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Maribel Tellado: "La prohibición del aborto obliga a muchas mujeres a elegir entre la muerte o la cárcel"

Hay nueve países que criminalizan el aborto sin excepciones y siete de ellos están en América Latina. 47.000 mujeres embarazadas mueren cada año por tratar de abortar al margen de la ley. La experta en Género de Amnistía Internacional España insiste en que "las decisiones sobre el cuerpo de las mujeres no deben tomarlas políticos ni jueces"

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Maribel Tellado, experta en Derechos Sexuales y Reproductivos de Amnistía Internacional España.

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MADRID.- El Parlamento polaco dio el visto bueno el pasado viernes a una iniciativa popular para castigar el aborto con penas de cárcel y permitirlo únicamente cuando la vida de la madre esté en peligro.​ Un día después, miles de personas se manifestaban en Dublín para reclamar al Gobierno que plantee en un referéndum la modificación de su ley que, como la polaca, sólo prohíbe la interrupción del embarazo excepto si hay riesgo para la madre.  

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La experta en Derechos Sexuales y Reproductivos de Amnistía Internacional EspañaMaribel Tellado, advierte de que de las leyes más restrictivas están "obligando a dar a luz a niñas violadas y a que mujeres con enfermedades incompatibles con el embarazo deban elegir entre morir o pasar años en la cárcel". 

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¿En qué países está prohibido y penado el aborto? ¿Dónde hay leyes más restrictivas?

Según el informe anual 2015/2016 de Amnistía Internacional, hay nueve países en el mundo que criminalizan el aborto sin excepciones expresas. Siete de ellos, están en América Latina y Caribe: El Salvador, Nicaragua, Chile -aunque la Cámara de Diputados aprobó en marzo la despenalización del aborto en tres causales (peligro de la vida de la madre, malformación fetal y violación), la iniciativa todavía tiene que ser aprobada por el Senado-, Honduras, República Dominicana, Surinam y Haití. Los otros dos son El Vaticano y Malta.

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Como dice, Chile dio un paso histórico permitiendo el aborto en tres supuestos. Sin embargo, en América Latina este asunto sigue siendo una asignatura pendiente.  ¿Cuál es el panorama actual, ha habido avances o retrocesos?

El panorama actual continúa siendo desolador ya que la mayor parte de las regiones de América Latina y Caribe navegan a contracorriente en la despenalización del aborto. Además de El Salvador, en Nicaragua, por ejemplo, tampoco se reconoce el aborto en caso de violación. En este país, la mayoría de las víctimas de violencia sexual son menores de 17 años, mayoritariamente niñas de entre 10 y 14 años, que se quedan embarazadas a causa de una violación y tienen que llevar a término el embarazo o someterse a un aborto ilegal y no seguro, corriendo el riesgo de ser encarceladas si son descubiertas. 

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Polonia acaba de recrudecer su ley con penas de cárcel a las mujeres que interrumpan su embarazo excepto si sus vidas corren peligro. ¿Cómo está la situación en Europa? ¿Cree que podemos darnos por 'satisfechos'?

No, todavía queda mucho por hacer. En Irlanda, por ejemplo, la nueva Ley de Protección de la Vida durante el Embarazo castiga el aborto con condenas de prisión de hasta 14 años. Esto pone de manifiesto que se están cuestionando los derechos de mujeres y niñas a expresar su sexualidad y a tomar decisiones sobre su cuerpo. Un dato: cada día, entre 10 y 12 mujeres que viven en Irlanda viajan a Inglaterra para abortar. La mayoría tiene entre 20 y 34 años. Interrumpen su embarazo por diversas razones, pero el motivo de su viaje es el mismo.

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Desde el año pasado, España obliga a las menores de 18 años y a las mujeres con discapacidad intelectual a obtener el consentimiento de su padre, madre o tutor para abortar. ¿Qué le parece?

Tanto el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer como el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Cuestión de la Discriminación contra la Mujer en la Legislación y en la Práctica instaron a España a no restringir el acceso de mujeres y niñas a estos servicios. Asimismo, el Comité de Derechos Humanos recomendó a España que se asegurara de que ninguna barrera legal obligaba a las mujeres a recurrir al aborto clandestino, que ponía en peligro su vida y su salud.

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¿Qué supone para las mujeres y para la sociedad en general vivir en un país donde esté prohibido abortar?

En estos países, las mujeres y las niñas pagan un elevado precio por las restricciones impuestas al aborto legal y seguro. El precio es su salud, su bienestar e incluso su vida (por peligros asociados al embarazo o por suicidio). Además, en muchos casos se enfrentan a penas de cárcel y, en términos sociales, a un estigma que les persigue el resto de su vida.

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¿Qué riesgos suponen y cómo se practican los abortos clandestinos? 

47.000 mujeres embarazadas mueren cada año por complicaciones derivadas de abortos en condiciones de riesgo.

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