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Cientos de edificios destruidos, cortes de luz, escasez de suministros y cuarenta y ocho personas fallecidas. Estas fueron las terribles consecuencias de la ofensiva militar israelí que asoló Gaza el pasado agosto. Meses después, el eco de los heridos y de la desolación sigue resonando con fuerza en los 365 km² en los que intenta sobrevivir la población palestina. Para esta familia, el consuelo no existe.
Ahmad, de once años, y Moamen, de cinco, cruzaron la calle que separaba su casa del mercado. Unos segundos después, una fuerte explosión alertó a sus padres y su abuela, quienes salieron de casa en busca de los hermanos. La imagen que encontraron fue desoladora: sus pequeños cuerpos estaban en la acera cubiertos de sangre. Una bomba había caído en el mercado. Ahmad y Moamen fueron asesinados.
De las cuarenta y ocho personas que murieron en los bombardeos, diecisiete eran menores de edad. Ahora solo quedan sus recuerdos y el desgarrador dolor de sus familias. Nada justifica la violencia pero, ¿asesinar a niños?, ¿cómo puede seguir sucediendo algo así? Son palestinos, y parece que para muchos no importan.
Los bombardeos son, en realidad, un arma más en la larga lista utilizada por Israel para destruir Gaza. Matan las bombas, por supuesto, pero también la falta de electricidad, de oportunidades de trabajo, de permisos para salir de la zona y recibir tratamiento… Gaza está al borde del colapso porque, en 2007, Israel impuso sobre la Franja un bloqueo por tierra, mar y aire.
Esto, además de ser totalmente contrario al Derecho Internacional, supone una violación masiva de los Derechos Humanos. En Gaza viven más de 1,9 millones de personas y te preguntarás, igual que seguimos haciendo nosotros, qué ha hecho la Comunidad Internacional en estos años. La respuesta es clara y contundente: absolutamente nada.
Por eso hemos lanzado esta recogida de firmas, para exigir el fin del bloqueo sobre la franja de Gaza. Puedes firmar entrando aquí>>
¿Qué supone un bloqueo como este?
La estrategia sobre Gaza ha sido la de convertir la Franja en una cárcel a cielo abierto. La población vive sin libertad para salir de los escasos kilómetros de extensión de un territorio donde todo escasea. La crisis humanitaria es gravísima y la gran mayoría de los hogares dependen, única y exclusivamente, de la ayuda de las organizaciones.
Los pasos fronterizos están bloqueados y controlados por fuerzas israelíes y conseguir un permiso para salir de Gaza es una odisea que puede tardar semanas, meses o incluso años en tener luz verde. La llegada de suministros es escasa, el paro está disparado y es prácticamente imposible reconstruir los colegios y los hogares destruidos tras los ataques. Así están viviendo ahora mismo, entre escombros:
Están encarcelados en su propia tierra, sin oportunidades y sin esperanza. Su situación es insostenible y la población está asfixiada. ¿Lo vamos a permitir? Ayúdanos a cambiar todo esto, ayúdanos a luchar por la población refugiada de Palestina >>
Los más de quince años de bloqueo afectan, y mucho, a la salud de las mujeres, hombres y niños que habitan la franja de Gaza. En los últimos años, el número de suicidios ha aumentado de manera alarmante (y cada vez son más jóvenes quienes toman esta decisión) y la población infantil de la Franja, que representa a más del 50% de sus habitantes, necesita ayuda psicológica urgente.
Pero, ¿sabes lo peor? El bloqueo israelí ha provocado que los escasos centros de salud de Gaza estén sin recursos, materiales y tecnología suficiente. Cuando una persona enferma de gravedad y no hay tratamiento para su enfermedad dentro de la Franja, su única solución es salir de Gaza. Y entonces, queda en manos de Israel otorgarle ese permiso o no. Hay niños y adultos con cáncer que no reciben su quimioterapia, hay padres que no pueden acompañar fuera de Gaza a sus hijos con tan sólo unos meses de vida. Basta, no puede seguir así.
Desde el primer día, UNRWA ha estado a su lado, y lo seguirá estando, pase lo que pase, pero nosotros no queremos que la vida de 1,9 millones de personas dependa, única y exclusivamente de nuestra ayuda. Queremos soluciones justas y definitivas y, por eso, exigimos que se ponga fin a esta horrible situación. Pero no lo podemos hacer solos.
Hemos creado una petición en la que más de 40.000 personas ya han firmado para que el fin del bloqueo sea una realidad. Como muchas veces se ha dicho, solo el pueblo salva al pueblo, y esta puede ser una ocasión única de demostrarlo. Estamos buscando a mujeres y hombres comprometidos, valientes y que no quieren mirar para otro lado cuando las cámaras se apagan y el sufrimiento de estas personas ya no "es noticia". Te estamos buscando a ti, únete y firma nuestra petición Tu voz debe alzarse junto a las nuestras para romper el silencio en Gaza.
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