Diversos colectivos sociales y ecologistas en Canarias, que impulsaron las multitudinarias protestas del 20 de abril contra la masificación turística, han convocado una nueva manifestación para el 20 de octubre. Estos grupos denuncian que el modelo turístico actual, al que califican como "depredador", está poniendo en peligro la calidad de vida de los residentes en las islas.

La nueva movilización se realizará en Gran Canaria, específicamente en Maspalomas, en el corazón de la industria turística de la isla. El recorrido de la manifestación será desde Expomeloneras hasta el faro de Maspalomas. En Tenerife, la protesta comenzará en Metrópolis Center, en Arona, otro de los principales destinos turísticos.

En una rueda de prensa organizada por la Coordinadora 20A de Gran Canaria, los activistas explicaron que la convocatoria es una respuesta a la "indiferencia" del Gobierno canario frente a la defensa del territorio, criticando medidas como la aprobación del Plan Insular de Ordenación que permite nuevas camas turísticas y la insistencia en proyectos como el tren al sur de Gran Canaria.

Además, critican la ley regional que regula la vivienda vacacional, que ha causado un aumento en las solicitudes de licencias y que ha agravado el problema de los altos precios de alquileres. Los convocantes también mencionaron la precariedad salarial y la especulación como problemas derivados del turismo masivo.

Las Kellys, representadas por Johana Pérez, subrayaron la importancia de volver a las calles para denunciar el trato que reciben los menores migrantes no acompañados y los problemas sociales que enfrentan. Criticaron la falta de atención a estas personas mientras el turismo sigue batiendo récords de llegadas.

Valeria Mastroianni, de Regularización Ya, arremetió contra las administraciones por continuar con políticas que ignoran las demandas de la ciudadanía, a pesar de las grandes manifestaciones previas. Los organizadores advirtieron que no permitirán la destrucción del territorio por intereses empresariales y políticos.

Jaime Coello, de la Fundación Telesforo Bravo, cuestionó la viabilidad de un turismo sostenible con 18 millones de visitantes, afirmando que esta cifra es insostenible para el equilibrio de las islas. Alberto Boullón, de Salvar La Tejita, denunció el apoyo de la clase política a proyectos ilegales, como urbanizaciones y hoteles en zonas protegidas.

Eustaquio Villalba, de ATAN, insistió en la necesidad de cambiar el modelo económico que persigue la maximización de turistas, ya que sigue generando problemas sociales. Por último, Vanessa Duque, de la Asociación en Defensa de Nuestra Tierra, llamó a la participación masiva en la manifestación del 20 de octubre para frenar la especulación del suelo en las islas.