Si eres una persona muy nerviosa o con ansiedad, es posible que te muerdas las uñas. E incluso puede que más de una vez hayas intentado parar de hacerlo sin éxito. Pero hoy vamos a intentar ayudarte a conseguirlo.
Lo cierto es que no hay recetas mágicas si no mantienes la actitud adecuada y la constancia durante los primeros días, para que cada uno de los puntos que te proponemos se convierta en un hábito, lo interiorices y, al final, lo consigas. Toma nota del método definitivo para dejar de comerse las uñas y luce unos dedos bonitos y saludables este verano.
Consecuencias de la onicofagia
Nada como saber qué es lo que puede provocar la onicofagia, acepción técnica con la que se conoce la costumbre de morderse las uñas, para estar motivado para plantearse en serio dejarlo a través de un método que requiere varias prácticas.
Por un lado, quienes se muerden las uñas suelen empezar a hacerlo de niños, enfrentándose así a las situaciones de aburrimiento, de fatiga o de estrés. Con los años el hábito puede ir a menos, pero está ahí y surgirá cada vez que quien lo padece se enfrente a un acontecimiento que le provoque ansiedad o deba afrontar una situación estresante.
La estética es lo primero en lo que suele pensar la gente cuando se habla de este problema para que uno lo supere, remarcando la importancia de tener unas manos más bonitas y delicadas, pero eso no es lo más importante. Lo más preocupante de la onicofagia es que puede provocarte heridas graves y lesiones en los dedos, al igual que infecciones y problemas dentales como bruxismo y astillamiento de dientes que, incluso, pueden hacer necesario colocar una ortodoncia.
Hazte la manicura
Uno de los primeros pasos para evitar la tentación de morderse las uñas es cuidarlas y hacerse la manicura. Tenlas siempre bien limadas y cuidadas, y ten en cuenta que pintarlas es muy buena opción para evitar la tentación de llevarlas a la boca. También puedes adquirir en la farmacia algún producto incoloro que se aplica igual que los esmaltes y que sabe muy mal si te llevas los dedos a la boca, para provocar el rechazo de hacerlo.
Seguramente si ves tus manos bonitas y cuidadas, no querrás estropearlas. También puede que te sientas culpable si lo haces, sobre todo, si te has gastado una buena cantidad de dinero en hacerte la manicura en un centro de estética o si las has pintado con un esmalte que no haya sido barato. ¿En serio vas a desperdiciarlo?
Ten algo entre las manos
Tanto por aburrimiento como por ansiedad, un hábito que has de adquirir para dejar de morderte las uñas es tener siempre algo entre manos. Con estas ocupadas, no te llevarás los dedos a la boca y evitarás caer en la tentación.
Una estupenda opción es una pelota antiestrés, que podrás estrujar cuando te pongas nervioso, tenso o en momentos de aburrimiento o espera. Las encontrarás en el mercado desde un euro, así que el precio no es excusa para no tener una siempre a mano. Llévala en el bolso o la mochila, ten una en el cajón del escritorio para cuando estudies o trabajes y descarga en ella tu ansiedad mientras fortaleces tus dedos.
Y no caigas en la tentación de coger un lápiz o el capuchón del bolígrafo para mordisquearlo. Si no tienes la pelota a mano juguetea con cualquier cosa, como una moneda, pero que sea algo que, en ningún caso, se te ocurriría llevar a la boca.
Cuida la alimentación
Si tienes en consideración que la onicofagia está directamente relacionada con los problemas de ansiedad, el hecho de cuidar la alimentación será fundamental para no ponerte todavía más nervioso y acabar mordiéndote las uñas.
Evita consumir productos como refrescos con cafeína, café, alcohol y otros estimulantes. Si te apetece picar algo cuando te entren ganas de morder las uñas, echa mano de un aperitivo saludable, una barrita de cereales o unas pipas u otros frutos secos.
Férula especial
Si ves que te cuesta mucho contener los impulsos, puedes acudir al odontólogo para que te haga una férula para tratar la onicofagia, la cual impedirá que los incisivos superiores e inferiores se junten, por lo que no podrás morderte las uñas. Es un método que puedes usar durante unas semanas o un mes, mientras superas este mal hábito. En algunas clínicas dentales las encontrarás a partir de unos 150€.
Pero si con estos hábitos sigues sin ser capaz de dejar de morderte las uñas, lo mejor es que acudas a un profesional. Un psicólogo tratará tu ansiedad y tu estrés guiándote de la mejor forma posible para controlar ese impulso y ofreciéndote unas pautas de comportamiento completamente personalizadas.
No puedo dejar de comerme las uñas😔