Solo uno de cada diez jóvenes cree que los políticos entienden la "complejidad" de la crisis de la vivienda

Los jóvenes españoles pierden hasta el 94% de lo que ganan cuando llega el día de pagar el alquiler. Eso, si pueden permitirse el lujo de vivir solos y abandonar el domicilio familiar. El Consejo de la Juventud de España sitúa la edad de emancipación juvenil en torno a los 30,3 años, cuatro puntos por encima de la media europea. Los bajos salarios, la precariedad laboral y la poca capacidad de ahorro frustran cualquier mínima posibilidad de comprar, alquilar e incluso compartir un piso en las grandes capitales. ¿Qué proponen los jóvenes para sofocar la crisis de la vivienda?

La plataforma Talento para el Futuro ha presentado este martes el informe Del mitin al alquiler: la juventud española ante las políticas de vivienda, una investigación que recoge lo que opinan las nuevas generaciones sobre las propuestas de los partidos políticos para hacer frente al negocio habitacional –generalmente alejadas de las necesidades de la población–. Los promotores del estudio han entrevistado a más de 1.000 personas de entre 18 y 30 años que viven en España. Las conclusiones son claras: la vivienda es una de sus mayores preocupaciones. "Lo que vemos es una juventud cansada y precaria; harta de la situación, de no poder encontrar alternativas accesibles y asequibles", señala Elsa Arnaiz, presidenta del colectivo. 

El 72% de los encuestados considera que el auge de los alquileres turísticos impacta de manera directa en la escalada de los precios, mientras que seis de cada diez creen que la actividad de los fondos de inversión limita "gravemente" sus posibilidades de acceder a una vivienda digna. Las soluciones, según el informe, pasan por fomentar la rehabilitación de inmuebles con opción a compra, limitar el IVA en la primera adquisición y regular los alquileres. Las mujeres y los votantes que se identifican como de izquierdas están más concienciados con la problemática y son más partidarios, generalmente, de la intervención de los precios. 

Las nuevas generaciones creen que los colectivos sociales son "actores clave" para implementar soluciones y exigen "una mayor colaboración" por parte de los responsables políticos. El informe destaca también la urgencia de "adoptar medidas inclusivas y sostenibles" que reflejen las necesidades de la gente joven, que reivindica, además, su participación activa en el diseño de políticas habitacionales. "Las personas de entre 25 y 30 años son las que se muestran más desencantadas con la situación, posiblemente porque son las que más prisa tienen por independizarse", insisten desde Talento para el Futuro. 

El informe también aborda el impacto de las políticas de vivienda en la salud mental de la población. El 73% de los jóvenes dice vivir "preocupado" por la falta de opciones asequibles y cuatro de cada diez reconocen haber sufrido estrés o malestar durante la búsqueda de un alquiler en condiciones. Además, tres de cada cuatro consideran que, dadas sus condiciones laborales, les resulta imposible ahorrar y, más aún, acceder a una hipoteca. "Los jóvenes que se autoperciben de izquierdas tienen una visión más pesimista sobre la capacidad de los partidos para resolver esta clase de conflictos", continúa Arnaiz. 

La "desconexión" de los líderes políticos

El 56% de los jóvenes considera que los partidos políticos no entienden el impacto de sus propias propuestas y sólo uno de cada diez siente que los representantes públicos comprenden la "complejidad" del problema habitacional. Los encuestados que simpatizan con las izquierdas tienden a ser más críticos; no ocultan cierto escepticismo hacia la efectividad de las propuestas. Las personas más escoradas a la derecha también muestran desconfianza, pero lo hacen en menor medida. "En términos generales, sólo el 12% cree que los partidos saben lo que están haciendo. Esto da una idea de la falta de conexión que tienen las formaciones con la realidad y con su electorado", precisan los autores del informe. 

Talento para el Futuro ha preguntado por las propuestas de PSOE, PP, Sumar, Vox y Podemos en materia de vivienda, pero sin desvelar a cuál de los partidos correspondía cada iniciativa. "Los resultados muestran cierta variedad; todos los partidos tienen alguna medida entre las más valoradas, pero no termina de haber consenso, no vemos una propuesta estrella por la que todos los encuestados se decanten, independientemente de su ideología, su edad o su situación laboral", explica Arnaiz. La opción que consigue una mejor nota –un 5,8, es decir, "un aprobado raspado"– es la eliminación del IVA en la compra de la primera vivienda; un dato significativo, porque "es raro pensar que la primera opción de los jóvenes vaya a ser comprar un inmueble". 

Esta no es la única respuesta llamativa. Los encuestados valoran positivamente la rehabilitación de viviendas y la iniciativa de Podemos para impedir subidas abusivas en el precio de renovación de los contratos. La regulación estricta de la compra de segundas residencias, sin embargo, tendría un menor impacto para la juventud. Lo mismo ocurre con los alquileres turísticos: los encuestados identifican el boom de los alojamientos vacacionales como un problema, pero rechazan eliminarlos del mercado y hacer los contratos indefinidos por defecto, como propone Sumar, según el citado informe.

La creación de un banco de vivienda social, por ejemplo, tiene buena acogida entre las personas trabajadoras y de izquierdas. "La conclusión que sacamos es que hace falta consenso; vemos muy poca confianza en que los partidos puedan entender el problema y el impacto real de sus propias medidas. Un pacto de Estado sería un buen punto de partida", advierten desde Talento para el Futuro. Sobre la Ley de Vivienda, las respuestas son también contundentes: más de la mitad de los encuestados creen que es insuficiente para proteger a los jóvenes que buscan estabilidad.