Un hombre de 40 años se enfrenta a una condena de 15 años de prisión que es lo que le pide el Ministerio Fiscal y las dos acusaciones particulares personadas en la causa tras acusarlo de agredir sexualmente a una bebé de dos años, que era la hija de su entonces pareja sentimental.

El caso que enjuicia la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén se remonta al 8 de noviembre de 2016 cuando la madre de la bebé dejó a su hija a cargo de su pareja para poder asistir a la votación del consejo escolar de la guardería de la pequeña.

La madre ha relatado ante el tribunal que esa tarde dejó a su hija acostada y recién cambiada y se ausentó de casa poco más de una hora. Cuando volvió se encontró a la niña en la cuna llorando y con sangre en las comisuras de la boca. Además, al cambiar se dio cuanta de que el pañal estaba "lleno de sangre" por lo que de inmediato se llevó a la menor al centro de salud. Desde el centro de salud se derivó a la bebé al Hospital Materno Infantil de Jaén donde el personal médico siguió el correspondiente protocolo tras confirmar la existencia de diferentes lesiones en la zona genital de la pequeña.

El acusado se declara inocente

El acusado se ha declarado inocente y ha rechazado haber mantenido algún tipo de contacto sexual con la bebé. "Yo no le he hecho eso a la chiquilla\", ha dicho el acusado, al tiempo que ha reconocido no poder explicar por qué la menor afirmó a preguntas del personal médico y de la trabajadora social que había sido él el que le había hecho "pupa".

Por su parte, la madre ha señalado que cuando ocurrieron los hechos llevaba unos seis meses de relación con el acusado, que a pesar de sus numerosos antecedentes y de haber estado en prisión, ella tenía en él "plena confianza" y que por ello esa tarde le dejó la niña a su cargo, algo que no era habitual.

"Me lo dijeron en el Hospital y yo no me lo creía", ha dicho la madre sobre el momento en que el relataron que las lesiones de la menor eran compatibles con una agresión sexual y que la propia menor había señalado al acusado como la persona que le había hecho daño, al mismo tiempo que se señalaba la zona del pañal. También dos de los cuatro guardias civiles que han declarado como testigos en el juicio han apuntado que la menor verbalizó, conforme a su edad, que la pareja de su madre era "malo" y le había hecho "pupa".

Por estos hechos, el Juzgado de Instrucción número 4 de Jaén acordó prisión provisional para el acusado, situación que se mantuvo hasta el 21 de diciembre cuando quedó en libertad provisional con la prohibición de acercarse o comunicarse por cualquier medio con la menor y su madre. El Ministerio Fiscal reclama que se le imponga por un delito de agresión sexual una pena de 15 años de prisión e inhabilitación absoluta y diez años de libertad vigilada, una vez cumplida la pena privativa de libertad que resulte impuesta. También le pide diez años de prohibición de comunicación y aproximación con la menor y cinco años de inhabilitación para cualquier actividad que implique contacto con menores de 16 años.

Las dos acusaciones particulares, ejercidas por cada uno de los progenitores de la menor, coinciden en solicitar que se le impongan 15 años de cárcel como autor de un delito de agresión sexual a una menor.

En lo que respecta a la responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal pide 34.610, mientras que la acusación particular ejercida por la madre eleva la cantidad hasta los 53.543 euros y la del padre la cifra en 70.000 euros. El juicio proseguirá este miércoles con las declaraciones de los forenses, de los profesionales de la Fundación Márgenes y Vínculos, y dos guardias civiles.