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Índice Global del Progreso: el 63% de la población espera mejorar su bienestar en los próximos tres años
Banco Santander y FT Longitude han creado este indicador, que analiza la percepción de prosperidad y las expectativas de futuro en diferentes grupos demográficos.
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La salud, el nivel de ingresos, la satisfacción en el trabajo, las buenas condiciones medioambientales… Estos son algunos de los aspectos que influyen en el bienestar de una persona y en su calidad de vida. Para analizar la percepción de la prosperidad y el bienestar en diferentes grupos demográficos de todo el mundo, Banco Santander y FT Longitude han lanzado el Índice Global del Progreso.
El estudio revela que, si bien el encarecimiento del coste de la vida ha impactado en el bienestar de las personas, en general los ciudadanos son optimistas sobre el futuro. La prueba es que un 63% de la población encuestada espera mejorar su bienestar personal en los próximos tres años, si bien sólo 32% cree tener actualmente un buen nivel de progreso. "Para vivir bien y prosperar, necesitamos mucho más que dinero: Necesitamos capacidad de actuación y autonomía. Necesitamos relacionarnos, tener un propósito y sentirnos valorados por los demás; es decir, vivir con dignidad", explica Michael G. Marmot, director de UCL Institute os Health Equity, uno de los seis expertos que han sido entrevistados para elaborar este informe.
El índice mide el bienestar y la prosperidad en términos de calidad de vida; personas y comunidad; y educación y empleo. Es decir, analiza los tres pilares que afectan al bienestar: estar sano desde el punto de vista físico, mental y emocional. Cada participante puntúa y posteriormente se combinan los resultados en este índice global. Con ello, la nota media del Índice del Progreso es de 66 sobre 100. En total, se han realizado 17.000 encuestas en todo el mundo.
Por geografías, las puntuaciones más altas que la media proceden de países de Asia-Pacífico, donde la mayoría está satisfecha con su nivel de bienestar. En esta región, el 83% afirma gozar de buena salud, frente al 73% en América y sólo el 66% en Europa, Oriente Medio y África (EMEA).
Otros aspectos que han valorado los encuestados son el medio ambiente, sentirse seguro en la comunidad local, ser valorado en el trabajo y tener un óptimo nivel de ingresos. Sobre este último punto, el estudio señala que el encarecimiento del coste de la vida está teniendo impacto. Así, el 67% piensa que el aumento de los precios está afectando a su bienestar y el 60% admite haber cambiado sus pautas de consumo en los últimos años.
De hecho, aunque el 71% de los encuestados afirma que es importante vivir cómodamente, sólo el 58% dice poder permitírselo. Del mismo modo, la gran mayoría (90%) destaca la importancia de tener unos ingresos regulares para cubrir algo más que lo meramente esencial. Sin embargo, entre los entrevistados, sólo el 63% asegura tenerlos.
Los bancos tienen un papel clave y pueden contribuir a mejorar la calidad de vida aumentando el acceso a servicios financieros. El 61% de los participantes en el estudio cita como el mayor obstáculo para la prosperidad y el bienestar la falta de ahorros o ingresos y otras dificultades financieras. También pueden cooperar a través de la educación y el asesoramiento, dos materias consideradas importantes por el 72% de los encuestados. "Las instituciones financieras desempeñan un papel muy importante para mejorar los servicios financieros básicos, adaptándolos a las necesidades de particulares y pymes. Es fundamental educar sobre los conceptos financieros desde los primeros años en la escuela, así como fomentar la inclusión financiera, el emprendimiento y la empleabilidad" asegura Juan Cerruti, economista jefe global de Banco Santander.
Los tres pilares del bienestar y la prosperidad
Existen tres soportes para conseguir la prosperidad y el bienestar. Si los tres funcionan, se puede decir que la vida nos sonríe. El primero es la calidad de vida que da el hecho de tener ingresos regulares, vivir en un entorno seguro y tener acceso a un sistema sanitario de calidad. "Para la mayoría de las personas, la prosperidad no consiste en vivir como un oligarca. Se trata de vivir una vida que tienes razones para valorar. No se trata sólo de no vivir en pobreza, sino de poder ocupar tu lugar en la sociedad sin vergüenza y tener agencia", comenta Marmot.
En segundo lugar, la seguridad personal y la calidad del sistema de transporte público, fundamentales para que los miembros de la comunidad local participen en ella y se relacionen unos con otros. Pero solo un tercio de los encuestados afirma tener acceso a ambas. Otra de las participantes en el estudio, Grace Lordan, autora de Think Big y directora fundadora de The Inclusion Initiative en la Escuela de Economía de Londres, asegura que "si estás aportando valor y adoras tu trabajo, sentirás que prosperas, incluso aunque no estés tan bien pagado como tu vecino. Nos equivocamos cuando pensamos que los beneficios materiales, como mayores ingresos o un estatus superior nos darán la felicidad".
Por último, la educación y el empleo (conciliación laboral, el reconocimiento y la percepción de un salario adecuado) son otros de los factores más importantes para mejorar. "Sería una iniciativa maravillosa enseñar habilidades útiles para la vida en las escuelas, y la educación financiera sería sin duda una de las más importantes", señala Elizaveta Perova, economista principal en Banco Mundial.
"De los datos recogidos en el Índice Global del Progreso se desprenden recomendaciones concretas para que los responsables de las decisiones empresariales y políticas mejoren el progreso y la prosperidad de los ciudadanos, tanto hoy como en el futuro", aseguran los responsables del informe. Y apuntan la importancia de convertir las redes de seguridad en una guía para afrontar la crisis inflacionaria; crear oportunidades valiosas a través de la educación y la realización personal; sacar a la luz el potencial de los empleados en entornos de trabajo psicológicamente seguros; ofrecer posibilidades, a través de la orientación y los servicios financieros; y replantearse el progreso para seguir avanzando.