Agricultores del Maresme denuncian una operación para "destrozar" terreno agrícola protegido
El Ayuntamiento de Santa Susanna quiere ampliar un vial "por seguridad", pero los agricultores lo ven como punto de partida para otros proyectos que degradarán un tramo de costa poco transformado.
Emma Pons Valls
Barcelona-Actualizado a
A pesar del contexto actual de emergencia climática, no son pocos los proyectos de macroinfraestructuras que están proliferando en Catalunya. En los últimos meses hemos visto cómo se ponían de actualidad debates como la ampliación del aeropuerto de Barcelona o la construcción de la B-40.
A otra escala, pero también con consecuencias sobre el espacio natural, hay un proyecto que afecta al municipio de Santa Susanna, en el Maresme (Barcelona).
Es donde se cultivan las pocas rosas que se venden por Sant Jordi que provienen de Catalunya
Se trata de la ampliación de un vial que los agricultores denuncian que "destrozará" una zona de valor agrícola y que abre a la puerta a otras operaciones que degradarán un tramo de costa poco transformado.
En este pueblo de 3.000 habitantes hay un vial rural que conecta el municipio con Pineda de Mar y que pasa junto al Pla de Balasc, una extensión de huerta donde, entre otros, se cultivan las pocas rosas que se venden por Sant Jordi que provienen de Catalunya.
Seis veces más turistas que habitantes
El Ayuntamiento quiere duplicar la anchura de este camino, de los siete a los 15 metros, lo que ha levantado polémica en un municipio que tiene seis veces más plazas hoteleras que habitantes (3.000 y 20.000, respectivamente).
El alcalde sostiene que la ampliación es "por seguridad"
"Después de un destrozo viene otro, y nosotros queremos que esto quede intacto como la despensa que es", reivindica Ernest Pujadas, uno de los campesinos afectados. Para ampliar el vial se necesita la cesión de los terrenos o, en su defecto, la expropiación.
Se trata de un camino que pasa paralelo a la vía del tren y que el alcalde quiere ampliar hasta los 15 metros de ancho "por seguridad". "Es un camino de riesgo, con mucha circulación y sin luz. Con este cambio, el mismo tráfico tendrá seguridad", afirma el alcalde, Joan Campolier, en una llamada con Público.
Los campesinos no lo ven así y han iniciado una campaña de denuncia apoyada por el sindicato Unió de Pagesos y colectivos como la Assamblea Pagesa del Maresme y Agricultura Viva (Santa Susanna).
"Queremos mantener este espacio como está ahora, es un kilómetro cuadrado perfectamente cultivado, el que tiene mayor extensión de Mataró hasta Malgrat", añade Pujadas.
Un espacio de máxima protección
La actividad agrícola ha hecho de barrera al crecimiento urbanístico
Los colectivos ecologistas recuerdan que el Pla de Balasc es una zona de máxima protección dentro del Plan Director Urbanístico del Sistema Costero (PDUSC).
Es un espacio de producción agrícola de más de 100 hectáreas que recorre la costa y que conecta el litoral con el Montnegre. Esta actividad ha hecho de barrera al crecimiento urbanístico, manteniendo el espacio poco transformado.
El portavoz de Unió de Pagesos en el Maresme, Antoni Llimona, califica las intenciones del Ayuntamiento de "agresión al espacio agrario".
"Se carga también un patrimonio arquitectónico, sencillo, de casas, paredes y pozos. Es uno de los pocos espacios dignos que quedan en el Maresme, junto con las Cinc Sènies (Mataró) y el Pla de Grau (Tordera)".
La ampliación del vial tendrá "consecuencias directas negativas e inmediatas sobre los campesinos" y Llimona reclama "no ponerlo más difícil" a los agricultores que quieren preservar sus tierras. "No tiene por qué pasar un vial de la anchura de la C-32", lamenta Pujadas, al que se le comerían unos ocho metros de sus terrenos.
Una ampliación "por seguridad"
El alcalde rechaza las acusaciones y achaca las denuncias a desinformación interesada, motivada por la campaña de las municipales en mayo. "Si aquí montáramos una autopista... Pero son los metros necesarios para los servicios", sostiene.
Campolier defiende que no comportará crecimiento urbanístico
La iluminación y la instalación de vallas, así como el soterramiento de unas tuberías y la construcción de un paso subterráneo son algunas de las actuaciones que menciona.
Joan Campolier es un histórico de la alcaldía de Santa Susanna. Ostenta el cargo desde 1987, con una interrupción de 2007 a 2011 porque fue inhabilitado por prevaricación. El pasado 28M revalidó el cargo con mayoría absoluta.
Empresario del sector de la restauración y el turismo, niega que ninguna actuación relacionada con el vial vaya orientada a la especulación o crecimiento urbanístico.
"No tiene nada que ver. Hemos potenciado al sector hotelero sin que haya mezcla con las zonas residenciales, haciendo una zona unitaria para garantizar el equilibrio económico. Agricultura y turismo se toleran muy bien", explica Campolier.
En cambio, los agricultores temen que el vial sea el primer paso para construir una marina seca -un aparcamiento de embarcaciones sin agua- que lleva años buscando el Ayuntamiento.
"La marina seca traerá asociada la construcción de equipamientos y la posterior urbanización del sector", insiste un documento informativo de los colectivos.
Campolier lo desvincula y señala que es un proyecto "de hace muchos años" compartido con el municipio vecino de Pineda. "Es un proyecto de futuro de ubicar en un terreno que es municipal un hangar por las embarcaciones".
En cualquier caso, asegura que buscará "consenso" para sacar adelante la ampliación del vial y remarca que el 70% de campesinos ya se han mostrado a favor. "La voluntad del Ayuntamiento es intentar llegar a un acuerdo", concluye.
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