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¿A qué se debe que la esperanza de vida en el Campo de Gibraltar sea seis años inferior a la de municipios de Madrid?
Plataformas sociales de esta comarca del sur de Cádiz llevan años reclamando un plan integral para acabar con el abandono y la falta de infraestructuras en una zona de triple frontera marcada por el narcotráfico.
Sevilla-Actualizado a
No es lo mismo residir en un municipio que en otro. En una punta del país o en
otra. No. De ello depende, incluso, la vida, la esperanza de vida. Quienes viven en La Línea, en la provincia de Cádiz, tienen, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, seis años y medio menos de esperanza de vida que quienes habitan en Pozuelo de Alarcón o en Majadahonda. Y los vecinos de Algeciras, cinco años menos. Algeciras y La Línea son las dos localidades más importantes del Campo de Gibraltar, en Cádiz, y están, junto a la capital gaditana, entre los cinco municipios de España donde, estadísticamente, se muere a una edad más temprana.
El Campo de Gibraltar es la comarca gaditana que rodea el Peñón del mismo nombre, un cacho de tierra que forma parte de otro país, ya ni siquiera de la Unión Europea. También es frontera marítima con Marruecos, con otro continente, África, donde la esperanza media de vida está en los 64 años, 15 años y medio menos que en La Línea, que no llega ni a los 80, y 22 menos que en los municipios ricos de Madrid. Parece que las probabilidades van bajando según se desciende en el mapa como sube la temperatura de un termómetro conforme avanza una epidemia. Y esa triple frontera es la que ha marcado la vida de los habitantes —272.000 actualmente— de los ocho municipios de la comarca, para lo bueno y, sobre todo, para lo malo.
Los datos del paro en esta comarca dan pistas de por dónde pueden ir los tiros. La Línea es el municipio de España, después de Linares, en Jaén, con la mayor tasa de desempleo, más de un 30%, según los Indicadores Urbanos del INE que hace una estimación con datos de la Encuesta de Población Activa y del paro registrado en un año. En Algeciras, el paro estaba situado el pasado abril en el 28% y en los últimos diez años ha llegado a estar en varios ejercicios por encima del 30% e, incluso, del 35% en alguna ocasión. Y por renta media de sus habitantes, La Línea se encuentra entre los 30 ayuntamientos con los ingresos más bajos, 8.125 euros, tres veces menos que lo que ganan en los más ricos del país.
En La Línea se interviene en torno al 60% del hachís que se intercepta en todo el país
La Plataforma del Campo de Gibraltar Por tu seguridad, Por la de todos, formada por organizaciones sociales, sindicales y de asociaciones de las fuerzas de seguridad, aporta otro factor muy importante en un enclave estratégico de España y de la UE: en esta comarca se interviene en torno al 60% del hachís que se intercepta en todo el país, droga de la que Marruecos, al otro lado de la frontera marítima, es el principal productor mundial, junto a Afganistán. Esta plataforma se creó, precisamente, como respuesta ante la espiral de violencia que iniciaron hace unos años las organizaciones de narcotraficantes de la zona, uno de cuyos momentos álgidos fue el asalto de veinte encapuchados al hospital de La Línea en febrero de 2018 para liberar a un compañero del clan de Los Castañitas, herido al ser detenido por la Policía, un episodio que recordó mucho a la forma de operar de los carteles mexicanos.
La cosa se estaba yendo ya de madre. Y entendieron que había que reaccionar antes de que el Campo de Gibraltar se convirtiese en la Sinaloa o en el Cali de España, una suerte que también había estado a punto de correr una parte de Galicia al principio de los años noventa, cuando el juez Baltasar Garzón puso en marcha la Operación Nécora que trituró las redes de los grandes narcos de las Rías Baixas. La Plataforma elaboró un Plan Integral con una serie de medidas, a su entender fundamentales, para sacar a esta comarca del sur de Cádiz del atraso y el abandono que la habían dejado al albur de las organizaciones criminales que trafican con droga y también con personas, transportando migrantes desde Marruecos en pateras.
La plataforma llevó el plan a los grupos del Congreso de los Diputados y a los del Parlamento Europeo, donde pudieron leer un documento en el que se describe una realidad bastante desesperanzadora, igual que la que arrojan los datos del INE: "La falta de expectativa de empleo de calidad o el acomodamiento al alto estatus que da el enriquecimiento ilícito y fácil que supone el narcotráfico para determinada horquilla social que vive en la comarca del Campo de Gibraltar ha hecho que exista más de un 30% de paro en la población general y que supera el 70% en los jóvenes de ciertos barrios tanto de Algeciras como de la Línea de la Concepción".
La pobreza grave puede conducir a actividades relacionadas con el narcotráfico
Tras lo cual, se añade: "Esta situación de desempleo ha provocado problemas de pobreza grave y marginación social, incrementándose considerablemente el número de familias en las que no trabaja ninguno de sus miembros, y se recurre, como se ha apuntado anteriormente, a actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico, simplemente por lo que podíamos llamar el narco bienestar, narco herencia".
"Hemos sufrido un abandono histórico"
Francisco Mena, portavoz de la plataforma y con una larga trayectoria en el campo de la lucha contra las drogodependencias y la exclusión con la Coordinadora Alternativas, aporta otro dato más: la tasa media de absentismo escolar en el Campo de Gibraltar es siete veces mayor que en el resto de la
provincia de Cádiz. Pero, ¿qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Por qué esta comarca sufre los peores índices en tantos ámbitos cruciales para el bienestar de la población? ¿Dónde está el origen de tanto desastre? Su respuesta es contundente: "Aquí hemos sufrido un abandono histórico. El Estado nos abandonó a nuestra suerte".
Abandonados pero no en un lugar cualquiera. Abandonados en un cruce de tres fronteras donde las actividades ilícitas se extienden como la espuma a un lado y otro, donde el estraperlo y el pequeño tráfico sirvieron de bote salvavidas mientras crecían hasta convertirse en transatlánticos inexpugnables. Volviendo a las comparaciones con México, se podría hasta hacer una versión local de una frase ya histórica en ese país, que en este caso diría algo así: "Pobre Campo de Gibraltar, tan lejos de Madrid (o de Bruselas), y tan cerca de Gibraltar y de Marruecos".
Al hablar con cualquiera en esta comarca gaditana el primer "abandono" que menciona es el de las infraestructuras, es decir, las infraestructuras que no se han hecho para que este rincón de Andalucía, de España, pueda salir de su atraso socioeconómico. Y la primera de ellas que se cita es la ferroviaria. Pese a que Algeciras es el primer puerto del país en tráfico de mercancías y de pasajeros, y uno de los más importantes de Europa, dispone de una conexión por tren más bien de la primera mitad del siglo XX. Hasta Bobadilla, cerca de Antequera, en la provincia de Málaga, la vía aún no ha sido electrificada ni
desdoblada, de modo que las locomotoras que circulan en ese tramo son de diésel.
El resultado es que un viaje en tren entre Algeciras y Sevilla, la capital de la comunidad, situada a menos de 200 kilómetros por carretera, dura una media de 5 horas y media, con trasbordo incluido en la estación de Antequera-Santa Ana. Y mientras tanto, al otro lado del Estrecho, el puerto de Tánger Med no deja de crecer, consolidando su liderazgo en todo el Mediterráneo, respaldado con la apertura de una línea de tren de alta velocidad que conecta con las dos capitales del país, la política, Rabat, y la económica, Casablanca.
El único tramo sin desdoblar de una carretera nacional
La segunda infraestructura que más se demanda en la comarca es la ampliación de la carretera N-340, la Nacional que va por toda la costa desde Barcelona hasta Cádiz y cuyo único tramo que no está desdoblado es el que va de Algeciras a Vejer de la Frontera. Ese desdoblamiento mejoraría mucho la conexión con la capital de la provincia y también con algunas de las zonas de costa que más turismo recibe, entre Tarifa y San Fernando.
Mena: "Lo que han hecho es negarnos las infraestructuras"
"Lo que han hecho es negarnos las infraestructuras que necesitamos para conseguir el desarrollo económico acorde con el potencial económico que tenemos", se lamenta Francisco Mena, que subraya la importancia que tiene el polo industrial de Algeciras y tras localidades del Campo de Gibraltar, la riqueza de los espacios naturales protegidos de la comarca y la ubicación estratégica en la puerta de entrada al Mediterráneo desde el océano Atlántico.
Los periódicos locales pueden ser los mejores observatorios de los problemas que afectan a la población donde están ubicados. Europa Sur es el principal periódico del Campo de Gibraltar, con sede en Algeciras, y su director, Javier Chaparro, sostiene que esta comarca sufre, sobre todo, un gran déficit en la comunicaciones por carretera y tren con el resto de la comunidad y del país, y que eso es lo que está lastrando su desarrollo socioeconómico.
"Es un territorio olvidado a nivel logístico –dice Javier Chaparro–. Y esto redunda en la creación de empresas y en la expansión económica de la comarca. Pero a pesar de eso, el puerto de Algeciras es el primero de España en pasajeros y mercancías, y el cuarto de Europa en mercancías, también. Eso hay que subrayarlo, porque estamos en una zona estratégica".
Miguel Alberto Díaz, veterano sindicalista y presidente de una popular asociación algecireña, Barrio Vivo, comparte el análisis sobre la falta de infraestructuras que padece el Campo de Gibraltar, que él atribuye, en parte, a los "celos" que despierta en la capital de la provincia el desarrollo de una zona desde la que en algún momento se ha llegado a promulgar su separación para crear la novena provincia andaluza. Y también a los "celos" de otras comunidades españolas, como la Valenciana, que compiten duramente con Algeciras para atraer más tráfico de contenedores y ser el puerto más importante de España en el Mediterráneo. "Estamos en una situación muy difícil. Nos habían prometido inversiones y otros territorios están creciendo antes que nosotros", resume.
Las causas sanitarias de una menor esperanza de vida
Sin embargo, aparte de las causas socioeconómicas, tiene que haber otras razones que expliquen la menor esperanza de vida de la población de esta zona; las sanitarias, por ejemplo. El doctor en Salud Pública y profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona Joan Benach advirtió ya en 2011, en una conferencia que dio en Algeciras, del alto nivel de mortalidad en algunos municipios, sobre todo por cáncer, rebatió los informes realizados por la Junta de Andalucía que negaban entonces una vinculación con la contaminación procedente de las industrias petroquímicas de la comarca y demandó estudios pormenorizados e independientes para determinar los motivos.
Posteriormente, en julio de 2013, un grupo de expertos hizo un informe para el Defensor del Pueblo Andaluz sobre el exceso de mortalidad y morbilidad en el Campo de Gibraltar detectado en varias investigaciones. En su dictamen, concluyeron que la información entonces disponible no permitía establecer de forma definitiva las causas concretas de una "mayor mortalidad histórica", que se había reducido desde la década de los noventa hasta equipararse a la del resto de España. No obstante, los expertos recomendaron que, dada la gran relevancia de los condicionantes sociales en los problemas de salud analizados, especialmente en el caso de La Línea, las administraciones públicas potenciasen sus intervenciones para abordar el desempleo, la pobreza y la exclusión social.
"Aunque existen limitaciones en el conocimiento de las causas de la mayor mortalidad observada históricamente en el Campo de Gibraltar, se sabe lo suficiente para mejorar el estado de salud de la población interviniendo sobre sus principales condicionantes, especialmente los sociales, de estilos de vida, medioambientales o laborales", advertía el informe.
Uno de los integrantes del grupo de trabajo que hizo aquel dictamen para el Defensor del Pueblo como experto de la Delegación Provincial de Salud y del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, Antonio Escolar Pujolar, explica ahora a Público que lo que dicen las evidencias científicas "aquí y en muchos otros países", es que, de acuerdo como esté situado un individuo o comunidad en la escala social, "estará a lo largo de toda su vida más o menos expuesto a riesgos para la salud (ambientales, laborales, alimentarios, de estilo de vida)", y será más o menos vulnerable a que esas exposiciones acaben o no en una enfermedad.
Según Antonio Escolar, el Campo de Gibraltar acumula una historia de empobrecimiento secular
Según Antonio Escolar, el Campo de Gibraltar acumula una historia de empobrecimiento secular, con cifras muy altas de desempleo y niveles educativos bajos. "Este sustrato –explica– ha alimentado y alimenta las condiciones de vida que facilitan las exposiciones y vulnerabilidades de riesgo para una mala salud. Una parte mayoritaria de su población ha estado sometida de forma negativa al efecto de estos determinantes sociales de la salud. La problemática del narcotráfico en la zona es, en parte, un reflejo de esta historia social, muy ligada a la historia del poder económico en la zona. Una parte de su población ha optado, de forma más o menos voluntaria, por 'buscarse la vida' en este ámbito ilegal, como en otros momentos se dedicó al contrabando de tabaco".
Sin embargo, para hacer frente a toda esa problemática, los distintos gobiernos, tanto autonómicos como estatales, no han dedicado, según Escolar, los recursos adecuados con el fin de atajar las causas. "Es un reflejo de que los sobreesfuerzos que se deberían haber hecho para compensar la desigualdad no se han hecho y siguen sin hacerse, habiéndose optado al parecer por dar prioridad a los asuntos de orden público", añade.
En cuanto al ámbito estricto de la salud, este experto considera que "los problemas de infradotación sanitaria pública (humana y material) que se han intentado remediar con irregular intensidad (en el ámbito oncológico y cardiovascular)" constituyen "un determinante proximal de los malos datos de mortalidad, así como el deterioro generalizado al que se encuentra sometida la atención primaria". Y concluye: "el avance de la recursos sanitarios privados en la zona sería, en parte, una consecuencia del abandono al que han sido sometidos los servicios sanitarios públicos. Este elemento no hace sino aumentar aún más la magnitud de las desigualdades sociales en salud".
Más de veinte años para construir un nuevo hospital
Juan José Uceda fue el portavoz de la Plataforma que durante muchos años estuvo reivindicando la construcción de un hospital en La Línea que sustituyese al viejo centro hospitalario abierto durante la dictadura franquista. El nuevo hospital no se inauguró, sin embargo, hasta 2018, más de dos décadas después de que la sociedad linense empezase a salir a la calle para exigir una atención hospitalaria digna.
Uceda no está de acuerdo con los informes de la Junta de Andalucía que hace años achacaron a un elevado consumo de tabaco, y no a la polución de la industria de la zona, los altos índices de mortalidad del Campo de Gibraltar, en contra de la tesis defendida por investigadores como el mencionado Joan Benach. Por esa razón, él cree que hay que hacer un estudio epidemiológico en profundidad que determine de una vez las razones de indicadores estadísticos como el del INE que sitúan en La Línea la menor esperanza de vida de toda España, una localidad donde, dice, hay poca contaminación por coches y la dieta de la población es, por lo general, de tipo mediterráneo.
Una vez abierto el nuevo hospital, la sanidad pública de este municipio tiene ahora, a juicio de quien fue portavoz de la plataforma que luchó durante años por ese recurso, los problemas de otras partes de Andalucía y de España: falta de profesionales sanitarios, principalmente en Atención Primaria y en algunas especialidades, y de otro centro de salud en una localidad con más de 63.000 habitantes en la que actualmente sólo hay tres, en medio de un panorama de progresiva privatización de la atención, tal como está ocurriendo en todo el sistema sanitario andaluz.
Incentivos para atraer a profesionales
La falta de profesionales públicos, en la sanidad, la educación y la justicia,
fundamentalmente, es otra de las dificultades con la que se topa esta comarca, a la que muchas personas prefieren no ir a trabajar por todo lo relatado anteriormente: por las malas comunicaciones, la carencia de infraestructuras, las noticias que les llegan sobre la actividad criminal del narcotráfico, por todo el estigma que pesa sobre la zona, en suma. Debido a eso, en el Plan Integral para el desarrollo de la comarca presentado en Madrid y Bruselas se incluye la creación de la figura de la Zona de Especial Singularidad, similar a la que se implantó en Euskadi en la época del terrorismo para incentivar con pluses y
otras prerrogativas laborales a funcionarios y otro personal público que declinaban ir a trabajar a esa comunidad, según explica Francisco Mena.
En los dos últimos años se le han incautado al narcotráfico andaluz 814 toneladas de droga
De momento, el Plan Integral es sólo un documento. El único plan que se encuentra en marcha en el Campo de Gibraltar, y que está dando buenos resultados, según todas las personas que han hablado para este reportaje, es el de Seguridad puesto en marcha por el Ministerio del Interior en 2018. Este plan abarca ya seis provincias andaluzas para atacar a las organizaciones del narcotráfico en todos sus enclaves logísticos y, según su último balance, se ha saldado en los dos últimos años con 60.573 detenciones, 6.056 de ellas por tráfico de drogas y contrabando, y la aprensión de 814 toneladas de droga (un 89,6% de hachís, un 3,8% de cocaína y un 6,6% de marihuana).
La Plataforma Por tu seguridad, Por la de todos considera que esos datos son, sin embargo, sólo la punta de un iceberg, entre otras razones porque, según sus estimaciones, no se incauta más del 25% del hachís que llega desde Marruecos a las costas de Cádiz. Este colectivo calcula que el narcotráfico puede estar generando en el Campo de Gibraltar en torno a 300 millones de euros anuales, un PIB del que vive mucha gente en una cadena muy larga y alambicada, que va desde quien mete los fardos en una playa hasta quien blanquea cualquier rastro del dinero.
Pero la sociedad de Algeciras, de La Línea, de San Roque, la de todos los municipios de esta comarca gaditana no quiere vivir toda la vida en un estado policial de lucha contra los narcotraficantes. "El narcotráfico –dice Mena– se alimenta del paro, de la pobreza, de la falta de oportunidades. Pero para acabar con esto no llega sólo con más policías. La solución pasa por cambiar el círculo vicioso en el que entra la gente joven, fomentar la formación profesional, que tengan al menos la oportunidad de elegir entre una cosa y otra, que a día de hoy muchos jóvenes no tienen. Y en el Campo de Gibraltar ya hemos perdido dos generaciones con el narcotráfico".
En el horizonte se asoman nuevos nubarrones que podrían complicar aún más la ya de por sí compleja realidad de este cruce de fronteras, de esta triple frontera del sur de España y de la UE. Ese horizonte incierto es el del Brexit que ha sacado a Gran Bretaña de la Unión Europea y, por tanto, a su territorio en Gibraltar. En el Peñón trabajan unos 9.000 vecinos de los municipios limítrofes del Campo de Gibraltar y allí, además, tienen una más que importante cartera de clientes muchas empresas de esta comarca.
De cómo se resuelva legalmente esa nueva frontera, el paso de personas y mercancías de uno a otro lado de la llamada Verja, dependerá en gran medida el futuro de esta comarca gaditana. De momento, UE y Reino Unido están en negociaciones, aunque los conflictos que están generando los acuerdos fronterizos en Irlanda no suponen, precisamente, un buen presagio.
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