Portugal amaneció este sábado con media docena de fuegos activos, en su mayoría en fase de resolución, pero no baja la guardia tras una semana de incendios que han castigado el interior del país de norte a sur.

Más de 1.400 efectivos trabajan en la extinción de los incendios que castigan este sábado varios puntos de la región de Oporto, mientras se investiga el accidente que este viernes costó la vida a un piloto que trabajaba en tareas de extinción.

El presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro, António Costa, han expresado su "consternación" por el accidente. La víctima, un comandante de 38 años, pilotaba un avión anfibio de combate contra incendios que se precipitó en la localidad de Castelo Melhor, en el distrito de Guarda, tras abastecerse de agua en el río Duero, según informó Protección Civil.

Según medios locales, desde 2009 Portugal ha registrado diez accidentes de aviones de extinción de incendios en los que murieron cuatro personas. Protección Civil estima que desde enero se han quemado unas 38.000 hectáreas en todo el país, más que durante todo 2021 en conjunto.

El Gobierno analizará este fin de semana la posibilidad de prolongar el estado de contingencia vigente hasta el domingo. La declaración incluye la prohibición de quema de rastrojos, del uso de pirotecnia, de maquinaria y actividad en áreas forestales y el refuerzo de equipos de extinción.

En Francia

Los dos incendios que se declararon el martes por la tarde en el departamento de Gironde con capital en Burdeos han quemado hasta este sábado más de 9.100 hectáreas y han obligado a evacuar a cerca de 12.000 personas.

La Prefectura (delegación del Gobierno) indica esta mañana de sábado en su cuenta de Twitter que el fuego que se originó en la localidad de Landiras, al sureste de Burdeos, ha calcinado durante la noche más de 1.000 hectáreas, lo que significa que son más de 6.000 hectáreas en total. 

La situación es "muy desfavorable" porque el viento propaga el fuego hacia el suroeste y podrían ser necesarias nuevas evacuaciones "en función de la evolución", avisó la Prefectura.

La situación no está bajo control. Según los primeros elementos divulgados por los investigadores, el incendio fue provocado. En el otro frente de La Teste de Buch, sin embargo, la superficie quemada se ha mantenido estable en las últimas horas, con 3.150 hectáreas de monte que han ardido desde el martes.

Cerca de 1.000 bomberos tratan de extinguir ambos incendios, ayudados durante la jornada del viernes en el aire por tres hidroaviones de tipo Canadair y un avión bombardero de agua de tipo Dash. Más allá de los daños materiales, que incluyen varias casas y edificios que han sido pasto de las llamas, no ha habido víctimas personales.

A varios cientos de kilómetros de allí, en el valle del Ródano, las hectáreas quemadas en otro incendio que se declaró en el macizo de la Montagnette por un incidente con un tren de mercancías había destruido hasta el viernes 1.250 hectáreas.

Más de 1.000 bomberos trabajan en ese frente, apoyados entre otros medios aéreos por dos hidroaviones Canadair griegos que habían llegado gracias a la activación por Francia del mecanismo de solidaridad europeo de protección civil RescEu.

El ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, agradeció también que Italia haya puesto a disposición otros dos aviones de ese tipo que "se desplegarán según las necesidades".

En un comunicado divulgado el viernes, el ministro hizo notar que desde comienzos de año han ardido en Francia 13.000 hectáreas de monte, frente a las 500 el pasado año a la misma época. El sur de Francia vive desde la semana pasada una ola de calor que va a extenderse en los próximos días al norte.

Esta mañana del sábado Météo France tenía 16 del centenar de departamentos del país, todos ellos en el sur, en alerta naranja por la canícula. En muchos de ellos se ha prohibido el acceso a los bosques para intentar evitar incendios.

Un día más, está previsto que se superen los 35 grados en buena parte del interior en la mitad sur de Francia, con picos que podrían rozar los 40 grados.