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Doce meses del desahucio por error de Rosario (98 años): "Todavía no me han devuelto nada, ni la foto de mi boda"

Una empresa se llevó muebles y objetos de valor sentimental de su casa, como la única foto de su boda o la mantilla de su madre. Un año después, aún espera que le devuelvan sus pertenencias, que suman más de 23.000 euros.

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Rosario Bravo, en su casa. En el vídeo, Bravo, su hijo y su abogado explican la situación que están viviendo — imagen: CEDIDA. Vídeo: NÚRIA MARTÍNEZ RIBOT

MADRID, Actualizado:

Rosario Bravo tiene 98 años y fue desahuciada por error hace un año en l'Hospitalet del Llobregat. El ático del mismo edificio tenía una orden de desahucio y lo confundieron con su piso, el sobreático. Una empresa —que no aparece en el registro mercantil— se llevó sus muebles y sus objetos de valor sentimental, entre los que se encontraban el único retrato de bodas que conservaba, la mantilla que heredó de su madre y sus memorias. Un año después, tal y como cuenta a Público Rosario, "todavía no me han devuelto nada, ni la foto de mi boda".

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"Cada día me está afectando más, mi cuerpo no está en condiciones... Estoy toda la noche pensando: se han llevado esto, lo otro... ¿lo encontraré?", lamenta Rosario Bravo, que añade que está siendo "muy duro" para ella.

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Rosario Bravo, en su casa de L'Hospitalet de Llobregat. — N.M.R

El pasado noviembre, la jueza archivó la denuncia penal que había presentado la familia. La magistrada consideró que se incurrió en un error "lamentable", pero aun así concluyó que "no hubo negligencia por parte de los actuantes". La familia de Bravo ha recurrido el archivo.

"Te sientes con una indefensión total, sientes que hay una vulneración de todos nuestros derechos", lamenta a Público el hijo de Bravo, Emiliano Caballero, que cree que ha habido "muy mala fe por todas las partes".

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El abogado de la familia, Jesús Rodríguez, tampoco sale de su asombro. "Siento impotencia porque lo único que podemos hacer es seguir presentando escritos para estimular el trabajo del juzgado, pero poca cosa más", explica. Para Rodríguez, es "kafkiana la falta de empatía" que ha habido en este caso. "Cada vez que escucho a la señora Rosario explicar el calvario que tiene que sufrir a diario, se me cae el alma, es francamente inhumano", opina.

Rosario Bravo, en su casa. — LIDIA PENELO

Un año después, ni el juzgado ni la inmobiliaria Fincas Gual ni la propietaria se han puesto en contacto con ella. Preguntados por Público, Fincas Gual han declinado hacer comentarios. Además, las pertenencias de Bravo suman un mínimo de 23.000 euros y nadie le ha ofrecido ningún tipo de compensación económica.

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"Lo ha hecho él, pues que me lo pague él... Yo no he hecho nada", reivindica Bravo, que denuncia  que por culpa de ese error, ella ha tenido que quedarse "con todo vacío". Desesperado, su hijo pide que les devuelvan los objetos con valor sentimental. "El dinero es lo de menos. Nosotros queremos esas cosas que alguien las tiene todavía en su poder", concluye.

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