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La derecha despoja al Orgullo de sus símbolos mientras recorta los derechos del colectivo: "Solo les interesa el dinero"

El Ayuntamiento de Madrid escenifica un año más el borrado de las insignias clave del colectivo LGTBI+ e ilustra la reivindicación con estereotipos.

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Montaje de dos imágenes, los carteles del MADO a la izquierda, y la manifestación del Orgullo Crítico de 2023 a la derecha. — EuropaPress

madrid,

Tacones, condones y copas. Son los símbolos que ha elegido el Ayuntamiento de Madrid para representar al colectivo LGTBI+ en la fecha más significativa del año para sus reivindicaciones. La reacción ante el cartel de la Manifestación Estatal del Orgullo (el MADO) ha sido de profundo desconcierto e indignación. Tanto la oposición como las organizaciones LGTBI+ señalan la estigmatización, los estereotipos y, sobre todo, el borrado que implica esta decisión para la comunidad.

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Un informe reciente puso a Ayuso como ejemplo del retroceso mundial en derechos LGTBI+

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Las activistas LGTBI+ ven en este gesto una muestra más de las políticas de recortes que está llevando a cabo la derecha con la ultraderecha en las comunidades y consistorios donde gobiernan. El pasado mes de mayo, un informe de ILGA, asociación global de referencia en defensa de los derechos LGTBI+, destacó los recortes en la Comunidad de Madrid como un ejemplo de retroceso en los derechos del colectivo a nivel mundial. La decisión del Gobierno regional provocó numerosas manifestaciones y un enfrentamiento con el Ejecutivo estatal.

La propia ministra de Igualdad, Ana Redondo, mencionó en esta entrevista para Público "elementos irreconciliables" entre posturas a la hora de discutir con el Partido Popular madrileño los recortes en las leyes LGTBI+. Ante esto, el Gobierno continúa estudiando llevar al Tribunal Constitucional la derogación.

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El auge de la ultraderecha y el aumento de los delitos de odio

Abraham Mesa (Proyecto Chueco), sobre el borrado del cartel: "Han reducido el Orgullo a la fiesta"

En palabras de Abraham Mesa, coordinadora de Proyecto Chueco, se trata de una forma de reduccionismo y censura en la línea de lo que se ha visto en los últimos años. "Del Orgullo solo les interesa el dinero. Lo han reducido a la fiesta, vaciándolo de contenido reivindicativo y borrando años de lucha LGTBIAQ+. Se ríen mientras aumentan las agresiones y los delitos de odio por el avance de la ultraderecha. Menosprecian nuestra lucha", explica la activista. Según el Ministerio del Interior, en 2023 los delitos de odio aumentaron un 33%, con los ataques por género, identidad u orientación en segundo lugar.

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Los iconos elegidos son también una forma de asociar al colectivo únicamente con estereotipos que estigmatizan. "El símbolo del condón añade estigma a nuestra comunidad, especialmente a las maricas, asociándolos con el VIH. Los tacones y copas reducen al colectivo a hombres gays y travestis, ignorando otras diversidades, y sugieren que solo beben y se enferman a través del sexo. Además, nos convierte en un parque temático para la sociedad. El Orgullo es primero de todo una reivindicación", insiste Mesa.

Para las activistas, el preservativo en primer plano parece remarcar una correlación entre las infecciones de transmisión sexual (ITS) y la comunidad LGTBI+ como ya lo había hecho Vox en otras ocasiones. En 2022, Alicia V. Rubio, ex parlamentaria del grupo de ultraderecha en la Asamblea de Madrid, le llegó a decir a Eduardo Rubiño, de Más Madrid, entre risas y burlas que se cuidase mucho en el Orgullo.

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De los abanicos sin color a las políticas de recortes

No es la primera vez que ocurre algo similar. El año pasado también hubo polémica y enfado con el cartel del MADO. El Ayuntamiento decidió encargar una representación en la que se sustituyó la bandera arcoíris por unos abanicos con colores apagados. Aquello ocurría en un momento en el que la llegada de Vox a las instituciones había provocado una oleada de casos en los que la ultraderecha pedía retirar las banderas LGTBI+ de fachadas, fiestas, pasos de cebra o bancos.

Cada vez que se aproxima el mes del Orgullo esta lógica se repite. Este abril, PP y Vox tumbaron tres iniciativas parlamentarias para visibilizar al colectivo y condenar la LGTBIfobia en les Corts Valencianes. Entre ellas, colgar la bandera arcoíris en la institución. Tras la polémica, el PP ha asegurado que sí colgará la insignia.

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Uno de los carteles del MADO de 2023 encargados por el Ayuntamiento de Madrid.

Para Carla Antonelli, diputada de Más Madrid, esto es parte de una estrategia prolongada de borrado que empezó con los intentos de eliminar el Orgullo de Ana Botella. "Presentan una imagen distorsionada a propósito. Hay órdenes explícitas de no mostrar banderas LGTBI+ o trans", denuncia la histórica activista. Antonelli ve también un hilo conductor con las políticas del Gobierno de la Comunidad de Madrid, especialmente tras la derogación parcial de las leyes trans y LGTBI+. 

"Se ha creado una fobia específica hacia el colectivo. Nuestros colores son censurados por la extrema derecha, y el PP busca votos en ese nicho. Isabel Díaz Ayuso, que iba de lgtbifriendly (amigable con el colectivo) en 2012 con Cristina Cifuentes, ahora no se distingue de Vox. La extrema derecha no sube en Madrid porque Ayuso ya ocupa ese espacio", señala Antonelli.

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Frente al borrado, carteles con sentido crítico

Esta censura es una forma de hacer olvidar la memoria del colectivo y su propia cultura. Dos piezas que sustentan la reivindicación de cada año, sobre todo, del Orgullo alternativo, el Orgullo Crítico. Evento que apareció en clave de resistencia a la apropiación que las empresas han hecho del Orgullo estatal.

Cartel del Orgullo Crítico 2024.

El cartel de la manifestación alternativa de este año utiliza de manera central el triángulo rosa, símbolo con el que los nazis señalaban a las disidencias sexuales cuando les encerraban en los campos de exterminio. Este emblema funciona como un recordatorio de lo que pasó con la persecución a la comunidad LGTBI+ con los fascismos y, al mismo tiempo, es una llamada al recuerdo para la comunidad israelí.

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Tal y como explican desde la organización, la manifestación y el cartel son una resistencia clara al capitalismo rosa. Una forma de salir del pinkwashing que surge como término tras los intentos históricos de Israel de lavar su imagen de asedio a través de la comunidad LGTBI+. 

"Nuestro cartel tiene un sentido. Nos hemos apropiado de insultos como maricón y bollera. Somos las maricas, bolleras y trans las que salimos a la calle. Por otro lado, el triángulo rosa del cartel nos marca como lo hizo el nazismo y funciona como un recordatorio del exterminio del pueblo palestino, de cómo se asesina al diferente. Es una llamada de atención a Israel para que no repita con los palestinos lo que se hizo con ellos", explican desde la portavocía del Orgullo Crítico.

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Esta manifestación da un paso más allá y apuesta por salirse del corporativismo y la derechización que se da en el MADO. Así, su cartel intenta representar la interseccionalidad de la lucha LGTBI+ (unida a la causa palestina, entre otras) y la propia memoria política del colectivo. 

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