La Audiencia de Barcelona condena a dos años de prisión a un monje de la Abadía de Montserrat por pederastia
Se trata de la primera condena contra un miembro del monasterio que ha admitido la agresión sexual.
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madrid, Actualizado:
La Audiencia de Barcelona ha sentenciado a un monje de Montserrat a dos años de cárcel, tras admitir los episodios de violencia sexual cometidos contra un menor en 2019. El tribunal, en acuerdo con la Fiscalía y la defensa, también dictaminó cinco años de inhabilitación para funciones relacionadas con menores y libertad vigilada tras la condena. Además, la Abadía de Montserrat deberá responder civilmente a la indemnización de 25.000 euros, una suma que el monje consignó para reparar el daño, según ha adelantado El Periódico.
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Los abusos sucedieron cuando el joven, que participaba en los encuentros Montserrat Jove, comenzó a ver al monje como una figura de apoyo frente al bullying que sufrió en el instituto. El vínculo se tornó tan estrecho que el agresor se convirtió en su padrino de confirmación. Años después, y con la confianza ganada, el monje invitó al menor a pasar un fin de semana en el monasterio, donde ocurrió la agresión. Durante la estancia, y con el menor en estado de embriaguez, se produjeron los actos que el monje confesó ante el tribunal.
Esta condena es histórica para Montserrat, un símbolo religioso en Catalunya, y reabre el debate sobre la responsabilidad de la Iglesia en casos de violencia sexual. En un comunicado, la Abadía expresó su condena a los hechos, reconociendo el impacto de estos abusos en la víctima y reafirmando su compromiso de cooperación con la Justicia.
La institución creó en 2019 una comisión para investigar otros casos de abuso dentro de su comunidad tras la denuncia de Miguel Hurtado, también víctima de abusos en la Abadía. Hurtado logró dar con otros dos casos de abusos sexuales por parte de un segundo religioso.
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El caso coincide con el debate en el Congreso sobre la imprescriptibilidad de los delitos graves de pederastia. La iniciativa, propuesta por Esquerra Republicana, PSC, Comuns y Junts, busca evitar que este tipo de crímenes contra los menores queden sin reparación.