El Ministerio del Interior gestiona el desembarco en el puerto de Nuadibú, en Mauritania, de 168 migrantes que fueron interceptados de un cayuco por la patrullera española Río Tajo, según han informado a Efe fuentes del Ministerio este domingo.

La Río Tajo se encuentra desde hace unos días fondeado frente al puerto de la ciudad mauritana con las personas rescatadas a bordo, según las mismas fuentes, que han afirmado que "en ningún momento" se ha barajado la opción de trasladarlos a Canarias.

La situación a bordo del barco, agregan, está "tranquila por todas las partes", si bien fuentes de la Guardia Civil apuntan a que se ha podido producir alguna situación de tensión abordo, fruto del nerviosismo de los migrantes. Así, agentes de la Guardia Civil disparaba al aire este sábado, para tratar de sofocar posibles intentos de motín.

El Ministerio señala que se está "en conversaciones continuas" con las autoridades mauritanas "con las que hay una excelente relación" para efectuar el desembarco.

La relación con Mauritania, insiste Interior, "son excelentes", especialmente en el plano migratorio, y que "buena prueba de ello" es que, mientras que el pasado año 2022 llegaron a las costas 55 embarcaciones procedentes del país africano, en 2023 esa cifra se ha reducido a tan solo cinco.

En este sentido, España mantiene desde hace una década un convenio con Mauritania que permite la devolución en sus puertos de cualquier migrante sea cual sea su nacionalidad, siempre y cuando haya salido de sus costas o transitado por su territorio.

La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (Jucil) pide a la Dirección General de este cuerpo que tome "decisiones contundentes ante los episodios de motines vividos a bordo y en los que se ha puesto en riesgo la integridad de la tripulación".