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Terapia Gestalt: ¿Ciencia o estafa?

Mientras el Ministerio de Sanidad y el de Ciencia e Innovación completan el Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias publicando sus conclusiones sobre la Gestalt, entre otras 47 terapias que aún debe revisar —que, según la OCU, deberían estar listas en 2025—, os explicamos cuáles son los conceptos básicos de esta terapia alternativa, y cuáles son las principales críticas que recibe para que saques tus propias conclusiones. 

¿Qué es la Gestalt? 

terapia de pareja
Personas en consulta/Foto: Unsplash

El término “Gestalt” procede del verbo alemán gestalten que significa “dar forma”, pero también “remodelar” o “renovar”. Este término se ha aplicado a pedagogía y a psicología, formándose en este segundo caso la escuela psicológica de la Gestalt que se vincula a las leyes de la Gestalt: una serie de reglas que explicarían el origen de las percepciones a partir de los estímulos y que han influido notablemente en las artes plásticas y el diseño.  

Al margen de estas aplicaciones ha surgido también lo que se conoce como terapia Gestalt o psicoterapia gestáltica, un enfoque psicológico asociado a las psicoterapias humanistas-existenciales, un conjunto de terapias que tienen como objetivo principal “ayudar a los pacientes a que descubran sus fortalezas y puedan alcanzar la realización personal”. 

Fue el célebre Abraham Maslow el que, junto a otros colegas, fundó en 1960 una revista en defensa de la psicología humanista que venía extendiéndose desde la década anterior y que pronto sería inspiradora de diferentes tendencias en psicoterapia.

En un artículo retrospectivo, José María Gondra Rezola, que fue presidente de la Sociedad Española de Historia de la Psicología (SEHP), concluía que, “a pesar de las sombras, los 25 años de existencia (de la psicología humanista), representan un balance positivo (…) en cuanto ha contribuido a ampliar las perspectivas y a superar las barreras de los rígidos sistemas psicológicos y psicoterapéuticos”. 

En este sentido, Gondra Rezola invitaba a “dejar las actitudes sectarias (…) abrirse a todas las corrientes” mientras “la sociedad moderna está exigiendo una demostración de la eficacia práctica de los tratamientos, dados los abusos ocasionales” siendo esta demostración impensable “sin una rigurosa investigación científica con todas las garantías de objetividad”.  

Sería el psiquiatra Fritz Perls el que, partiendo de los planteamientos de la psicología humanista, entre otras influencias como el psicoanálisis o el análisis reichiano del carácter, desarrollaría la Gestalt, publicando en 1951 el libro Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana.  

Principios básicos de la Gestalt 

Consulta - Fuente: Pexels
Consulta – Fuente: Pexels

Debido a la referida variedad de influencias en la configuración de la Gestalt a lo largo de los años, sus principios básicos muestran una considerable heterodoxia, pero, en esencia, comparte los siguientes conceptos principales. 

  • Holismo. Se considera la naturaleza humana como un todo unificado y coherente. El ser humano no debe ser dividido, fragmentado o estudiado por partes. En este sentido, no sería posible explicar el todo a partir de la suma de las partes.
  • Modelo de campo. Según el psicólogo y terapeuta Gestalt David Picó Vila, la Gestalt parte de la base de que “somos organismos que vivimos en interacción continua con un entorno determinado”. Así la Gestalt concebiría al organismo/entorno como un “campo organismo/entorno”, extrapolando este concepto de la física de forma que se definiría el “campo organismo/entorno de forma parecida al campo magnético de un imán: un organismo afecta a los elementos de su entorno, que están en su campo, y al mismo tiempo es afectado por ellos”. 
  • Agresividad sana. Para la terapia Gestalt esta sana agresividad supone “ir hacia el entorno y atreverse a modificarlo”, lo que supone ejercer “antes una destrucción que haga posible la asimilación de los elementos del entorno: para comer una manzana es necesario morderla y masticarla”. 
  • El self. La Gestalt define el self como un conjunto de características esenciales de la persona que la distingue de otras. 
  • El proceso de contacto. Se trataría del modelo fundamental de la terapia Gestalt que parte del concepto dinámico del self de forma que para llegar a establecer contacto con el entorno “el organismo se tiene que activar y movilizar su energía: el modelo gestáltico del proceso de contacto hace una descripción de la progresión de esa activación” que se daría en cuatro fases: precontacto, toma de contacto, contacto final y postcontacto.  
  • La práctica terapéutica. Todos estos conceptos teóricos tienen su aplicación práctica en la terapia que es concebida como “un marco en el que se da una experiencia real (…) marcada por la atención al momento presente (…) en la que se utiliza la propia sensibilidad del terapeuta como herramienta diagnóstica y, en ciertos casos, de intervención”. 

Las críticas a la Gestalt: ¿la estafa de una pseudoterapia? 

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Consulta – Fuente: Pexels

La Gestalt es una de las 47 terapias alternativas que están pendientes de completar su evaluación junto a otras como la biodanza, el seitai o la abrazoterapia mientras otras 71 ya han sido consideradas como pseudoterapias por el Ministerio de Sanidad a través de su proyecto #coNprueba

En este sentido, conviene recordar la definición de pseudoterapia de la Organización Médica Colegial de España: una propuesta de cura de enfermedades, alivio de síntomas o mejora de salud, basada en criterios sin el respaldo de la evidencia disponible.  

Ese “sin el respaldo de la evidencia disponible”, que se refiere a evidencia contrastada científicamente, es el aspecto clave que diferencia a una terapia de una pseudoterapia y es el eje en torno al que giran las críticas y censuras de la Gestalt entre las que se encuentran las siguientes, algunas de las cuales podemos leer en este artículo sobre los riesgos de las pseudoterapias en la salud mental. 

  • La Gestalt no respeta el código deontológico de los psicólogos en el sentido de usar medios o procedimientos que no se hallen suficientemente contrastados o mezclar el ejercicio de la psicología con otros procedimientos y prácticas ajenas al fundamento científico de la misma, algo que ya vimos a la hora de hablar de las constelaciones familiares.  
  • La Gestalt sería una heterodoxa mezcla de técnicas sin coherencia metodológica
  • En este artículo, el psicólogo Pablo González Báez señala que cualquier persona puede ser terapeuta de Gestalt, tanto un psicólogo como otro profesional sin formación especializada, lo que supone una falta de transparencia y desprotección legal para el cliente.  
  • La Gestalt no sería tanto una terapia psicológica sino una actividad que busca el bienestar del cliente a través de técnicas que se inspiran en la psicología y otras procedentes de otros campos, como la silla vacía.  
  • Abuso de la catarsis. El exceso de emoción a través de experiencias como la catarsis puede tener un efecto contraproducente, especialmente si a este no le sigue un anticlímax racional. 

Pero, en definitiva, la principal crítica que recibe la Gestalt es que no ha sido suficientemente contrastada en el ámbito científico. Lo que reclamaba ya hace más de 40 años Gondra Rezola: estudios objetivos, sin derivas sectarias, y llevados a cabo por profesionales que no tengan conflictos de intereses, es decir, que no obtengan un beneficio directo por el desprestigio (o el prestigio) de la Gestalt, de forma que los resultados obtenidos sobre la eficacia y la seguridad de la Gestalt puedan ser considerados verdaderamente independientes y concluyentes.



1 Comment

  1. Alguien que no tenga conflicto de intereses con la Gestalt y pueda decir si es o no pseudoterapia, puede ser cualquiera que no tenga relación con la Gestalt ni con la psicología/psiquiatría (ya que éstos, los psicólogos/psiquiatras, también estarían dentro de los que tienen conflicto de intereses). Un ingeniero agrónomo,¡ venga!.

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