Este artículo se publicó hace 3 años.
Mouctar DiakhabyEl fútbol español mantiene un protocolo de 2005 que revictimiza y no frena el racismo en los estadios
La criticada reacción del árbitro, que no detuvo el partido entre el Cádiz y el València tras una acusación de racismo, evidencia la necesidad de actualizar las normas para que no se ponga en duda a los jugadores que denuncian sufrir insultos racistas. "Hay un paralelismo claro con la violencia de género", opina el exjugador del baloncesto Sitapha Savané.
Jairo Vargas Martín
Madrid-Actualizado a
"En Cádiz, el domingo hay una jugada en la que un jugador me insulta y sus palabras son "negro de mierda". Eso es intolerable, no puedo consentir eso. Todos visteis mi reacción. Eso no puede pasar en la vida normal y tampoco en el fútbol, que es un deporte de respeto". El central francés del València FC Mouctar Diakhaby ha explicado este martes en un vídeo lo que ocurrió durante el partido contra el Cádiz, en el que el defensa fue amonestado por revolverse ante los presuntos insultos racistas del central andaluz Juan Cala.
La única consecuencia de esas palabras que el árbitro dijo no haber escuchado fueron las imágenes del impotente Diakhaby viendo desde la grada el encuentro, que se reanudó tras un parón en el que sus compañeros decidieron plantarse para apoyar al francés. "Fue una buena decisión. Luego preguntó un jugador de ellos a un jugador nuestro si volveríamos al campo si Cala se excusaba. Dijimos que no, que las cosas no son así, que no puedes hacer algo y excusarte y pasar así", ha afirmado el central en un vídeo subido a sus redes sociales este martes, el mismo día en el que Cala ha negado rotundamente que le llamara "negro de mierda".
Sin embargo, según ha publicado este martes el medio británico TheSportsman, en la retrasmisión en Inglaterra del encuentro puede escucharse con claridad como alguien grita "negro de mierda, ¿vas a llorar?".
El francés, "muy dolido", decidió no salir de nuevo, aunque dio el visto bueno a sus compañeros para que siguieran jugando ante la posible pérdida de tres puntos en LaLiga si no lo hacían. Según explicó Anil Murthy, presidente del València, el equipo volvió al campo "porque la normativa desprotege en este tipo de casos a la víctima y al equipo", ya que se exponían a una sanción por incomparecencia. "Lamentamos que tras el incidente no hubiera ninguna reacción para detener el partido (...) Ante este tipo de situaciones no puede haber inacción", aseguró el lunes Murty, que consideró que ese día "dimos un paso atrás en la lucha contra el racismo".
"La situación que se genera con este protocolo es más que incomoda; es dolorosa", asegura a Público Sitapha Savané, exjugador de baloncesto de origen senegalés con 15 temporadas en la ACB a sus espaldas. Ha sufrido la discriminación y los insultos racistas en primera persona, y sabe perfectamente lo que estaría pasando por la cabeza de Diakhaby el pasado domingo.
Sitapha Savané: "Yo veo un paralelismo obvio con lo que ocurre con las denuncias por violencia de género"
"Denuncias algo muy grave y te encuentras con que se pone en duda tu palabra. Te pones el ojo del huracán, pero eres tú el que se queda fuera, lleno de rabia, cuando tú no has hecho nada mal, sino que es a ti a quien han insultado. Se te vienen a la cabeza muchas cosas al ver el comportamiento de todos los que están alrededor", describe. "Yo veo un paralelismo más que obvio con lo que ocurre con las denuncias por violencia de género", sentencia el antiguo pivot.
Un protocolo pensado para insultos desde la grada
El València también cree que la situación no tiene sentido y dará ahora la batalla para que LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) modifiquen el protocolo ante estas situaciones para que un partido pueda suspenderse en caso de que un jugador manifieste haber sufrido insultos racistas. El protocolo de actuaciones contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el fútbol de la RFEF son unas vagas normas y compromisos que datan de 2005 y que permiten al árbitro detener o incluso suspender un partido en determinados casos.
Vienen completadas con el "Protocolo de actuación para el restablecimiento de la normalidad en competiciones, pruebas o espectáculos deportivos a que se refiere el artículo 15.2 de la Ley 19/2007". La norma, que tipificaba delitos de odio por primera vez en los estadios, fue impulsada por el Gobierno Zapatero, que decidió tomarse en serio la reacción del exdelantero del Barça, el camerunés Samuel Eto'o, cuando en 2006 amagó con abandonar el estadio de La Romareda durante un encuentro contra el Zaragoza, en el que sufrió repetidos insultos racistas desde la grada.
Según este protocolo, más pensado para sancionar los comportamientos de los aficionados que de los de los propios jugadores, es el árbitro el único facultado para suspender temporal o definitivamente un encuentro o prueba deportiva en caso de "incidentes de público relacionados con actos o conductas violentas, racistas, xenófobas o intolerantes".
La directora general para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad, Rita Bosaho, envió por Twitter su apoyo "al hermano Diakhaby" el domingo. "Creemos que se deben investigar este tipo de hechos, teniendo en cuenta la tecnología de la que se dispone en los campos de fútbol. Los árbitros deberían tener más claro cómo actuar ante posibles incidentes racistas de esta gravedad", explican a Público desde su departamento. "En España tenemos una ley específica para luchar contra el racismo en el deporte. Sin embargo, es evidente que este tipo de situaciones obligan a evaluar su efectividad y tomar medidas para que los árbitros y los demás actores tengan herramientas para apoyar a las víctimas del racismo ante este tipo de sucesos", añaden.
"Zozulya, eres un nazi": partido suspendido
Sin embargo, recuerda Savané, el único partido que se ha suspendido por insultos desde la grada fue en 2019: el partido de Segunda División entre el Rayo Vallecano y el Albacete. La razón fueron los cánticos de la afición vallecana contra el jugador Zozulya, al que calificaban de "nazi" por su relación o cercanía con grupos y organizaciones ultraderechistas en su Ucrania natal. "Se suspende cuando se llama nazi a alguien con un historial de cercanía con nazis, pero no cuando se llama mono a Eto'o o cuando le tiran plátanos desde la grada a Dani Alves. Es como echar sal en una herida y deja claro el poco interés que hay por condenar el racismo", lamenta.
Salvador Rodríguez: "El árbitro solo puede hacer lo que hizo. Se necesita una revisión del protocolo"
Para Salvador Rodríguez Moya, periodista, doctor en Humanidades con una tesis sobre el racismo en el fútbol y autor de varios libros que revisan la larga y vergonzosa sombra de la xenofobia en los campos de fútbol, el protocolo actual necesita "una revisión profunda que evite que se generen este tipo de situaciones de indefensión".
Según este periodista, en el caso de Diakhaby, "el árbitro cumple totalmente el protocolo, solo puede hacer lo que hizo: reflejar en el acta que el jugador refiere que le han llamado negro de mierda. No puede suspender el partido si no tiene pruebas de que ha ocurrido eso", apunta.
El historial de casos similares, en los que la palabra de un jugador choca con la de otro sin que haya pruebas concluyentes, "es bastante largo. Suelen acabar en nada y a los pocos días se olvida la polémica en los medios y en las instituciones deportivas", por lo que se hace necesaria la modificación. De hecho, la única prueba que inculparía al jugador del Cádiz se ha conocido este martes. "Los protocolos fallaron en este caso. Han aparecido audios que podrían haber sido proporcionados in situ a los árbitros si se hubiese detenido el partido. Sencillamente, no se creyó a la víctima", insiste Antumi Toasijé, historiador, activista panafricanista y presidente del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica de España, que opina que las normas actuales revictimizan al que denuncia.
Un 'yo sí te creo' contra el racismo en el deporte
Antumi Toasijé: "La presunción de inocencia no está reñida con el apoyo a las víctimas"
"Hay que tener mucho cuidado de no discriminar doblemente a la víctima. La presunción de inocencia no está reñida con el apoyo a las víctimas; es más, en el ordenamiento jurídico español y europeo existe la figura de la inversión de la carga de la prueba, que quiere decir que, en situaciones de discriminación, sea racial, por género u otras, corresponde a la persona acusada demostrar su inocencia y no a la acusadora demostrar la culpabilidad. Esto es así porque son situaciones en las que la víctima es muy vulnerable y se encuentra psicológicamente muy afectada. El yo sí te creo tiene una razón de ser", apunta.
Sin embargo, Rodríguez aprecia una novedad importante en el caso de Diakhaby. "Es la primera vez que los compañeros de equipo se marchan con él y fuerzan que se detenga el encuentro", apunta. "Cuando Eto'o amenazó con irse del campo, sus propios compañeros y el árbitro intentaron detenerlo. Reacciones como la del València pueden cambiar las cosas", considera.
Pero Savané no piensa igual. "Lo más doloroso, viéndolo desde fuera, es que Diakhaby ha pensado en sus compañeros y en su club por encima de sí mismo. Todas las consecuencias recaen sobre él, y dice a sus compañeros que jueguen para no perjudicar a su equipo. Falta el mismo comportamiento por parte de sus compañeros. Quizás tenían que haber luchado más, haber parado del todo y ver si así LaLiga tiene agallas para quitarles los puntos", asegura. "Así se podría haber obligado a La Liga a dar un paso importante", considera el exjugador del Estudiantes.
De hecho, apunta Savané, el delantero del Athletic del Bilbao Iñaki Willians, ya pasó por una situación similar. "Él ha acordado con sus compañeros que, si se repite la situación, se marcharán todos. No puede dejarse sobre los hombros del agredido toda la responsabilidad, porque no son decisiones fáciles para un deportista", explica.
"En realidad, el problema sigue siendo que no se quiere ver que hay un problema, que se pretenda que la cuestión no tiene la gravedad suficiente. Es necesario cambiar esa percepción para construir una sociedad en la que todas las personas sean igualmente respetadas", opina Toasijé.
Falta de contundencia de LaLiga
Todos los consultados echan de menos una condena más enérgica por parte de la LaLiga y la RFEF. Por el momento, Javier Tebas, presidente de LaLiga, solo ha manifestado que "algo pasó" durante el partido y que se investigará. "Pero un comité de competición sanciona solo jurídicamente. También hay que ver el aspecto social y poner los medios para saber el grado de racismo que hay en el deporte y actuar para erradicarlo. Por eso hacen falta algo más que buenas palabras después de un caso grave", considera Rodríguez.
Toasijé añade que es "falso" que posicionarse contra el racismo tras un incidente menoscabe la presunción de inocencia, "la realidad demuestra que en situaciones como esta las denuncias falsas no existen", dice. "¿Qué gana un jugador con todo esto? En 20 años de carrera no he visto ninguna acusación que fuera mentira, pero sí muchas que no se han hecho porque no se da credibilidad", comenta Savané. "Si las aficiones y los jugadores tuviesen claro que este comportamiento genera pérdida de puntos y grandes sanciones para el equipo que insulta, esto se acabaría rápidamente", considera el hispanosenegalés.
Al final, el Cádiz ganó al València por dos goles a uno. El partido contra el racismo se sigue jugando y se sigue perdiendo.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.