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La ciencia, frente a las mentiras del PP sobre la ingesta de pellets: cáncer, daños en el cerebro, pulmones y en la gestación

Diversos estudios científicos revelan que una exposición prolongada a microplásticos puede generar problemas importantes en la salud humana.

Una mano muestra restos de microplásticos.
Una mano muestra restos de microplásticos. Lukasz Kobus / AFP

"No son tóxicos y no afectan a la fauna y flora de nuestro entorno. Son plásticos como los que por desgracia hay en nuestras playas y montañas". Así despachaba a la prensa hace apenas una semana Alfonso Villares, el conselleiro do Mar de la Xunta de Galicia, tras ser preguntado por los efectos adversos del vertido de pellets frente al litoral español. Días después, el Gobierno de Alfonso Rueda difundía un informe que empleaba datos de la empresa responsable del derrame para incidir en que la grazna de plástico no era tóxica y decía que estos eran "aptos para el consumo".

Las evidencias, sin embargo, siguen acorralando a la Xunta, que ha hecho gala de una de las peores gestiones de los últimos tiempos. Tanto. El primer análisis científico realizado por la Universidade da Coruña, adelantado por El Salto, demuestra que el PP ocultó en su análisis que los pellets vertidos contenían sustancias tóxicas.

Pero más allá de los análisis detallados y pormenorizados que la comunidad científica empieza a realizar, las evidencias sobre los impactos del plástico en la salud vienen de lejos. Tal y como recoge la periodista Caty Arévalo en un análisis para la Agencia EFE, en los últimos años se han recogido pruebas de que los microplásticos –que se desprenden al medio natural de los componentes plásticos como los pellets– impactan en la salud humana: cáncer, enfermedades degenerativas, problemas cognitivos y contaminación de la placenta y la leche materna. 

Inducen al cáncer a largo plazo

En diciembre de 2023, un equipo de investigadores del grupo de mutagénesis de la Universidad Autónoma de Barcelona concluía en una publicación que la exposición a microplásticos y nanoplásticos se relacionaba con el desarrollo a largo plazo de ciertos tipos de cáncer.

"Diferentes tipos celulares tratados con nanoplásticos o microplásticos de poliestireno mostraron inducción de inflamación y proliferación celular, así como marcadores asociados al proceso de carcinogénesis", exponía el informe. El análisis recogía evidencias científicas sobre presencia de restos plásticos en hígado, riñones o el bazo

Desequilibrio intestinal

Otra publicación científica realizada por investigadores españoles, en este caso profesionales del CSIC, revelaba que la ingesta de microplásticos reduce la diversidad bacteriana de la microbiota del colón, lo que genera un desequilibrio de los organismo presentes. 

La investigación, publicada en la revista Scientific Reports, revelaba que la presencia de estas partículas plásticas en el colón disminuye la presencia de bacterias "conocidas por sus efectos positivos en la salud", además de incrementar la presencia de grupos de microbios relacionadas con el desarrollo de patologías intestinales. 

Dificultad para el aprendizaje y parkinson

Un estudio del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada detallaba que la exposición a Bisfenol A, muy presente en utensilios de plástico de uso diario, podría generar problemas cognitivos en menores de 9 a 11 años. La contaminación del organismo generaba así problemas de aprendizaje y de pensamiento, además de provocar problemas en el sistema inmunitario y el metabolismo de los adolescentes. 

Pero no sólo genera problemas cerebrales en menores. La ingesta de microplásticos a largo plazo está relacionada también con un incremento en padecer enfermedades neurodegenerativas, como alzheimer o párkinson, tal y como detalla una investigación reciente de la Universidad de Duke publicada en Science Advances.

Problemas respiratorios y presencia en la sangre

Los microplásticos no dejan ningún resquicio del organismo humano sin contaminar. Su presencia llega también a los pulmones y genera problemas respiratorios. Una publicación científica de la Universidad de Hull halló 39 tipos de microplásticos en secciones muy profundas de los pulmones, todos ellos asociados a utensilios de uso diario como botellas, envases o tuberías.

La Universidad Libre de Ámsterdam detectó la presencia de un promedio de 16 µg/ml de microplásticos en la sangre humana. Esto es el equiparable a una cucharada de plástico por cada 1.000 litros. Tres cuartas partes de los sujetos analizados tenían restos de plástico en sus resultados sanguíneos. 

Placenta y leche materna con plásticos

Los impactos mencionados en la salud empiezan a generarse incluso antes de nacer. Varios estudios realizados por las universidades de Ancona y Pavía detectaron restos de estas partículas en la placenta. Los mismos investigadores, en una segunda fase del trabajo científico, encontraron que el 75% de las muestras de leche materna analizadas estaban contaminadas por sustancias plásticas. 

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