Las comunidades autónomas anuncian cada día restricciones más duras para las grandes ciudades en las que hay más casos. Todas menos la Comunidad de Madrid que, pese a continuar en riesgo máximo con más de 400 casos por cada 100.000 habitantes, no quiere tomar grandes medidas de restricciones de movilidad a partir del sábado, cuando acaba el estado de alarma. La presidenta Isabel Díaz Ayuso ha limitado el 'toque de queda' a la medianoche: "Queremos debatir las propuestas más sensatas, moderadas y liberales que hay sobre la mesa". "Para nosotros lo más importante es que la economía no sufra más", ha alegado este miércoles en rueda de prensa.

Ayuso ha comparecido junto al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, tras el Consejo de Gobierno. No pedirán ni el toque de queda como está aplicándose en Europa (a partir de las 21.00 horas) ni otro estado de alarma. Su plan para cuando se acabe el cierre perimetral en la capital y otras ocho ciudades se limita a restricciones para limitar botellones, reuniones familiares o fiestas privadas y continuar con los cierres perimetrales por zonas básicas de salud. Estas medidas se están preparando en una orden que quieren anunciar el viernes para "conjugar economía y salud".

La presidenta ha afirmado que los contagios se están dando entre jóvenes y en el ámbito privado por lo que se están estudiando "medidas quirúrgicas" para evitar estas situaciones. La comparecencia de la presidenta, sin embargo, ha ido más enfocada a defender al sector privado, sobre todo a la hostelería, que a explicar cómo trabaja su equipo para frenar la expansión del virus. De hecho, Ayuso ha llegado a decir que el sector público está "arremetiendo contra el sector privado".

Bajo un argumento de defensa de la economía, ha descartado el cierre de la hostelería porque eso conllevaría que los particulares se contagien en casas en "fiestas privadas". El cierre de los locales de ocio es una medida que se está llevando a cabo tanto en ciudades europeas como París y Bélgica así como en comunidades autónomas españolas como Catalunya o La Rioja.

Ni la presidenta ni el vicepresidente han aclarado si quieren un toque de queda sólo rechazando "medidas extremas". Según Ayuso, el Gobierno regional tiene competencias para tomar medidas que limiten las fiestas privadas y las reuniones privadas, la máxima preocupación de su equipo, al ser "focos de contagios" y actividades que no aportan a la economía. Han aclarado que quieren limitaciones para una franja horaria pero que no dañe a la hostelería, es decir, en el tramo que va desde las 24.00 horas a las 06.00 horas.

Según Aguado, esto se debe a que el 80% de los contagios se producen en casas y a que los jóvenes representan el 30% de las personas contagiadas.

Pese a la intención del Gobierno de Ayuso, este jueves se prevé que el Consejo Interterritorial de Salud apruebe el plan que regirá en los próximos meses las medidas que hay que tomar para cada situación. Según los datos del Ministerio de Sanidad, la Comunidad de Madrid continuaría estando en situación de riesgo máximo por los indicadores que marcaba el borrador del documento. En esta fase hay que tomar "medidas excepcionales" de restricciones de movilidad que van desde un confinamiento total a un cierre perimetral o toque de queda.