Este artículo se publicó hace 3 años.
La erupción entra en fase de estabilidad pero empeorará la calidad del aire
Esta situación ayuda a no incrementar los daños. Piden mantener la máxima prudencia posible porque la realidad del volcán "es cambiante". Es probable que con el movimiento del viento se genere un problema de partículas en suspensión.
La erupción volcánica en Cumbre Vieja ha entrado en una fase de estabilidad, lo que ayudaría a no incrementar los daños ya causados, según los científicos, que no obstante advierten de que en las próximas horas se puede producir un empeoramiento en la calidad del aire.
Además, Binter y Canaryfly han informado de que cancelan de forma temporal los vuelos programados para el jueves con La Palma, debido a la evolución de la nube de ceniza procedente de la erupción volcánica y a las últimas previsiones meteorológicas acerca del comportamiento de los vientos en altura.
El director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha afirmado este miércoles tras la reunión del comité científico que hay que mantener la máxima prudencia posible porque la realidad del volcán "es cambiante", pero ha insistido en que, si se mantiene esta constante de estabilidad, "es bueno para todos".
Sin embargo, es probable que con el movimiento del viento en las próximas horas se genere un problema de partículas en suspensión que empeore la calidad del aire en la isla, ante lo que la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional (IGN), María José Blanco, señaló que hasta ahora se han registrado concentraciones altas de micropartículas, pero no han supuesto un riesgo para la población.
La también portavoz del Pevolca ha añadido que se está a la espera de obtener los resultados del análisis de metales en laboratorio para evaluar su incidencia y ha indicado que habrá una campaña de medida del ácido clorhídrico en las poblaciones afectadas por el penacho marino, que se produce por el contacto de la lava con el océano.
La estabilidad del volcán se percibe en el reducido avance de la lava, que discurre por una sola colada por el camino marcado por la primigenia, y también a través de un "túnel lávico" que permite una conexión directa entre el centro emisor y el mar y que de momento asegura que no aumente la anchura de 1.250 metros que ocupa la colada en su punto máximo.
En las últimas horas, la lava inició un pequeño intento de crecimiento hacia el norte de la montaña de Todoque y otro cerca del Camino de la Gata, pero ambos engrosamientos quedaron paralizados, como lo está desde hace tres días otra colada que discurrió hacia el norte cuando el cono del volcán tuvo una rotura.
421,93 hectáreas cubiertas por la lava
La superficie cubierta por la lava alcanza las 421,93 hectáreas, apenas 1,81 hectáreas más que la víspera, y el delta lávico sobre el mar, que se extiende hasta los 500 metros de distancia desde la costa, ocupa 38 hectáreas, frente a las 36 del martes, y llega a una profundidad de 250 metros.
El delta lávico ocupa 38 hectáreas y llega a una profundidad de 250 metros
El director técnico del Pevolca ha informado de la superficie agrícola afectada por la lava: 93,4 hectáreas de cultivos, de las cuales 35,6 hectáreas son plataneras, 32,9 viñedo, 6,7 aguacates y el resto otros cultivos.
Con el flujo de lava encauzado y estabilizado, la preocupación de los científicos del Pevolca se centra en las próximas horas en el cambio previsto del viento hacia el sur-suroeste y un descenso de la inversión térmica desde los 1.200 a los 900 metros. Ese escenario apunta a condiciones desfavorables en la calidad del aire hacia el este y norte de la isla y una posible afección en la operatividad del aeropuerto.
Una "potente" emisión de dióxido de azufre
El penacho del volcán mantiene una "potente" emisión de dióxido de azufre (5.849 toneladas diarias), pero en ninguna de las estaciones de medición se han superado los parámetros de riesgo para la población, tampoco en partículas de menos de 10 micras. La altura de la columna de cenizas y gases se sitúa en los 3.000 metros.
La actividad sísmica también acompaña a este periodo de estabilidad eruptiva, con un descenso en el número e intensidad de los terremotos (el mayor de magnitud 3,7), que se mantienen sobre todo en profundidades medias de entre 10 y 15 kilómetros en la misma zona en que se detectó el enjambre sísmico que precedió al nacimiento del volcán.
Una solidaridad millonaria
La solidaridad por la catástrofe volcánica de La Palma no ha cesado desde el primer día de la erupción y ya son siete millones de euros en metálico los que han sido enviados para los afectados a través de las cuentas oficiales.
Con más de 600 casas destruidas, 6.000 evacuados y la incertidumbre y el miedo ante una erupción en marcha, estas primeras ayudas de particulares y empresas, que vinieron precedidas por envíos de ropa, alimentos o enseres, suponen una inyección de alegría para la isla.
Estas ayudas irán destinadas directamente a las personas afectadas por la erupción volcánica y servirán para cubrir necesidades concretas, una vez que ya se han cubierto las necesidades básicas, ha detallado el Cabildo de La Palma. La erupción volcánica no parece tener prisa, pero el alojamiento de los miles de evacuados y sobre todo de los que han perdido definitivamente sus viviendas, sí es urgente.
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