España, el nuevo El Dorado veterinario para los inversores
La estabilidad y el crecimiento de beneficios constante del sector veterinario en España lo hacen atractivo para los grandes inversores. Los expertos vaticinan un proceso de concentración durante los próximos 15 años y aumento de los precios.
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madrid,
España es uno de los países con más clínicas veterinarias por habitante y por mascota del mundo. Los jóvenes de entre 18 y 35 años están dispuestos a gastar mucho más que generaciones anteriores en sus mascotas, un cambio social que genera estabilidad en el mercado veterinario y lo convierte en un importante atractivo para los grandes fondos de inversión.
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Las cifras del sector son "significativas" apuntan los expertos en la materia, y recuerdan que la actividad económica relacionada con los animales de compañía en España ha sido de 5.770 millones de euros, lo que supone el 2,29% del Producto Interior Bruto nacional, según el estudio anual que elabora la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC) sobre la situación económica del sector veterinario. Con estos datos, José Luis Blázquez, consultor estratégico, conferenciante y veterinario, advierte de que los inversores han llegado al sector veterinario español para quedarse, especialmente animados por la "estabilidad" que se desprende del 8,2% de incremento de la actividad económica registrada por este sector respecto al año anterior. ¿Cómo han llegado hasta España los grandes grupos de inversión? ¿Cómo se prevé que se comporte el país, respecto a modelos más avanzados como el de EEUU o Inglaterra?
La estabilidad, el principal atractivo para la inversión
Los inversores han llegado a España animados por las buenas cifras que presenta aquí el sector veterinario. A pesar los altibajos que ha sufrido la economía nacional en los últimos ejercicios, el de los animales de compañía ha sido uno de los sectores que no solo se ha recuperado, sino que ha seguido creciendo con relativa "tranquilidad". Además de suponer el 2,29% del Producto Interno Bruto nacional, el empleo ha tenido un crecimiento directamente proporcional, y actualmente contabiliza más de 44.000 personas en activo.
En cuanto a las clínicas veterinarias españolas, objeto de interés para los grandes grupos de inversión, tuvieron el año pasado una actividad económica del 8,2% de incremento con respecto al año anterior, lo que se traduce 2.613 millones de euros. Su expansión ha continuado imparable, y ya se contabilizan más 7.100 clínicas en todo el país, lo que supone un aumento del 3,4% sobre los datos de 2022. ¿Cómo será el futuro del sector? El consultor José Luis Blázquez considera que es complicado saber cómo se desarrollará porque "el mercado está experimentando un gran dinamismo y las previsiones pueden cambiar de un año para otro". La siguiente comparativa sobre los datos que la AMVAC tenía previstos para 2030 en la distribución de clínicas veterinarias en 2022 y 2023 lo evidencia.
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Previsión de 2022:
Clínicas independientes individuales: 29%
Grupos de clínicas independientes: 30%
Corporates: 41%
Previsión de 2023:
Clínicas independientes individuales: 33%
Grupos de clínicas independientes: 34%
Corporates: 33%
Inglaterra, un ejemplo de concentración
La experiencia de concentración en el sector veterinario a través de la inversión de grandes grupos la han vivido ya con fuerza en países como Inglaterra o los Estados Unidos. El sector veterinario en el Reino Unido comenzó su proceso de compra de clínicas y grupos de servicios por parte de grandes inversores hacia el año 1999. Desde entonces se ha mantenido durante 25 años en este país, y se ha ido extendiendo por el resto de Europa, llegando hasta los Estados Unidos, aunque una década después de que se iniciara la tendencia en el Reino Unido. La entrada de los grandes fondos de inversión en el sector veterinario, y en todos los servicios complementarios en torno a los animales de compañía, responde a un "proceso de maduración normal del sector" que sucede en todos los mercados hoy en día, apuntan los expertos.
Mientras avanza el proceso de compra y consolidación en este sector, todos los países tienen un ojo puesto en el modelo británico: "es el referente" porque lleva años de ventaja, explica el veterinario José Luis Blázquez. Un ejemplo a seguir que está en estos momentos en discusión debido a la revisión del sector que comenzaba en septiembre de 2023, y que ha motivado que la Autoridad de los Mercados y la Competencia de Reino Unido (CMA) haya decidido poner en marcha una investigación para comprobar si se están vulnerando la libre competencia y los derechos de los propietarios de animales en aquel país. Desde el sector esperan que los errores cometidos en los anteriores procesos de consolidación sirvan para aprender y que no se cometan en lugares donde este fenómeno está naciendo, "sobre todo en lo que se refiere a falta de competencia, precios de los servicios y calidad" confiesa Blázquez.
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Una tendencia que está condenada a revertirse
Por el momento, en España solo un 5,92% del total de clínicas, 422 de las más de 7.100 registradas en todo el país, han sido compradas por fondos de inversión. Un porcentaje que los analistas tildan de "modesto", aunque aseguran que seguirá creciendo en los próximos años, y que puede permanecer "vivo" los próximos quince años.
Sin embargo, la permanencia de este modelo de concentración "no es sostenible en el tiempo", apuntan los expertos. "Seguramente sucederá lo que ya están viviendo otros países: la vuelta a las clínicas tradicionales", augura Blázquez. Y es que, con un mercado ya consolidado, Inglaterra, el referente en este tipo de transacciones, está viviendo los inicios del efecto contrario a la concentración por la entrada de los grandes fondos inversores. Desde hace un tiempo, muchos veterinarios están decidiendo salir de los grandes grupos para montar su propia clínica. "Es una cuestión de principios", explica José Luis Blázquez, consultor estratégico, conferenciante y veterinario.
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"La veterinaria es una profesión en la que la persona tiene un criterio muy personal y, al final, algunos veterinarios deciden volver a trabajar por su cuenta para poder ejercer según su propia línea profesional", añade. En este sentido, España es un país con una clara tendencia al emprendimiento, lo que hace a los expertos pensar que el fenómeno de la concentración no será tan duradero como lo ha sido en Inglaterra. "Al final, el veterinario busca trabajar de la manera que considera mejor desde el punto de vista clínico. Cuando trabajas para otros tienes que cumplir con lo que manda la empresa, y el mercado español es muy independiente en este sentido", puntualiza el veterinario.
La concentración no solo ha llegado a las clínicas veterinarias, sino que se está dejando sentir en todos los servicios que tienen que con los animales de compañía. Los laboratorios farmacéuticos se han consolidado previamente, y el fenómeno llegó incluso antes y con la misma fuerza a las tiendas de mascotas, que continúan inmersas en este proceso. "Grupos como Kiwoko llevan década en este proceso, con clínicas veterinarias incluidas", señala Blázquez. La industria alimentaria, la de juguetes y complementos, o los servicios de incineración también están experimentando un cambio de tendencia, "no solo por la demanda que aumenta, como las incineraciones individuales de mascotas", apunta el consultor, sino también por los cambios sociales y los hábitos de vida.
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Cada vez son más las personas que tienen una mascota, el apego a estos animales es mayor y están más dispuestos a invertir dinero en su cuidado y su bienestar, revela el estudio de 2023 que cada año elabora AMVAC. En España se contabilizan 15 millones de animales de compañía entre perros y gatos, los animales más comunes. Esto, sumado a la concentración del sector, conllevará previsiblemente un aumento del precio de los servicios, aunque España es uno de los países con precios más bajos en este momento. "En Inglaterra algunos procedimientos médicos llegan a triplicar los precios respecto a España", recuerda Blázquez.