Este artículo se publicó hace 4 años.
Del fútbol a los turistasCinco ejemplos que nos recuerdan que el dinero manda (incluso en plena pandemia)
La desescalada permite que se retomen ciertas actividades que suponen un fuerte impacto en la recuperación de la economía, mientras otras de gran impacto personal se ven obligadas a esperar.
Celia Vasco
Palma-
"Hay unos señores de Düsseldorf que ya están de vacaciones en España pero yo no puedo ir a ver a mi familia ni conocer a mi sobrina nueva hasta la semana que viene". Esta es una de las reacciones que se pueden encontrar en Twitter y que refleja el sentir de muchos ante la vuelta a la actividad de ciertos sectores a medida que avanza la desescalada y la paulatina entrada en la "nueva normalidad". Se trata de uno de los ejemplos que evidencian cómo, en la mayoría de las ocasiones, el beneficio económico está presente en el fondo de las decisiones.
De la mano de la emergencia sanitaria provocada por la epidemia del coronavirus llega también una difícil situación económica. Aunque las cuestiones de este tipo siempre son más complejas de lo que parecen y el factor económico juega un papel de vital importancia tras el confinamiento y ante la augurada recesión, varios ejemplos dejan ver cómo el dinero siempre manda ante tal situación de adversidad, y a veces incluso se antepone a los intereses y necesidades de las personas.
Desde el regreso de la movilidad con la llegada de turistas, pasando por casos como la limitación de la atención médica sólo a los ancianos con seguro privado, hasta la vuelta de LaLiga de fútbol pero no de otras competiciones de deportes sin contacto. Repasamos algunos de los desequilibrios más notables ante tal encrucijada.
1. Atención sanitaria a los mayores con seguro privado
Es uno de los ejemplos más claros que deja la pandemia. Después de que la Comunidad de Madrid marcara unas directrices claras para excluir a las personas mayores en residencias de cualquier atención hospitalaria, el Ejecutivo autonómico permitió que aquellos enfermos que sí podían pagarse un seguro de salud privado accediesen a los hospitales. Mientras, se impuso un triaje muy severo a los ancianos enfermos de coronavirus para ser atendidos en la red de hospitales públicos.
Las más de 40 clínicas y hospitales privados en Madrid no recibieron ninguna instrucción de exclusión como la que sí se hizo llegar a los públicos para no atender a mayores que estuvieran en fase terminal y con dependencias.
2. Llegan los turistas, pero no la movilidad entre CCAA
Desde este lunes en el que se inició la prueba piloto del Govern balear para la recepción de turistas alemanes, un total de 10.900 viajeros llegarán al archipiélago durante las próximas dos semanas. En concreto, pasarán al menos cinco noches en alguna de las islas y no estarán obligados a guardar cuarentena.
Según especificó el BOE del pasado viernes, el ensayo de estos "corredores turísticos seguros" antes de la reapertura de España al turismo internacional permitirá "poder comprobar el funcionamiento del modelo de levantamiento de los controles temporales de las fronteras interiores y la recuperación de la libertad de circulación".
Lo cierto es que mientras se recupera paulatinamente la actividad turística en Illes Balears —que representa el 34,8% del PIB de la economía de la comunidad autónoma— con la llegada de viajeros internacionales, millones de españoles deben permanecer, hasta el próximo 22 de junio, en las provincias donde residen. Por lo tanto, muchas personas llevan meses sin ver a sus familiares y amigos si estos viven en otra región.
3. Las terrazas llenas, las aulas vacías
Los bares también han regresado antes que los niños a los colegios y los universitarios a las facultades. Mientras que las terrazas permanecen abiertas desde la fase uno de la desescalada, y las discotecas, locales de ocio nocturno y los locales de juego y apuestas desde la fase tres en algunas comunidades, los centros docentes continúan cerrados para el grueso de los alumnos.
También las corridas de toros se permiten antes que el regreso de la docencia de manera presencial. "Todas las plazas, recintos e instalaciones taurinas al aire libre, cuya actividad se hubiera suspendido tras la declaración del estado de alarma podrán reanudar la misma, siempre que cuenten con butacas preasignadas y no se supere un tercio del aforo autorizado, y en todo caso, un máximo de 400 personas" o 800 en el caso de estar en la fase tres, según especifica el BOE del pasado 6 de junio.
Además, aunque para los más pequeños fue para quién se aliviaron antes las medidas de confinamiento, permitiendo que salieran a jugar y a pasear durante una hora al día desde el día 26 de abril, son los últimos que están viendo llegar más beneficios con la desescalada. Las zonas de juego de los parques permanecen cerradas hasta la fase tres. Así, todavía en algunas provincias, mientras los adultos pueden disfrutar de los servicios de hostelería, los niños no pueden acceder a los columpios y toboganes.
4. Vuelve la Liga, no el fútbol femenino ni otros deportes
Este último fin de semana se reanudó la Liga de fútbol profesional. Se trata de una de las primeras competiciones deportivas que regresan después del parón provocado por el confinamiento. La liga Iberdrola de fútbol femenino quedó suspendida por esta temporada y los resultados, congelados tal y como estaban el 14 de marzo, día en el que se decretó el estado de alarma.
Aunque la liga Iberdrola aún no está considerada como una competición profesional, esta decisión también evidencia, además de la poca importancia que se está dando a la mujeres en este deporte, que si los jugadores han vuelto a los estadios ha sido por algo más que por cuestiones estrictamente deportivas.
El presidente de la Liga, Javier Tebas, cifró lo que le habría costado al sector que no se jugasen los partidos que quedaban pendientes en una entrevista con el diario El Mundo: "Ahora perderemos 400 millones. De no haberse reanudado el fútbol, hablaríamos de 1.000 millones", sentenció.
La cuestión ahora es por qué no vuelve ya la actividad a otros deportes que implican un menor contacto que el fútbol entre los jugadores, reduciendo así el riesgo de contagio, como el tenis, que tendrá que esperar hasta el próximo mes de agosto, o el atletismo, que regresará en septiembre.
Sobre la desescalada en el deporte se pronunció el tenista Rafa Nadal. En una entrevista en el diario ABC, el mallorquín señaló que él era "el primero que quiere que vuelva el fútbol", pero afeó cómo se ha ejecutado la desescalada en lo que a deporte se refiere: "Se piensa siempre en el fútbol como el deporte rey, al final es lo que mueve más dinero, más gente... Pero es un deporte de contacto y no es comparable con un atleta. La desescalada también tendría que haber sido mucho más individualizada", puntualizó.
5. Los PCR, una cuestión de clases
Mientras cientos de profesionales sanitarios continuaban sin tener acceso a las pruebas diagnósticas de la covid-19, los futbolistas comenzaron a realizarse PCR para incorporarse a los entrenamientos individualizados con todas las garantías y con una prueba que certificaba su buen estado de salud en la fase dos de la desescalada; dichas PCR fueron adquiridas y puestas a su disposición por los clubes. A pesar de que España es uno de los países con más sanitarios infectados, políticos y otras personalidades también accedieron a las pruebas de manera prioritaria mientras ciudadanos y profesionales de la Sanidad seguían esperando.
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