Emma Carolina Escober, una mujer hondureña de 40 años, estaba cuidando a Francisco, un señor de 82 años, cuando la riada irrumpió en Benetússer, una pequeña localidad valenciana que figura entre las 75 afectadas por la DANA. Aquel día murieron allí al menos diez personas. De repente se fue la luz, el agua empezó a subir, alcanzó la vivienda de Francisco en el primer piso y ella creyó que el anciano bajo su responsabilidad podría morir. La experiencia dejó a Emma Carolina traumatizada. La palabra que más repite al repasar aquel día es "angustia". Desde entonces tiene problemas para dormir y está perdiendo el cabello. Francisco pudo salvar su vida gracias a esta mujer y a varios vecinos del edificio. Entre todos, pudieron subirlo al piso de Rut Moyano en la cuarta planta. Aquella noche durmieron en ese hogar más de 20 personas. Rut recuerda que Emma Carolina no quiso separarse de Francisco ni un minuto. Pasó la noche tumbada en el suelo, junto a la cama del hijo mayor de Rut, que es en la que durmió Francisco.

Emma Carolina no tiene papeles. Está en situación administrativa irregular. Llegó a España hace cuatro meses con el sueño de encontrar una vida digna pero la DANA pulverizó esa esperanza. Todavía no ha conseguido empadronarse y vive de prestado en casa de una amiga en Torrent, a casi tres horas a pie del piso de Francisco. Emma Carolina está desesperada por encontrar una habitación en Benetússer porque en su mar de incertidumbre hay una sola certeza: "Yo voy a seguir cuidando a mi abuelo".

Emma Carolina no existe a ojos del Estado pero juega un papel esencial en la vida de otros. En València viven entre 43.000 y 47.000 personas en situación irregular, según las estimaciones del equipo de investigaciones de porCausa. Al igual que Emma Carolina, son invisibles a ojos del Estado y, por tanto, quedan excluidas de cualquier ayuda o medida prevista para volver a la normalidad. Emma Carolina se dedica al cuidado. ¿Quién la cuida a ella?

“No hemos aprendido nada”

Efectivos de la Policía Local de Badajoz o Jerez de la Frontera dirigiendo el tráfico junto agentes de la Policía Foral de Navarra. Soldados de la UME y bomberos drenando agua de los garajes. Voluntarios anónimos, la mayoría jóvenes, limpiando lodo sin descanso entre escombros y coches destruidos. Pequeños negocios repartiendo verdura, detergente, pan, lo que pueden, lo que les queda. Un mes después de la DANA, los municipios arrasados por el agua siguen ofreciendo un paisaje desolador y surrealista. En esta realidad viven un número desconocido de personas invisibles a ojos del Estado que también lo han perdido todo. Son ciudadanos de segunda clase y están desamparados. Al igual que sucedió durante la pandemia, la emergencia pone de relieve el papel fundamental de estas personas pero, de nuevo, el Estado los han abandonado.

La Generalitat Valenciana y el Gobierno de España han puesto en marcha ayudas de urgencia para las personas afectadas por el desastre. El requisito en la mayoría de estas prestaciones es tener el DNI, lo que excluye a miles de personas en situación irregular. La DANA no distingue de razas, credo u origen, pero el Estado sí. En Benetússer, localidad de clase trabajadora que creció en los años 50 y 60 por la inmigración procedente de Andalucía y otras zonas de España, son las redes comunitarias las que suplen al Gobierno y prestan apoyo a las personas migrantes sin papeles. En respuesta a este medio, el Ayuntamiento de Benetússer afirma estar preparando "un decreto de ayudas municipales que va a facilitar mucho la situación de las personas migrantes tanto en situación regular o irregular". El consistorio, bajo control del Partido Socialista, señala que facilitará viviendas provisionales y reforzará los canales de asesoramiento, y admite que "en estos momentos la respuesta no está siendo eficaz".

El Gobierno ha habilitado oficinas móviles de la Policía Nacional para que los vecinos afectados puedan renovar su DNI sin necesidad de desplazarse a València. Muchos migrantes que sí tienen permiso de residencia han perdido su NIE, pero para ellos no hay facilidades. Una de estas furgonetas policiales está cerca de la casa en la que Emma Carolina cuida a Francisco. Los tres agentes responden cruzándose de brazos cuando se les pregunta que por qué no renuevan también los NIE de personas extranjeras. A las preguntas de Público al respecto, el Ministerio del Interior responde que este trámite no está habilitado porque "requiere la intervención de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre". No especifica si sopesan algún cambio en este sentido. Quien quiera renovar su NIE está obligado a desplazarse a València.

"Ya lo vivimos en la covid, parece que no se ha aprendido nada", dice Eugenia Torres, de la asociación intercultural Candombe , que ayuda a personas migrantes afectadas por la DANA. Torres explica que la Generalitat habilitó una ayuda en la que no es imprescindible presentar el DNI, pero el proceso es "una quimera". Además, solo es posible pedir una ayuda por hogar y algunas viviendas alojan al mismo tiempo a muchas familias migrantes que viven hacinadas bajo el mismo techo porque no pueden permitirse otra cosa. "Son personas que estaban en una situación vulnerable y que han quedado en una situación aún más vulnerable".

Pedro Sánchez y sus ministros afirman liderar el "Gobierno más progresista" de la historia de España. De hecho el Ministerio de Trabajo está en manos de Yolanda Díaz, ex militante del Partido Comunista. Al igual que en la pandemia, el Gobierno ha puesto en marcha mecanismos para facilitar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo con los que los trabajadores de empresas afectadas por el desastre pueden cobrar el paro. El Ministerio de Trabajo también permite que los trabajadores afectados se ausenten de su puesto sin ser represaliados. Está terminantemente prohibido despedir a trabajadores por causas relacionadas con la DANA. Los migrantes en situación irregular quedan excluidos por completo de este paraguas laboral.

Aissam Edaoui llegó en 2021 a Torrent, una de las localidades afectadas. Este marroquí de 26 años trabajaba sin contrato en Paiporta haciendo labores de escayolista y pintor. Siguió trabajando tras la DANA, despertándose a las cinco de la mañana para llegar puntual a su faena a las ocho debido a la ausencia de transporte público. La semana pasada, su jefe, al que define como "buena gente", le dijo que "ya no hay faena". Aissam se acaba de mudar a casa de unos conocidos. Sin trabajo, no puede pagar su alquiler en Torrent. Este joven no puede acogerse al ERTE porque no tiene papeles, un problema que afecta a todas las personas trabajadoras en situación irregular. Ahora dedica su tiempo a preparar comida para los vecinos damnificados.

Este medio preguntó por email al Ministerio de Trabajo acerca de estos y otros testimonios de personas en situación irregular que fueron despedidas y que no pueden acogerse a los ERTE. La cartera que dirige Yolanda Díaz no respondió. Tampoco contestan a ninguna pregunta la Conselleria de Igualdad valenciana, la propia Generalitat Valenciana, Presidencia del Gobierno de España, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; ni los ayuntamientos de Alfafar, Algemesí, Picanya, Paiporta, Catarroja y Massanassa.

La lista de abandonos que viven las personas migrantes afectadas por la DANA no termina ahí. Manik Singh, ciudadano de India con permiso de residencia, iba a abrir su tienda de fruta en Paiporta el día 30, pero un día antes el agua arrasó todo. Ahora reparte alimentos gratis. Cuando fue a preguntar por las ayudas, "me dijeron que tenía que esperar y que todavía no", explica. Este y otros trabajadores extranjeros lamentan las dificultades para acceder a información relacionada con la emergencia. Singh no sabe durante cuánto tiempo más podrá tirar para adelante.

Gastón Ariel Rivero, que acude a diario para limpiar lodo y arreglar bicicletas en los pueblos más afectados, ya se ha acostumbrado a los cacheos por perfilamiento racial. Ahora "me dejan pasar porque saben lo que estoy haciendo", explica, "pero si tienes antecedentes o no tienes documentación, vas al calabozo directamente". El testimonio de este argentino coincide con el de decenas de chicos de ascendencia africana y latinoamericana: "Están parando y deteniendo sobre todo a gente migrante".

Según los datos más recientes, de las 222 vidas que se cobró el temporal en València, 26 eran extranjeras. La DANA arrasó en plena temporada de naranjas, mandarinas y caquis. Fuentes de colectivos migrantes temen que haya un elevado número de temporeros extranjeros desaparecidos y muertos a los que sería realmente difícil identificar. Son personas sin papeles, invisibles a ojos del Estado.

"Somos personas; por humanidad, ante una catástrofe no puedes dejar a la gente abandonada", señala Silvana Cabrera, portavoz de Regularización Ya. "Los migrantes defendemos el derecho de que esta también es nuestra tierra; quiero pensar que esta una oportunidad para corregir errores anteriores", sentencia. Este y otros colectivos migrantes siguen esperando avances en la Iniciativa Legislativa Popular que, tras conseguir más de 700.000 firmas con DNI, llevó al Congreso de los Diputados una propuesta para regularizar al medio millón de personas migrantes que viven en España sin papeles.

Con la colaboración de Patricia Macías, Dalila Olmo y Pablo Fernández.