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¿Tú también has sufrido un trauma por traición?

“¿En tu niñez o adolescencia, una persona te dijo que, si no hacías lo que ellos decían, alguien a quien querías sería lastimado, como por ejemplo, tu perro?”. Esta es una de las preguntas que incluye el conocido como Inventario de trauma por traición, un autoinforme desarrollado por Jennifer Freyd, psicóloga de la Universidad de Oregón (Estados Unidos) que fue la primera en estudiar este tipo de trauma hace tres décadas. 

Definido como una situación en la que se quebranta la confianza de una persona sobre otra de la cual la primera es dependiente —un padre traiciona a su hijo, por ejemplo—, el trauma por traición es una experiencia psicoemocional muy delicada que puede estar relacionada con otros trastornos como el trastorno de estrés postraumático, los trastornos de apego o el trastorno de identidad disociativo.  

¿Qué es el trauma por traición? 

El lado oscuro de la empatía
Una mujer mira una mano sobre su hombro – Fuente: Pexels

Jeniffer Freyd introdujo este concepto en 1991 en una presentación ante el Instituto Psiquiátrico Langley Porter, el primer instituto neuropsiquiátrico de California, fundado en 1941. “Se trata de un conflicto entre la realidad externa y un sistema indispensable de dependencia social (…) Quizás la mayoría de los traumas infantiles son traumas por traición (…) requiriendo que la información sobre el abuso sea bloqueada de los mecanismos mentales que controlan el apego y la conducta de apego”. 

Y es que los seres humanos tenemos un mecanismo mental inherente para detectar las traiciones de los denominados “contratos sociales”, una suerte de “detección de tramposos” que han analizado algunos estudios sugiriendo que, en las relaciones sociales, usamos una serie de procesos cognitivos que pueden llegar a “predecir” comportamientos.  

Pero, ¿qué pasa con esta detección de “traidores” cuando alguien en quien confías y/o alguien que tiene poder sobre ti, te maltrata? Es entonces cuando puede surgir un complejo mecanismo de defensa que es fundamental en el trauma por traición tal y como señalan las investigaciones de Freyd. 

Ceguera de traición: la amnesia disociativa 

Asi funciona tu cerebro cuando se siente amenazado
Una mujer con gesto de tensión – Fuente: Pexels

Tal y como explica Freyd, en la teoría del trauma por traición, “existe una utilidad social en permanecer inconsciente del abuso cuando el perpetrador del mismo es el cuidador” del que depende la persona maltratada.  

“Específicamente, en los casos en que una víctima depende de un cuidador, la supervivencia puede requerir que la persona permanezca inconsciente de la traición: para un niño que depende de un cuidador para su supervivencia básica, el aislamiento puede estar en contradicción con los objetivos finales de supervivencia (…) En tales casos, la supervivencia del niño estaría mejor asegurada siendo ciego a la traición y aislándose del conocimiento del evento, permaneciendo comprometido con el cuidador”. 

Es lo que se denomina amnesia disociativa, un trastorno disociativo que se caracteriza por una pérdida de memoria provocada por un episodio de estrés psicológico y que no puede atribuirse a causas neurobiológicas, hasta el punto de que la persona puede ser incapaz de recuperar recuerdos previamente almacenados o crear recuerdos a largo plazo. 

Así las cosas, “la traición parece estar relacionada con la evitación y las respuestas disociativas que ayudan al individuo a evitar que la información amenazante sea consciente en condiciones en las que la supervivencia del individuo depende del perpetrador”. 

No obstante, Freyd matiza un aspecto fundamental: “no es necesario que la víctima sea consciente de la traición para llamarla trauma por traición”, además de recordar que la víctima puede volverse consciente de los sentimientos de traición, una vez que ya no dependa del perpetrador para su supervivencia. 

El trauma por traición institucional 

¿Sufres el trastorno de ansiedad social?
Un hombre se lleva una mano a la cabeza – Fuente: Unsplash

Pero el trauma por traición vinculado a eventos traumáticos vividos en la infancia no es la única traición que puede tener graves consecuencias psicopatológicas en una víctima. Jennifer Freyd también se refirió al trauma por traición institucional.  

En este sentido, la psicóloga estadounidense señala como esta tipología de trauma por traición sucede cuando la institución de la que dependes te maltrata o no te ofrece la protección que se supone debe ofrecer.  

Por ejemplo, en España, la doctora en Derecho Penal de la Universidad del País Vasco, máster en Sociología Jurídica y diplomada en Criminología Gema Varona, se ha referido al concepto de trauma por traición institucional al referirse a los abusos sexuales en la Iglesia, conclusiones que también fueron incluidas en el libro editado por el Gobierno navarro, Abusos sexuales a menores de la Iglesia católica.

En Estados Unidos, la profesora de Estudios de Género Katie Gentile también abordó este trauma por traición institucional en las universidades norteamericanas gracias a su trabajo y experiencia como consejera en la política universitaria para evitar agresiones sexuales: “Las instituciones —familias, organizaciones religiosas, militares, universidades, institutos psicoanalíticos— han fallado de manera consistente e inadmisible tanto a las víctimas como a los perpetradores, incluso en organizaciones que funcionan bien y son reflexivas”. 

La propia Jennifer Freyd pone de ejemplo este minidocumental del Washington Post sobre los depredadores sexuales en Hollywood, en el que aparece ella misma, para entender uno de los traumas por traición institucional más debatidos de los últimos tiempos.  

Trauma por traición: consecuencias y comorbilidad

Terapia de constelaciones - Fuente: Unsplash
Varias mujeres se consuelan – Fuente: Unsplash

Pese a que un niño “olvide” los abusos a los que es sometido por los cuidadores responsables de su supervivencia, las consecuencias de tales abusos y de la amnesia disociativa vinculada pueden ser gravísimos a nivel psicopatológico a medida que la víctima vaya creciendo.  

Uno de los más habituales es el trastorno de estrés postraumático, pero también el trastorno de identidad disociativo, antes conocido como trastorno de personalidad múltiple, caracterizado por alternar diferentes identidades, o el trastorno límite de personalidad, que incluye problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento, y un patrón de relaciones inestables, con un temor desmedido al abandono. 

Así las cosas, el trauma por traición, especialmente cuando está vinculado a hechos vividos en la infancia, se asocia a multitud de trastornos psicopatológicos, como ya sugería Jennifer Freyd cuando presentó por primera vez sus conclusiones sobre este tema: “Quizás la mayoría de los traumas infantiles son traumas por traición”. 



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