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Alternativas ecológicas a las compresas y tampones convencionales

Los productos de higiene femenina producen toneladas de residuos que dañan el medioambiente y pueden ser perjudiciales para la salud. Existen otras opciones como la copa menstrual, las compresas reutilizables o las bragas absorbentes.

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Imagen de una copa menstrual y un tampón. — PIXABAY / PIXABAY

MADRID, Actualizado:

Las mujeres, más de la mitad de la población mundial, experimentan prácticamente todos los meses durante cerca de 40 años de sus vidas un proceso fisiológico que provoca un sangrado vaginal y que llamamos menstruación. Para absorber y eliminar ese sangrado, las mujeres utilizan productos de higiene femenina. 

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A lo largo de su vida fertil, una mujer puede llegar a utilizar 14.000 productos menstruales y gastar alrededor de 4.500 euros en artículos de un solo uso. Eso supone un esfuerzo económico considerable, que no todas las mujeres pueden asumir. Lo que genera lo que se denomina como pobreza menstrual y que en este artículo explicamos en detalle. 

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En España, el precio de estos productos está gravado con el 10% adicional de IVA. Un gravamen que pretendía suprimir la reforma de la ley del aborto, que el Ministerio de Igualdad ha llevado este martes al Consejo de Ministros para su aprobación, pero que finalmente no se ha incluido en el texto por la oposición de Hacienda.

Enorme problema medioambiental

La mayor parte de productos para higiene femenina son desechables, de un solo uso

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Pero todos esos productos que las mujeres necesitan utilizar también generan la llamada basura menstrual. La mayor parte de productos usados son desechables, de un solo uso, que terminan primero en los cubos de basura de casas, puestos de trabajo, etc... y que finalizan en vertederos. Los dos productos que principalmente se usan son las compresas y los tampones convencionales. Teniendo en cuenta que la ONU calcula que unos 1.800 millones de mujeres están en estos momentos en edad y cada una gasta unos 14.000 productos menstruales, hacen un total 25 billones de productos menstruales desechados. Un impacto medioambiental descomunal.

La toxicidad de estos productos para el planeta está más que comprobada. La mayoría de las compresas están fabricadas en un 90% de plástico y se estima que tardan hasta 300 años en desintegrarse. Mientras, los tampones, lo hacen en seis meses al ser en gran parte de algodón, pero si tienen aplicadores de plástico pueden tardar cientos de años en desaparecer.

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Toxicidad y posibles enfermedades

En estos productos también encontramos numerosos componentes sintéticos como el cloro en el blanqueamiento del algodón, dioxinas, polietileno y polipropileno, poliéster, rayón, poliacrilato, aromatizantes y pesticidas.

En estos productos encontramos componentes sintéticos como el cloro, dioxinas, polietileno y polipropileno, poliéster, rayón, poliacrilato, aromatizantes y pesticidas

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Obviamente, estos componentes no solo repercuten en el medioambiente sino que también pueden generar enfermedades, ya que pueden resultar tóxicos para el cuerpo humano. Pueden llegar a influir en el equilibrio hormonal y se relacionan con enfermedades como endometriosis, dismenorrea, dolores pélvicos o infertilidad, además del famoso síndrome de shock tóxico.

Ante estos productos de higiene femenina convencionales y perjudiciales para el medio ambiente, en los últimos años han proliferado alternativas ecológicas y más saludables que ayudan a disminuir la huella ecológica.

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La copa menstrual

Se trata de una especie de copa hecha de silicona, suave al tacto y muy eficaz para recoger el flujo. No contiene elementos tóxicos, puede durar unos 10 años, por lo que solo se necesitan unas 3 o 4 en toda la vida menstrual. Esto también se traduce en un importante ahorro económico. Además, también genera un empoderamiento menstrual, ya que no oculta la sangre, la recoge. 

Precisamente, al almacenar el flujo, evita la sequedad vaginal y respeta el equilibrio íntimo. La copa menstrual, frente a otros métodos, disminuye las alteraciones de la flora y el PH vaginal, las infecciones vulvo-vaginales, las alergias y las alteraciones dérmicas. Además, favorece el conocimiento del cuerpo y es compatible con métodos anticonceptivos y práctica de relaciones sexuales.

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Compresas y salvaslips reutilizables

Son compresas creadas con telas colocadas de manera superpuesta y tienen un gran poder de absorción. Son reutilizables y biodegradables, y no llevan productos absorbentes, químicos ni perfumes. Se pueden hacer de forma manual, se coloca como una compresa desechable pero al caer el fluido se puede lavar a mano o meterla en la lavadora. Una vez limpia y seca se puede volver a utilizar. 

Bragas absorbentes

Son bragas cuya composición permite no tener que llevar compresas pero también se pueden usar como complemento de la copa menstrual o un tampón. Están hechas de un material flexible, que además, es capaz de absorber en gran cantidad, sin dejar que se traspase el flujo a la ropa. Son cómodas, antibacterianas y transpirables, por lo que neutralizan el olor. El algodón está en la parte en contacto con la piel y el tejido técnico en el interior, es poliéster. Se pueden lavar en la lavadora y volver a utilizar.

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Tampones caseros o con aplicador reutilizable

En cuanto a los tampones también hay avances para hacer que este producto sea sostenible. Para hacer tampones caseros hace falta hilo de algodón y unas agujas de punto o de croché. Se cose con la forma deseada y con la ayuda de un aplicador, se coloca en el interior de la vagina. No hace falta tirarlos y se pueden lavar. 

Los tampones con aplicador reutilizable son aquellos en los que el aplicador se puede lavar y usar de nuevo. Cuando termina el periodo, se esteriliza y se guarda en una funda hasta el próximo ciclo. Está fabricado con un material antibacteriano libre de BPAs y dura unos diez años.

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Esponjas naturales

Su utilización está muy extendida en los baños de los bebés. Se trata de un producto de origen animal, totalmente natural, muy duradero y biodegradable. Además, es hipoalergénica y su tacto es muy suave. Su capacidad de absorción es altísima, se introduce como un tampón sin hilos y recoge el flujo menstrual de forma práctica y ecológica. 

Compresas y tampones desechables eco

Otra alternativa también desechable pero biodegradable son las compresas y tampones hechos a base de productos naturales. No contienen plásticos ni fibras sintéticas ni otros productos químicos. Tampoco están blanqueados con cloro y no alteran el pH de la piel y las mucosas. Son biodegradables, compostables y mucho más sanos que los convencionales. En las compresas están fabricadas a base de fibras vegetales como la celulosa y los tampones se fabrican con algodón orgánico certificado.

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