Todo empezó el 9 de abril de 2012: Froilán se disparó con una escopeta en un pie. Al día siguiente, la reina Sofía acudió al Hospital para visitar a su nieto. ¿Por qué no la acompañaba Juan Carlos I? Estaba de cacería en Botsuana con la que fue su amante, Corina Larssen. Un accidente hizo que todo saltara por los aires. Tras la cacería, Juan Carlos I tropezó con un escalón, se golpeó con el suelo y se rompió la cadera derecha por tres partes. El 13 de abril de 2012 fue repatriado a Madrid con urgencia para ser operado en la jornada siguiente, día de la República. Después de cuatro días ingresado en la clínica, protagonizó un momento histórico en la Corona: pidió perdón. No fue suficiente. La cacería indignó profundamente a la sociedad española, que se encontraba en plena crisis económica. Además, se destapó la relación sentimental que el rey había mantenido con Corinna Larsen. Dos años después, el 2 de junio de 2014, Juan Carlos I abdicó.