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Se buscan restos óseos con dos tiros de arcabuz y sólo seis dientes

Tras el hallazgo de una tabla con las iniciales MC, el equipo que busca a Cervantes en la Iglesia de las Trinitarias de Madrid acabará su trabajo en los próximos días

Los trabajos para encontrar a Cervantes concluirán en los próximos días./ EFE

EFE

MADRID.- El equipo que busca a Miguel de Cervantes en la iglesia de las Trinitarias de Madrid lleva ya ocho días de trabajo en la cripta y espera tenerla completamente revisada en la próxima semana, tiempo en el que se tratan de localizar huellas del escritor entre los numerosos restos óseos encontrados.

El único hallazgo importante que se ha hecho público es el de una tabla con las iniciales M.C -como las del escritor- con la que los investigadores se toparon el primer día, y que supuso una gran esperanza para los técnicos, ocupados en analizar a fondo todos los nichos y sepulturas de la cripta y en el análisis de los restos óseos.

No es fácil la identificación: la cantidad de enterramientos hallados en la cripta -más de los que los investigadores pensaban- dificultan encontrar restos correspondientes con la caracterización antropológica de Cervantes, y la clave son las señales que tuvieron que dejar en el esqueleto las lesiones sufridas por el escritor en la Batalla de Lepanto en 1571.

Los dos arcabuzazos en el pecho y uno en la mano izquierda por los que el padre del Quijote estuvo hospitalizado tienen que haber dejado huella; otras pistas son su nariz curva y que tenía sólo seis dientes en la boca.

Con esas premisas se trabaja al analizar la materia del nicho donde apareció la tabla con las iniciales M.C -y donde hay restos de al menos una decena de personas, entre ellas niños y mujeres-, una tarea que puede llevar mucho tiempo a los investigadores.

El equipo liderado por el forense Francisco Etxeberria está al completo, con una treintena de personas trabajando a fondo para analizar los tejidos hallados, los restos óseos y las tachuelas que conforman las iniciales de Cervantes, y después poder interpretar cada pieza del puzzle.

"La investigación es muy concienzuda y están saliendo cosas de un interés histórico enorme, pero los técnicos deben trabajar tranquilos", dice Fernando de Prado, el historiador encargado de recopilar la información y promover los permisos para comenzar con la búsqueda de Cervantes casi cuatrocientos siglos después de su enterramiento en 1616.

Una de las "sorpresas menores" ha sido la aparición de numerosos restos de enterramientos infantiles, lo que podría tener relación con el hospicio que había en las inmediaciones del convento.

Por el momento los investigadores tratan de mantener en secreto sus hallazgos, con la confianza de poder dar sus primeras respuestas en una semana, cuando se cumplan quince días del comienzo de los trabajos en la cripta de la iglesia de las Trinitarias, bien de interés cultural.

30 especialistas en la búsqueda

Una treintena de arqueólogos, forenses, técnicos e historiadores trabajan en este "proyecto nacional" que aúna ciencia y cultura para recuperar los restos del escritor -fallecido en 1616- precisamente cuando se cumple el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, y a un año del 400 aniversario de su muerte.

Tampoco se ha desvelado qué sucedería si se hallasen los restos, ya que, pese a que el equipo siempre ha dicho que no saldrían del convento, serán las religiosas que en él residen las que en principio tendrán la última palabra.

Y según el Arzobispado caben todas las posibilidades: desde que no se permita entrar a ver los restos hasta que éstos sean extraídos del lugar y depositados en un museo, pasando por su exhibición en la propia iglesia.

Nueve meses después de presentarse oficialmente el proyecto de buscar al autor de El Quijote en la iglesia donde se cree que fue enterrado -y de donde los investigadores aseguran que nunca salió-, se está más cerca de saber si es posible identificarlo.

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