Este año se detectarán cerca de 35.000 nuevos casos de cáncer de mama, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica. Uno de los métodos contra esta enfermedad es la autoexploración. El Equipo Médico de Ginecología y Obstetricia (EGOM) recomienda hacer una exploración de los senos cada mes —a partir de los 20 años— para detectar a tiempo cualquier cambio significativo. 

El cáncer de mama es el tipo de cáncer que más afecta a la población femenina. En 2020, cerca de 685.000 mujeres fallecieron por cáncer de mama en todo el mundo, según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una de cada ocho mujeres padecerá esta enfermedad en algún momento de su vida. Por este motivo, es crucial la investigación para prevenir y tratar este cáncer.

Antes de realizar la autoexploración, Ana Vegas, especialista en Ginecología, explica a Público que la persona se debe colocar delante del espejo para mirar que las dos mamas tengan simetría y no existan alteraciones en la forma del complejo areola y pezón. Después, con la mano contralateral, se explora la mama dividida en cinco cuadrantes: los cuatro que marca una cruz y el quinto es el complejo areola y pezón.

Tras la palpitación, la ginecóloga explica que se exprime el pecho desde el interior hacia el pezón para observar la posible salida de algún tipo de líquido. La forma en la que palparse los senos se aplica igual en ambos sexos. 

Durante el proceso de prevención hay que mostrar especial interés ante los cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel, los hundimientos, la inflamación, el enrojecimiento y las ulceraciones. Si aparece alguno de estos signos, los especialistas recomiendan acudir a la consulta médica de un centro de salud. 

Según Vegas, la autoexploración mamaria es un método muy útil para detectar una tumoración benigna, un quiste o un fibroadenoma, pero para la detección precoz el único método es la mamografía.

El tipo de cirugía empleada para esta enfermedad dependerá del tamaño y localización del tumor. La primera opción es la conservación del seno, pero hay casos en los que es necesario realizar una extirpación completa. En España cada año se realizan más de 20.000 mastectomías como parte del tratamiento del cáncer mamario.

Síndrome de la mama fantasma

Según informa la Clínica del dolor OnelifeCenter, tras una mastectomía, alrededor de un 30% de las mujeres pueden experimentar sensaciones en la zona donde han extirpado el seno. Esto se conoce como el Síndrome de la mama fantasma que, se estima, llega a ser doloroso en aproximadamente un 34% de estos casos.

Los especialistas de la Clínica aseguran que aunque pueda parecerlo, la sensación en la mama extirpada no es imaginaria, sino un problema físico. "El motivo es que la zona del cerebro reservada para interpretar las sensaciones de la mama extirpada todavía existe, de manera que si los nervios que antes de la mastectomía proporcionaban sensibilidad a esa mama envían señales al cerebro, y este las interpretará en forma de sensaciones referidas a esa mama que ya no tenemos", explican.

Cuando la mama extirpada duele, los profesionales aconsejan emplear fármacos como anticonvulsivos y analgésicos para el dolor que encuentra su causa en el sistema nervioso. El tratamiento del Síndrome de la mama fantasma se completa con intervenciones de psicólogos especializados en el tratamiento de pacientes con dolor para que enseñen a las pacientes afectadas a lidiar con el impacto emocional que supone haber perdido un miembro, así como a poder gestionar las sensaciones y el dolor.