Defensoras de los animales interrumpen la audiencia semanal del Papa: "Las corridas de toros son pecado"
Según ha informado PETA, organización animalista responsable de la acción, su intención ha sido exigir al pontífice "que corte los lazos de la Iglesia Católica con la tauromaquia y use su influencia para condenar esta práctica sangrienta".
Dos mujeres han irrumpido este miércoles, de forma pacífica, en la audiencia general que el papa Francisco celebra cada semana en el Vaticano para exigir el fin de la tauromaquia, así como denunciar la connivencia y complicidad de la Iglesia con los organizadores de esta práctica. Tal y como ha informado PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), organización animalista responsable de la acción, su propósito ha sido obligar al cabeza de la Iglesia a tomar posición sobre las corridas de toros.
Se trata, afirman, de exigir al pontífice "que corte los lazos de la Iglesia Católica con la tauromaquia y use su influencia para condenar esta práctica sangrienta". La asociación, con base en los Estados Unidos, cuenta con tres millones de miembros y partidarios, millones de seguidores en las redes sociales y actualmente está consagrado como el mayor grupo por los derechos de los animales en el mundo.
La protesta se ha desarrollado mientras una mujer leía un pasaje del Evangelio en el pasillo del Aula Pablo VI del Vaticano, donde se encontraba el pontífice (aunque muy lejos de lo ocurrido, sin llegar a enterarse de la acción en ese momento). Las manifestantes, cuando consiguieron introducirse en el interior del recinto, exhibieron carteles en los que podían leerse mensajes en inglés e italiano como "Las corridas son pecado". También portaron camisetas blancas con el lema "Dejen de bendecir corridas".
Al poco tiempo de iniciar su reivindicación, las activistas por los derechos de los animales fueron desalojadas por la Gendarmería vaticana (guardia suiza) sin oponer resistencia. Pese a la interrupción, la audiencia pudo continuar y, tras la catequesis semanal, que Francisco había retomado tras el parón de julio por vacaciones, ha vuelto a poner el foco en la situación en Oriente Medio. En esta línea, ha pedido oraciones para la que la "búsqueda sincera de la paz estimule el establecimiento de acuerdos, el amor venza al odio y la venganza sea desarmada por el perdón".
Asimismo, el cabeza de la Iglesia también ha hecho referencia, durante sus plegarias, a Ucrania, Birmania y Sudán. "Unamos nuestros esfuerzos y nuestras oraciones para que se eliminen las discriminaciones étnicas en regiones de Pakistán y de Afganistán. Especialmente las discriminaciones contra las mujeres", ha concluido en la ceremonia.
PETA insta de nuevo a la Iglesia a condenar la tauromaquia
La organización animalista ya había exigido en anteriores ocasiones al papa Francisco que alce la voz en contra de la tauromaquia a través de cartas firmadas por sacerdotes, protestas, interrupciones y campañas publicitarias. De hecho, el pasado enero tuvo lugar una protesta similar cuando dos jóvenes entraron en la Basílica de San Pablo Extramuros para la celebración de las Segundas Vísperas por la solemnidad de la Conversión del Apóstol San Pablo.
A su juicio, los propios textos sagrados del cristianismo hablan de respeto hacia todos los seres que habitan el planeta. Por ello, deberían rechazarse, en el seno de la Iglesia católica, todas aquellas prácticas que van en contra de los derechos de los animales.
"La Biblia nos pide mostrar compasión hacia todas las criaturas de Dios, sin embargo, los toros están siendo atormentados, apuñalados y asesinados frente a multitudes que se burlan, mientras los agresores son bendecidos por sacerdotes católicos", ha denunciado Mimi Bekhechi, vicepresidenta de PETA para el Reino Unido y Europa. Así, desde PETA han apelado directamente al papa para que condene "la cruel industria de las corridas de toros y rompa los lazos de la Iglesia con estos sangrientos y despiadados espectáculos".
De igual manera, alegan, decenas de miles de toros son asesinados cada año en festivales taurinos alrededor del mundo, muchos de los cuales se celebran en honor a santos católicos. Por ese motivo, desde PETA han hecho hincapié en que el propio papa escribió en su encíclica Laudato Si que "cada acto de crueldad hacia cualquier criatura es contrario a la dignidad humana'".
En la obra, propone unos nuevos hábitos de consumo para que La Tierra no se convierta en "un inmenso depósito de porquería" y, a lo largo de seis capítulos y casi 200 páginas, hace un llamamiento urgente a crear un sistema normativo que incluya "límites infranqueables" y asegure la protección de los ecosistemas. En esta misma línea, ya en el siglo XVI, el papa Pío V prohibió las corridas de toros por considerarlas espectáculos "crueles" y propios "del demonio".
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