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Crisis climática Un año de Madrid Central: los ecologistas denuncian el desmantelamiento del proyecto estrella de Carmena 

Más Madrid y el PSOE piden a Almeida que aproveche la celebración de la Cumbre del Clima para cambiar de rumbo en su política medioambiental.

Carteles anunciadores de Madrid Central. / Ayuntamiento de Madrid.

Madrid Central, considerado por muchos como la iniciativa medioambiental más ambiciosa en la historia de Madrid, cumple un año de vida, sin que en ese tiempo se haya despojado de la polémica que acompañó su puesta en marcha y de la refriega política que suscitó entre los partidarios del área de baja emisiones y quienes se resistían a las limitaciones fijadas para acceder con el vehículo privado al centro de la capital. 

Más allá de la polémica y de la disputa partidista, los datos y las mediciones obtenidas tras una año de implantación de la propuesta estrella de la anterior alcaldesa, Manuela Carmena, indican que la "pacificación" del tráfico en el corazón de Madrid, el descenso de la contaminación, tanto atmosférica como acústica, y la proximidad a los niveles que exige la Unión Europea hablan en favor de la efectividad del plan. 

Al poco de tiempo de llegar al palacio de Correos, el nuevo equipo de gobierno del PP y Ciudadanos acordó una moratoria en las multas de Madrid Central y anunció un nuevo plan, Madrid 360, llamado a sustituir al anterior, lo que generó incertidumbre y confusión entre los automovilistas.  

La nueva corporación autorizó igualmente la entrada de los vehículos con etiqueta C a la almendra central de Madrid y comenzaron a suprimirse algunos carriles bici, en un momento en el que, según los grupos de oposición, la ciudadanía tenía asumido el cumplimiento de las normas establecidas en Madrid Central. 

El alcalde, durante la presentación del Plan Madrid 360. / Ayuntamiento de Madrid.

El alcalde, durante la presentación del Plan Madrid 360. / Ayuntamiento de Madrid.

Ecologistas en Acción ha realizado en el último año un seguimiento mensual del efecto de la puesta en marcha de Madrid Central sobre los niveles de contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2), tanto en el ámbito de aplicación de la medida (dentro del perímetro delimitado por Madrid Central, casi coincidente con el distrito Centro), como en la ciudad de Madrid en general.

Red de Control de Calidad del Aire

Para ello han tomado los datos de contaminación por NO2 que ofrece la Red de Control de Calidad del Aire del Ayuntamiento de Madrid, compuesta por 24 estaciones, y han comparado los datos recopilados desde la puesta en marcha efectiva de Madrid Central (diciembre de 2018-noviembre 2019), con los datos de los nueve años anteriores (2010-2018). 

El portavoz del Área de Calidad del Aire de la organización, Juan Bárcena, asegura que los datos que arroja el estudio son claros: Madrid Central funciona y promueve una importante reducción de los niveles de NO2, tanto en su ámbito de actuación (datos recogidos en la estación plaza del Carmen) como en el conjunto de la ciudad. 

Pese a no contar con datos actualizados de tráfico porque el Ayuntamiento, según Bárcena, "no facilita las cosas", la organización ecologista estima que antes de la puesta en marcha de Madrid Central se hacían diariamente 58.600 viajes en coche de paso, atravesando Madrid Central (sobre todo por Gran Vía) para cruzar Madrid de este a oeste y 163.400 viajes con origen o destino en Madrid Central (viajes de la periferia al centro).

"La puesta en marcha de Madrid Central ha incidido sobre dichos desplazamientos en coche que, o bien se han trasvasado a otros modos (transporte público, peatón, bicicleta), o se han evitado, contribuyendo a reducir el tráfico y, por tanto, la contaminación, no sólo en Madrid Central sino en buena parte de la ciudad", indica Bárcena. 

Panel en la vía pública sobre la entrada en vigor de Madrid Central./ Ayuntamiento de Madrid.

Panel en la vía pública sobre la entrada en vigor de Madrid Central./ Ayuntamiento de Madrid.

"Los resultados", recalca el portavoz de Ecologistas en Acción, "indican que Madrid Central es una medida muy interesante para reducir la contaminación, no sólo de su ámbito de actuación, sino en la ciudad en su conjunto, a pesar de que su eficacia se ha visto mermada desde la llegada al ayuntamiento del nuevo gobierno municipal. Es una medida necesaria, aunque no suficiente por sí misma, para resolver los problemas de calidad del aire en la ciudad de Madrid. Se deben hacer más cosas, como prestar especial atención al tráfico metropolitano, pero respetando, profundizando y ampliando las medidas ya existentes en Madrid Central". 

Más Madrid Central, no menos

Según Bárcena, a la vista de los buenos resultados que Madrid Central ha ofrecido en su primer año de funcionamiento, "resultaría un enorme despropósito, y por encima de todo una gran inmoralidad, desmantelar de facto esta positiva medida de reducción de la contaminación en Madrid, que está contribuyendo a mejorar la calidad del aire, a acercarnos al cumplimiento de los valores límite legales y, sobre todo, a mejorar la salud pública de la ciudad. Hace falta más Madrid Central, no menos". 

Manuela Carmena, acompañada de varios concejales de su equipo de gobierno, en el primer día de funcionamiento de Madrid Central. / Ayuntamiento de Madrid.

Carmena, con varios concejales de su equipo  en el primer día de funcionamiento de Madrid Central. 

La portavoz de Más Madrid en el consistorio madrileño, Rita Maestre, recuerda que hasta la llegada del equipo de Manuela Carmena nadie hablaba de contaminación, a pesar de que había un protocolo de actuación que nunca se puso en práctica. "Por tanto", concluye, "había un claro interés político por ocultar este problema para la salud y para nuestros bolsillos, pues la Unión Europea amenazaba con una multa millonaria por incumplimiento reiterado de los límites de contaminación atmosférica". A su juicio, Madrid Central fue bueno para toda la ciudad y consiguió una "importante pacificación" del tráfico: en Gran Vía se consiguió bajar un 24% en días laborables y un 30% en festivos, mientras que el uso de los autobuses de la EMT aumentaba casi un 5%.

"Y se podrían dar muchos datos, todos positivos para la salud y la movilidad de las madrileñas y madrileños, que además ya habían incluido en su rutina usar el transporte público para ir al centro. Por Madrid Central y el resto de medidas del Plan A de calidad, conseguimos que la Unión Europea nos diera una prórroga y nos libramos temporalmente de la citada infracción millonaria. Un espaldarazo a nuestras medidas", asegura Maestre.  

De la vanguardia al retroceso

Respecto al plan Madrid 360 que abandera la nueva corporación, la portavoz de Más Madrid considera que su puesta en marcha significará que Madrid pasará de ser vanguardia a retroceder a pasos agigantados. "En este contexto, en breve llegará en breve la XXV Conferencia sobre el Cambio Climático a nuestra ciudad, que continúa sumida en el desconcierto ante un gobierno que depende, para llevar a cabo sus políticas, de la extrema derecha negacionista", sentenció. 

Por su parte, Pepu Hernández, portavoz del Grupo Municipal Socialista, subrayó que el establecimiento de la Zona de Bajas Emisiones de Madrid Central ha tenido un efecto directo sobre la reducción de la contaminación por dióxido de nitrógeno y ha permitido que el problema de la calidad del aire se coloque como uno de los asuntos principales en la agenda pública de la ciudad, e incluso a nivel nacional. 

La portavoz de Más Madrid considera que la puesta en marcha de Madrid 360  significará un retroceso

"Gracias a Madrid Central, y a pesar de su utilización política por parte de la derecha, los ciudadanos han conocido que el NO2 es el principal contaminante en las grandes ciudades, cómo afecta a la salud, cuáles son las obligaciones que nos impone la UE en materia de emisiones o que existen sanciones si España no cumple", agregó. 

Tras señalar que Madrid Central ha sido un éxito sin precedentes para mejorar la calidad del aire, no sólo en el Centro de Madrid, sino en toda la ciudad Hernández señaló que el equipo de gobierno, en lugar de revertir o desvirtuar Madrid Central, debe extender el modelo de zona de bajas emisiones (como ya hacen 300 ciudades en toda Europa) a otras partes de la ciudad y adoptar más políticas de movilidad sostenible, como la mejora del transporte público, el desarrollo de infraestructuras ciclistas, más peatonalizaciones o el incentivo de vehículos de uso compartido. 

La oportunidad de la Cumbre Climática

"Madrid ha llegado tarde a las políticas efectivas de lucha contra la contaminación, por lo que sería un error detenernos ahora, e incluso retroceder como está haciendo el ejecutivo de Martínez-Almeida. Con la celebración de la Cumbre Climática, del 2 al 13 de diciembre, el gobierno municipal tiene la oportunidad de cambiar de rumbo y alinear de manera definitiva a Madrid con las ciudades más avanzadas en la lucha contra la crisis climática", puntualizó el portavoz socialista. 

Con la celebración de la Cumbre Climática, el gobierno municipal tiene la oportunidad de cambiar de rumbo

Otra defensora de Madrid Central ha sido la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), cuyo presidente, Quique Villalobos, destacó que ha supuesto una clara mejora de la calidad de vida cotidiana de los vecinos y vecinas del distrito Centro. 

En su opinión, los efectos más notables del proyecto han sido cuatro: un "calmado" del tráfico sin precedentes, un mejor funcionamiento del transporte público en superficie, una bajada sustancial de la contaminación acústica diurna y una "incuestionable ruptura de tendencia en la contaminación atmosférica de calidad del aire, que por primera vez podría cumplir con los límites legales". 

Este diario trató, en reiteradas ocasiones, de recabar la opinión del actual equipo de gobierno municipal para que hiciera un balance del primer año de Madrid Central. A pesar de los intentos, la única respuesta obtenida fue el silencio.

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