Así funciona la red de alerta en España para evitar crisis como la del fentanilo en EEUU
Los estudios de drogas facilitadas por consumidores que realiza Energy Control aportan información al Sistema Español de Alerta Temprana para responder ante amenazas sanitarias causadas por nuevas sustancias o graves adulteraciones.
Sevilla-
En un mercado prohibido como el de las drogas no hay prospectos con indicaciones y contraindicaciones del producto, con su composición y posología, reacciones adversas e información de quién y dónde ha sido fabricado. No hay trazabilidad ni código de barras ni manual de uso. No hay nada. Todo es oscuro, porque es ilegal, aunque lo consuman millones de personas.
En un mercado así nadie sabe exactamente lo que consume. Todo depende de la confianza depositada en un vendedor que tampoco conoce a ciencia cierta el contenido de su mercancía. Pero en medio de tan espesa tiniebla, hay organizaciones como Energy Control, colaboradora del Sistema Español de Alerta Temprana creado para responder a amenazas sanitarias y sociales causadas por nuevas sustancias, que iluminan el camino a los consumidores, analizando las drogas que van a tomar para prevenir riesgos por adulteraciones o exceso de pureza.
Esos análisis proporcionan una información muy valiosa sobre las sustancias que se están vendiendo en la calle y que consumen millones de personas. Según la última Encuesta EDADES realizada por el Plan Nacional sobre Drogas en 2022, el 10,6% de la población española de entre 15 y 64 años ha consumido cannabis en el último año, el 2,3% ha tomado cocaína, el 0,8%, éxtasis, y el 0,3%, metanfetamina.
Según la Encuesta EDADES, el 10,6% de la población de entre 15 y 64 años ha consumido cannabis en el último año
España cuenta con el Sistema de Alerta Temprana (SEAT), integrado en la red del EWS europeo, cuyo objetivo es la detección, intercambio de información, evaluación y respuesta frente a la aparición de nuevas sustancias o incidentes relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas que puedan generar un problema de salud pública. Fuerzas de seguridad, institutos forenses, hospitales y otras instituciones proporcionan la información al Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones del Plan Nacional, que es el que se encarga de analizarla y activar una alerta, si es necesario.
El SEAT cuenta también con la colaboración de ONG, cuyas aportaciones considera "claves" para la red de alertas por su labor de proximidad a los usuarios de las drogas, según destaca el Plan Nacional sobre Drogas, del Ministerio de Sanidad, al explicar las funciones y objetivos del sistema. Una de las principales organizaciones colaboradoras es Energy Control, de la Asociación Bienestar y Desarrollo, que cuenta con una amplia experiencia en el ámbito de la reducción de riesgos en el consumo de sustancias en Andalucía, Illes Balears, Catalunya y Madrid.
El servicio de análisis de sustancias de esta organización tiene un papel cada vez más relevante dentro del sistema de alertas, según su director estatal, Claudio Vidal. No en vano, es un servicio que permite observar el estado del mercado de las drogas desde el lado de sus usuarios, una información que no pueden ofrecer el resto de los actores que participan en la red. Los análisis se hacen directamente en lugares de ocio como festivales de música o fiestas rave con pruebas rápidas o en un laboratorio, y sus resultados permiten ver qué se está vendiendo, qué se está cociendo en la calle.
Aumenta la pureza, baja la adulteración
En la página web de esta entidad se pueden ver los resultados y la evolución de cada sustancia, en función de los análisis realizados a las muestras entregadas por los consumidores: en el caso de la cocaína se ha detectado un aumento del grado de pureza en el último año, de una media del 68,9 a un 71,08%, y también de la adulteración con otros componentes, de un 17,2 a un 27,2%. En el speed, la pureza también ha subido de una media del 31,4 al 52,9, aunque ha bajado la adulteración con otros componentes, del 85,2 al 54,27; y en la ketamina, la pureza ha aumentado del 74,1 al 95,1%, mientras que la adulteración ha pasado del 5,4 a cero.
"En general, estamos viendo una relativa estabilidad de los mercados principales de drogas, con unos niveles de pureza que están en máximos históricos, sobre todo en cocaína y éxtasis. Y eso se traduce en unas tasas de adulteración bajas. Esto puede deberse a los aumentos de producción, que llevan a que no les merezca la pena adulterarla con la adicción de otros componentes, como ocurre por ejemplo con la cocaína, o que unos laboratorios cada vez más sofisticados incrementen la producción y no haya necesidad de vender un sustitutivo como si fuera éxtasis", explica a Público Claudio Vidal.
Vidal: "Estamos viendo unos niveles de pureza que están en máximos históricos, sobre todo en cocaína y éxtasis"
En un mercado donde nada está controlado ni regulado, el uso de adulterantes es muy habitual por motivos económicos, o sea, para reducir gastos. Y los traficantes se sirven de muchos productos, como el levamisol, un fármaco utilizado en veterinaria para eliminar infecciones parasitarias que se añade a la cocaína para simular el efecto anestésico y que puede producir náuseas y diarreas; o la fenacecitina, un analgésico antipirético retirado del mercado español por su toxicidad.
Pero la reina de los adulterantes, la más utilizada, es la cafeína, que se encuentra en gran abundancia en las muestras analizadas de éxtasis, anfetamina, cocaína y speed. "La motivación que hay detrás de las adulteraciones no es dañar a las personas, tienen un motivo económico. Los adulterantes no incrementan de manera importante el riesgo, porque a nadie le interesa que se mueran sus clientes, pero hay riesgos", subraya el responsable de Energy Control.
El fentanilo rompió la regla
La regla, sin embargo, se ha roto con los nuevos opioides sintéticos, fundamentalmente en el mercado de las drogas de EEUU. El fentanilo entró en el mercado como un adulterante de la heroína y luego se implantó como su sustitutivo, hasta convertirse en una sustancia específica, con un gran poder adictivo, que está causando miles de muertes cada año por sobredosis. Y el miedo es que eso pueda llegar a ocurrir en Europa, en España.
Claudio Vidal sostiene que los sistemas de alerta como el EWS europeo y el SEAT español están mucho mejor preparados para responder a una crisis de opioides como la que está sufriendo EEUU: pueden detectar rápidamente si hay un problema de consumo, mapearlo e informar rápidamente de su existencia para controlarlo. Además, a su juicio, aquí no existen, de momento, las trabas morales y políticas que en el gigante norteamericano impiden extender los programas de reducción de daños para evitar nefastas consecuencias por el uso de determinadas sustancias.
A Europa ya han llegado, sin embargo, los nitacenos, opioides sintéticos que han causado más de 200 muertes desde 2019 en Norteamérica y también en algún país de nuestro continente. Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDOC), los países que han informado de los números más altos de nitazenos, en orden descendente son: EEUU, Canadá, Letonia, Estonia, Reino Unido, Suecia y Alemania.
A Europa ya han llegado los nitacenos, opioides sintéticos que han causado más de 200 muertes desde 2019 en Norteamérica
Los nitacenos fueron desarrollados en la década de 1950 como analgésicos opioides, pero nunca fueron aprobados para su comercialización. Según los expertos, son mucho más potentes que la morfina y diez veces más que el fentanilo. El sistema de alerta español aún no ha detectado su presencia en nuestro país, pero está ojo avizor por si asomara la patita. Lo mismo que está expectante por si el cierre ordenado por el Gobierno talibán de la producción de opio en Afganistán, el mayor abastecedor del mundo de esa droga, pudiera desabastecer de heroína al mercado europeo y propiciar la entrada de opioides sintéticos para llenar el vacío en la oferta.
Nuevas sustancias detectadas en España
El informe de 2023 del Sistema de Alerta SEAT refleja que entre las sustancias detectadas en España por primera vez las arilciclohexilaminas son el grupo con más notificaciones (2.510), debido al gran predominio de la ketamina, la nueva sustancia psicoactiva (NSP) más notificada (2.398 casos). Y tras ellas se sitúan las catinonas, conocidas popularmente como sales de baño (1.480 casos). En el grupo de los opioides, las únicas comunicaciones registradas son casi exclusivamente de tramadol.
Las NPS son, según Energy Control, uno de los fenómenos más relevantes en el mundo de las drogas en las últimas décadas. Se trata de las nuevas sustancias narcóticas o psicotrópicas en forma pura o en preparación que, aunque aún no están controladas y fiscalizadas por las convenciones sobre drogas de la ONU, pueden suponer igualmente una amenaza para la salud pública.
Un estudio de esta organización, que incluyó 751 muestras de consumidores recibidas en sus servicios de análisis entre 2017 y 2022, refleja que las catinonas sintéticas fueron el grupo de NPS con más casos analizados en ese periodo y, tras ellas, las triptaminas, las arilalquilaminas y las fenetilaminas. Por contra, los tipos de NPS recibidos con menos frecuencia fueron los cannabinoides sintéticos, los opioides y los aminoindanos.
Los cannabinoides sintéticos, que aparecen cada vez más en los medios de comunicación por noticias de incautaciones policiales, apenas tienen incidencia en el consumo dentro de nuestro país. Estos productos, fabricados sobre todo en China e India, entran por puertos de España, pero con destino a otros puntos de Europa, porque la elevada disponibilidad del cannabis natural frena aquí el consumo del sintético, según Vidal.
La red de Energy Control que permite monitorear una parte del mercado de las drogas en España cuenta con 35 profesionales y un centenar de voluntarios que colaboran en los servicios de información y análisis de sustancias que instalan en los espacios de ocio. Y toda esa experiencia la están trasladando a otros países: ya lo han hecho con Perú y próximamente lo harán con Bolivia, a los que asesoran para la creación de un sistema de alerta temprana sobre drogas similar al español.
"En nuestro trabajo buscamos acompañar a las personas en el consumo de drogas, sin juzgar, sin moralizar, colocando la responsabilidad en ellas. Pretendemos aportarles elementos para que tengan un consumo lo más informado posible, sin paternalismos. Y eso nos facilita una relación de confianza con ellos. Se trata de que en la búsqueda de placeres sepan gestionar también los riesgos que eso conlleva, sin juzgar nada", explica Claudio Vidal.
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