La Ertzaintza aplica la Ley Mordaza contra un periodista que grabó una carga policial
Mikel Saenz de Buruaga, integrante de la emisora Hala Bedi, fue identificado entre “golpes y empujones” durante la intervención policial en el barrio autogestionado de Errekaleor (Vitoria) de mayo pasado. Su móvil acabó reventado en el suelo. Dos meses después, el afectado ha recibido una multa de 602 euros.
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Si usted es periodista, está en medio de una carga de la Ertzaintza y saca su móvil para registrarlo, vaya preparando la cartera: la Policía Vasca podría recurrir a la Ley Mordaza para tratar de entorpecer su trabajo y, de paso, multarle. De todo ello puede dar fe Mikel Saenz de Buruaga, el reportero de la emisora Hala Bedi que el pasado 18 de mayo cubría la actuación de los agentes en el barrio okupado de Errekaleor, situado en Vitoria. Aquel día, los uniformados le rompieron el teléfono y le retiraron el carnet de prensa. Dos meses después le ha llegado una notificación del Gobierno Vasco: ha sido sancionado con una multa de 602 euros.
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“Hala Bedi fue el único medio de comunicación que, evitando el cordón policial (por haber llegado antes), tuvo la opción de contar in situ lo que estaba pasando. Creemos que tanto la agresión de aquel día como la aplicación de la Ley Mordaza son medidas injustas tomadas con el objetivo de ocultar los abusos policiales”, señalaron los portavoces de la radio, quienes este mismo jueves han anunciado que no pagarán la multa. “Vamos a desobedecer la Ley Mordaza, y llegaremos hasta el final”, agregó Saenz de Buruaga a Público. En tal sentido, los responsables de la emisora adelantaron que emprenderán un “proceso jurídico” para tratar de echar abajo la sanción.
Todo empezó bajo la lluvia de aquel 18 de mayo. En horas de la mañana, un nutrido grupo de agentes de la Ertzaintza se dirigió hacia la antigua barriada de Errekaleor –hoy convertida en la mayor zona autogestionada del Estado- para facilitar el trabajo de los técnicos de Iberdrola, quienes pretendían dejar sin luz a las 150 personas que viven allí. Los operarios cumplían órdenes del Gobierno Vasco, que se amparaba a su vez en cuestiones de “seguridad”. Varios jóvenes hicieron un muro humano para tratar de impedirlo, lo que fue respondido a porrazos por parte de la Ertzaintza.
“Sabemos quiénes sois”
Móvil en mano, Saenz de Buruaga –quien se encontraba junto a otro integrante de Hala Bedi- grabó la escena. Según ha denunciado la emisora, un ertzaina se acercó a ellos y “empezó a golpearlos y empujarlos por estar grabando con el móvil”, rompiendo el teléfono del periodista. Entonces, Sáenz de Buruaga “enseñó su acreditación de prensa y pidió al policía que se identificara”. “Este, sin dar ningún tipo de explicación, quitó la acreditación de prensa de las manos y pidió el carnet de identidad al miembro de Hala Bedi. Finalmente, y después de mucho esfuerzo, la acreditación le fue devuelta y el ertzaina le dio el número de placa al periodista, añadiendo en tono amenazante: ‘sabemos quiénes sois, sabemos que sois del entorno radical’”, relataron los portavoces del medio de comunicación.
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La versión policial es bastante más breve. Según consta en la resolución firmada por el Director de Coordinación de Seguridad del Gobierno Vasco, “sobre las 12.05 del día 18 de mayo, con motivo de la realización de labores de Seguridad en el barrio Errekaleor de Vitoria-Gasteiz”, Saenz de Buruaga “rebasa una cinta que servía de cordón policial, la rompe y se abalanza, acometiendo con fuerza contra una línea de agentes que se encontraba al otro lado de la misma”. Sin embargo, en ningún momento menciona que el denunciado portaba carnet de prensa y que estaba allí para realizar una cobertura informativa.
Por su parte, tanto la emisora como el propio periodista afectado han rechazado tajantemente esta versión de los hechos y han advertido que las pruebas de lo ocurrido aquella mañana estaban en el móvil que fue reventado por la Ertzaintza, por lo que no ha sido posible recuperar las imágenes. “Además de ser agredidos y no dejarnos desarrollar nuestro trabajo de manera normal, encima ahora somos nosotros los sancionados”, lamentó Sáenz de Buruaga.
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Otro caso en Euskadi
Según ha podido confirmar Público, trata del segundo periodista vasco que resulta multado mediante la Ley Mordaza. El primero fue el trabajador de la revista Argia Axier López, quien fue denunciado por el Delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, por difundir a través de Twitter las fotos de un operativo de la Ertzaintza en Eibar, en el que fue detenida una joven de la izquierda independentista. En marzo pasado, cuando faltaban pocos días para que este caso llegara a los tribunales, el sucesor de Urquijo, Javier de Andrés, decidió anular la sanción, alegando “defectos de forma”.
En el caso de Saenz de Buruaga, la aplicación de la Ley Mordaza también deja en evidencia otra realidad innegable: el 28 de junio de 2016, el Parlamento Vasco aprobó una moción en la que solicitaba que no se aplicase la Ley Mordaza en este territorio. El texto contó con el apoyo del PNV, el mismo partido que dirige el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco. Sin embargo, desde ese día y hasta el pasado 31 de diciembre de 2016 se tramitaron 577 expedientes. La historia del periodista de Hala Bedi formará parte de las estadísticas de 2017.