas o periodistas que, cámara en mano, se cuelan en granjas y mataderos para retratar la barbarie. Hay también trabajadores como Manuel G. Pereira que, cargados por el hastío de una rutina violenta, se ven obligados a escapar de la culpa con denuncias abiertas en forma de libro.
Para combatir esta creciente concienciación social y limpiar la imagen del sector, las empresas y grupos de presión elaboran sus propias campañas de marketing. Este es el caso de Interporc, la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca que representa a todos los elementos de la cadena de valor de la producción de carne de cerdo. Con las denuncias de maltrato sonando en medios de comunicación y redes sociales, Interporc creo su propio sello de calidad, con el cual se garantiza, entre otras cosas, que el producto que se ofrece a los consumidores está elaborado en base a los criterios de bienestar animal. Sin embargo, un informe veterinario elaborado por la Fundación Igualdad Animal revela que este estandarte es "insuficiente" y no certifica que se cumpla con los criterios de bienestar animal.
Se permite que las cerdas utilizadas para la reproducción puedan estar enjauladas más de 20 semanas al año
El informe veterinario, al que ha tenido acceso Público, explica que los criterios establecidos por la industria porcina no suponen "un plus de bienestar animal" sino que se limitan a cumplir con los requisitos mínimos marcados por la ley. De hecho, el sello de bienestar de la industria permite que las cerdas utilizadas para la reproducción puedan estar enjauladas hasta 20 semanas –5 meses al año–, lo cual, según Igualdad Animal, va en contra de los "los principios generales de bienestar animal de la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE)".
Asimismo, el reglamento permite, según demanda el informe veterinario, que animales de hasta 110 kilos puedan estar en una superficie de tan sólo 0,65 m2 en los sistemas de producción de "Tipo 1" (el más básico en cuanto a derechos de los animales), lo cual va contra la libertad de movimiento del animal establecida por la OIE.
El análisis veterinario de Igualdad Animal también pone en evidencia los "criterios de aceptación" que permiten que hasta el 20% de los animales puedan tener dificultades respiratorias. "La dificultad respiratoria en granjas de porcino está provocada, en buena medida, por diferentes de tipos de procesos neumónicos. Algunos de estos procesos neumónicos son clasificados por expertos en etología como procesos muy dolorosos en los animales, llegando incluso a compararlos con el dolor provocado por una fractura", explica el informe firmado por el veterinario Alfonso Senovilla Labrador, que califica esta realidad como "otra prueba más de que es un programa ineficaz para asegurar el bienestar de los animales".
El reglamento de Interporc también permite, para lograr conseguir la máxima puntuación del certificado de bienestar, que un 5% de los animales padezcan prolapso rectal o uterino, lo cual, según los veterinarios, provoca un "gran dolor" en los animales. Así, los expertos de la fundación animalista consideran que permitir este porcentaje de cerdos con dolencias "es incompatible con el aseguramiento del bienestar animal".
"El informe veterinario demuestra que este sello no puede garantizar el bienestar de los animales"
El sistema de castración planteado por Interpoc también es puesto en duda por el informe veterinario. La industria cárnica permite para alcanzar la puntuación de bienestar animal que se esterlice sin anestesia a los cerdos que tengan hasta siete días de vida. A ello, se debe sumar que se permita que "personal no veterinario" lleve a cabo las prácticas de recorte de dientes o corte de rabo.
Por lo que se refiere al transporte de los animales para el proceso de sacrificio, el documento considera que el reglamento "no mejora sustancialmente ni protege a los animales más allá de lo que marca la ley".
"Este sello es una operación de marketing y un lavado de imagen de la industria del cerdo ante la creciente sensibilización social hacia los animales", opina la directora de Igualdad Animal, Silvia Barquero. "El informe veterinario demuestra que este sello no puede garantizar el bienestar de los animales", agrega.
Este diario ha tratado de ponerse en contacto con la organización Interporc para conocer su visión sobre el análisis veterinario realizado por Igualdad Animal, pero no ha obtenido respuesta al respecto.
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