Este artículo se publicó hace 4 años.
El estado de alarma dispara las denuncias de racismo policial en varias ciudades
Organizaciones antirracistas advierten sobre el crecimiento de las paradas policiales a personas extranjeras. SOS Racismo ha recogido distintos casos en Bilbao, Madrid y Barcelona.
Bilbao-
Primero aparecieron numerosas furgonetas. Luego, largas filas de ertzainas. No se trataba de una manifestación. Tampoco había ocurrido nada en especial en San Francisco, uno de los barrios con mayor tasa de población inmigrante en Bilbao. En pleno estado de alarma, decenas de policías se despliegan en esta zona. "En otros barrios de la ciudad no pasa lo mismo", advierten desde SOS Racismo en Bizkaia.
En esta organización temen que Bilbao no sea, ni de cerca, una excepción. "El contexto actual no puede servir para que se incrementen las paradas racistas ni para que se justifique ningún otro abuso hacia colectivos que ya están en situación de vulnerabilidad", afirma a Público Paula Guerra, presidenta de SOS Racismo Madrid.
La plataforma "Es Racismo", creada por esa misma organización para "combatir el racismo institucional", acaba de publicar una crónica sobre los primeros días de estado de alarma. Allí señalan que desde que se produjo esa declaración por parte del Gobierno, "diferentes asociaciones antirracistas hemos recibido avisos sobre cómo las paradas policiales por motivos étnico-raciales se iban a disparar durante esta cuarentena".
En esa línea, Es Racismo alerta precisamente en ese documento que "muchas veces estas agresiones no tendrán ni siquiera testigos y esto permitirá a los 'Cuerpos de Seguridad del Estado' ser aún más violentos con las personas racializadas".
Uno de los testimonios recogidos describe una actuación de la Policía en el barrio madrileño de Lavapiés. En concreto, se resalta –en base a lo relatado por una testigo, que observó los hechos desde la ventana de su vivienda– cómo los agentes actuaron "con una violencia desproporcionada" para obligar a un joven marroquí "a abandonar la calle por la que transitaba y el parque en el que se encontraba".
"A los pocos minutos el joven volvió al parque cojeando, sin poder caminar, vomitando y llorando. Desconsolado, sin comprender porque sin haber hecho absolutamente nada el Estado español le acababa de dar una paliza, sólo por sus rasgos físicos o su forma de hablar", indica.
"Cuando los chicos preguntaron si se les iba a multar, la Policía sacó la porra extensible"
El domingo hubo otros dos casos similares en Lavapiés. "En el primero de estos incidentes, según nos cuenta una testigo, pudo presenciar cómo tres personas racializadas pasaban por la plaza y un coche de Policía paró a su lado. Cuando los chicos preguntaron si se les iba a multar, la Policía sacó la porra extensible y les comentó que no les multarían pero 'te vamos a dar con esto y todos los vecinos aplaudirán desde sus casas'. Un claro error, porque los vecinos de la plaza salieron a sus ventanas a recriminar la actuación policial, según nos cuenta algún residente en la zona", afirman.
El segundo episodio ocurrió "solo unos minutos más tarde en la misma plaza". En esa ocasión, "un grupo formado por unos siete policías arrestan a una persona simplemente por estar en la calle. El joven, un habitual de la zona en situación de calle y con problemas mentales, estaba en la plaza jugando al balón, cuando aparecieron siete motos, un coche patrulla y una furgoneta de la Policía Nacional".
Relatan que si bien "el chico en ningún momento opuso resistencia, los policías lo reducen con muchísima violencia y se lo llevan esposado en uno de los vehículos". "Según nos comentan los vecinos de la Plaza Nelson Mandela, el joven no es conflictivo y tampoco lo fue en el momento de la detención", subraya Es Racismo.
"Otro de los testimonios que nos ha llegado en estos primeros días de cuarentena es la denuncia de un usuario de twitter, @dyusanc, en la que se puede ver cómo en el barrio Gótico de Barcelona, sólo unos minutos después de que se instaurase el Estado de Alarma a nivel nacional, la Policía Municipal paraba a jóvenes racializados para pedirle la documentación de forma injustificada por motivos étnico-raciales, tal y como explica el propio twittero", destaca.
Mientras tanto, en el barrio bilbaíno de San Francisco se registra estos días una "mayor incidencia" de la "militarización" y paradas policiales de carácter racista, aseguran desde SOS Racismo Bizkaia. "Allí es una práctica habitual que ahora se ve acentuada", manifestaron.
"Me pararon cinco veces en una distancia de 100 metros"
Marra Junior, cofundador del Movimiento Panafricano de Bilbao, lo denunció esta misma semana mediante un artículo publicado en la revista digital Negrxs. "Personalmente a mí ayer me pararon más de 5 veces, en una distancia de 100 metros al salir de mi trabajo, con expresiones como: 'eres tonto o qué', 'no os enteráis de nada…', '¿Queréis morir?', 'Esto es serio, no se trata de ninguna broma'. Estos mensajes responden al racismo policial interiorizado para criminalizar cuerpos negros".
Asimismo, el caso de San Francisco también ha sido denunciado por la organización Sare Antifaxista (Red Antifascista), que desde sus perfiles en las redes sociales alertó sobre el "coronavirus represivo" en Bilbao.
Por su parte, desde el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco indicaron a Público que los controles policiales en ese barrio han estado motivados por "incumplimiento de las restricciones de movilidad y confinamiento".
"Sistema racista"
"La comunidad migrante racializada está siempre en el ojo del huracán, porque vivimos bajo un sistema racista estructural e institucional que nos somete a esta situación", añade Guerra desde Madrid. "Exigimos que no se nos someta todavía más a medidas racistas en este contexto", añade.
"Íbamos cinco. A la única persona que pararon fue al chico negro"
La presidenta de SOS Racismo Madrid cuenta un hecho que acaba de vivir en primera persona. El martes, cuando se dirigía al supermercado, paró muy cerca una patrulla policial. "Íbamos cinco, cada uno por separado, y a la única persona que paró fue a un chico negro. Le empezaron a preguntar de dónde venía y por qué estaba en la calle", relata.
Con estos datos a la vista, Guerra reclama que "se ponga freno" a estas actuaciones policiales. "Si estamos habitualmente señalados por el racismo institucional, no podemos estarlo en un contexto de alarma con el actual", subraya. "En Lavapiés lo vemos a diario. Lo que pasa es que ahora hay menos gente en la calle y tienen una libertad mucho más amplia, porque te pueden multar simplemente por estar en la calle", afirman desde Es Racismo.
Emergencia Antirracista
Lo mismo piensan –e igualmente temen– un amplio número de asociaciones que han dado vida a nivel estatal al Comité de Emergencia Contra el Racismo, creado precisamente para advertir sobre las otras consecuencias de la crisis del coronavirus.
Cerca de sesenta colectivos sociales forman parte de esta iniciativa, que ha dado sus primeros pasos bajo el lema #EmergenciaAntirracista. De hecho, entre sus objetivos está "identificar, dar visibilidad e intentar dar respuesta a situaciones de vulnerabilidad y discriminación racistas contra los colectivos más vulnerables" en distintas áreas.
La denuncia de las "paradas racistas" por parte de los distintos cuerpos policiales también forma parte de las iniciativas que ha comenzado a desarrollar esta red. Fuentes del ministerio del Interior señalaron a Público que no realizarán valoraciones sobre este tema.
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