Los peatones tecnológicos se caracterizan por ir caminando o circular absortos mientras miran sus teléfonos móviles o aparatos electrónicos. Motoristas, ciclistas y viandantes conectados se han convertido en una de las poblaciones de riesgo más vulnerables de sufrir un accidente de tráfico porque son ya casi la mitad de los fallecidos, un 2% más que el año pasado.  

Sobre ellos se llama la atención en las charlas Agárrate a la Vida que la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (Aesleme) y la Fundación Mutua Madrileña imparten a universitarios españoles.

Gustavo Almela es uno de los formadores de Aesleme. En silla de ruedas por una lesión medular causada por un accidente de esquí a los 21 años y con tres accidentes de moto previos, salpica con su experiencia y anécdotas las lecciones sobre seguridad vial. La alerta sobre los peatones tecnológicos es una de las materias que recientemente ha incorporado a sus charlas, repletas, por otro lado, de consejos para ponerse al volante, como evitar las distracciones –primera causa de muerte en accidentes de tráfico– con los móviles, el tabaco, la música; los efectos del alcohol y otras drogas, y el intenso y largo sufrimiento que se causa a la familia.  

"Yo pensaba que lo que hacía, coger el coche después de haber bebido, practicar deporte de una manera incorrecta, no tenía riesgo. Y sí que lo tenía. Esto es lo que intentamos transmitir en las charlas. Que nadie tiene derecho a llevarse a alguien por delante, porque cuando sufres un accidente, la familia se ve afectada", cuenta.  

Los accidentes de tráfico en España se han cobrado la vida de 802 personas este año, hasta septiembre. En 2018 fueron 1.806 los fallecidos, y hubo casi nueve mil heridos graves. Las cifras son todavía tremendas, pero mejores que hace treinta años, en 1989, cuando murieron 9.344 personas. El descenso ha sido casi ininterrumpido se debe a múltiples factores. A través de las charlas Agárrate a la Vida, en colaboración con Aesleme, la Fundación Mutua Madrileña trata de concienciar de los peligros a los más jóvenes para prevenir conductas de riesgo. 

Las charlas impactan en los chavales que las escuchan por la fuerza del discurso de Almela: "Hablamos de un montón de gente, de padres, abuelos, tíos, sobrinos, y toda esa gente que lo va a pasar mal. ¿Y cómo convences a la gente, a los jóvenes, para que sea prudente? Pues contándoles ese sufrimiento que tú has causado a tu familia. Hace más daño cuando ves que tus padres lo están pasando mal por una imprudencia que tú has cometido, y que te ha llevado a una cosa como ésta". 

Los temas son múltiples. El casco en la moto. Los modelos homologados o el futuro de la seguridad vial, que pasa por chaquetas con airbag, que están ya en el mercado, pero que pocos conocen. Y por alcohol 0.0 para los motoristas. Como dice Almela, "no se coge un coche ni una moto, ni un segundo, cuando uno ha bebido".