Las cámaras para vigilar tu casa son unos aparatos muy interesantes a la hora de controlar todo lo que ocurre cuando no estamos. Además de ser un buen sistema de alarma para casa para mantener a raya a los ladrones, también son muy prácticos para controlar a los niños y a las mascotas.
Si todavía no sabes cómo pueden ayudarte en este sentido, este artículo es para ti.
Cámaras para vigilar a las mascotas: lo que debes saber sobre ellas
Con el trabajo y el resto de nuestras obligaciones no podemos estar en casa todo el tiempo que nos gustaría con nuestros animales, y tampoco podemos llevarlos con nosotros. Así que, inevitablemente, los animales tan solo pueden sentarse a esperar hasta que llegues de la jornada diaria.
Gracias a una cámara de vigilancia para mascotas podemos hacerles compañía y evitar que se sientan solas. También es una buena forma de saber lo que están haciendo durante tantas horas de soledad.
Cómo las cámaras convencionales, estos dispositivos han sido concebidos para transmitir vídeo en directo. La imagen y el sonido se puede controlar cómodamente a través de una determinada aplicación que estará disponible tanto para ordenadores de sobremesa, como para teléfonos móviles.
Una de sus grandes ventajas es que proporciona tranquilidad al propietario, ya que en todo momento podrá controlar qué están haciendo sus mascotas: si están durmiendo, jugando con sus juguetes, si está ladrando o maullando sin control, si duerme en su cama, si está destrozando un mueble, etc.
Pueden ser muy interesantes para cachorros (ya que necesitan mucha atención y mimos antes de adaptarse al entorno), para perros jóvenes (aunque ya tienen confianza, en cualquier momento pueden hacer alguna que otra travesura), para integrar un nuevo perro teniendo ya otro (y ver cómo se comportan los 2 cuando están solos) o si el perro se siente solo.
¿Qué tipos de cámaras de vigilancia para mascotas existen?
Las cámaras de vigilancia para mascotas se pueden clasificar dependiendo de varios criterios. Estas 3 clasificaciones son las más habituales:
● Clásicas: son las cámaras más básicas que no solo sirven para mascotas, sino que también valen para controlar a bebés o a niños, o simplemente para saber que ocurre en la casa cuando no estamos. Son pequeñas y compactas, por lo que se pueden integrar en cualquier parte. También son económicas y tienen algunas prestaciones. Sin embargo, no permiten comunicarse con el animal.
● De seguridad: estamos hablando de una cámara de gama media que ya tiene un precio un tanto más elevado. También son pequeñas y, aunque no se han diseñado específicamente para mascotas, se pueden usar con ellas sin que suponga ningún problema. También se conocen como cámaras espía porque se pueden integrar en cualquier parte y pasarán desapercibidas. Pueden ser perfectas para detectar ciertos comportamientos del animal y saber realmente qué es lo que le está pasando.
● Interactivas: son cámaras más grandes e integran todo tipo de prestaciones que permitirán interactuar con el animal. Por ejemplo, permiten activar una función para darles una recompensa (puede ser muy interesante para calmar a perros si están ladrando mucho). Además, tienen una mayor resistencia, por lo que podrán aguantar el trote o los lametazos que pueda recibir. Tiene un precio bastante más elevado.
Cámaras para vigilar a los niños
Estos dispositivos han sido diseñados para proteger a los más pequeños de la casa cuando estén solos. Por ejemplo, nos permiten controlarlos a distancia desde nuestra habitación, sin tener que salir de la cama.
Están diseñadas para colocar en el dormitorio de los más pequeños. Establecen una comunicación bidireccional para que podamos ver y escuchar lo que pasa en la habitación. Si lo necesitamos, podemos decirles algo.
Estos aparatos se conectan a través del router de la casa mediante tecnología WiFi. La gran mayoría de los modelos funcionan con una aplicación que se instalará en el teléfono móvil y que podrá ser visible desde cualquier parte (no hará falta estar en la misma red WiFi para que funcionen, sino que también podremos ver y escuchar con la conexión de datos del terminal desde cualquier parte).
Los modelos más recomendados son aquellos que nos permiten girar la cámara a nuestro antojo. Así, podremos echar un vistazo a cualquier rincón de la habitación (muy interesante por sí ya estamos hablando de un niño y no de un bebé).
También deberían contar con la función de visión nocturna para que sean utilizables cuando llegue la noche.
En cuanto a la resolución, lo recomendable en estos momentos es que sea de un mínimo de 1080p para conseguir una buena calidad de imagen sin temor a congestionar la conexión a la red.
Si tienes niños y mascotas en casa, y estás buscando algún dispositivo que te permita controlarlos, te recomendamos hacerte con las mejores cámaras de seguridad.
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