Un registro anecdótico es una de las herramientas de análisis y evaluación más sencillas de usar en contextos como la psicología o la educación: se trata de un texto breve o una serie de notas que un profesional toma acerca de la conducta de un grupo personas del que es responsable, como pueden ser alumnos o empleados.
Su principal función es, por tanto, recopilar información sobre el comportamiento y las interacciones entre personas en un contexto concreto, permitiendo al profesional planificar intervenciones y actividades adaptadas a las necesidades específicas de cada individuo.
Consejos para hacer un registro anecdótico
A pesar de que se trata de una herramienta muy sencilla, es necesario seguir unas normas para que el registro anecdótico cumpla su función y aporte información relevante al psicológico y/o educador.
Máxima objetividad
El carácter esencial de un buen registro anecdótico es la objetividad: no son opiniones o valoraciones, sino observaciones directas de un comportamiento. Las valoraciones llegarán a posteriori, en todo caso, pero esa no es la labor del registro anecdótico.
Para entendernos, un registro subjetivo o sesgado sería: “Juan tira el lápiz al suelo porque parece aburrido. Julio completa su ejercicio antes que nadie y lo exhibe con orgullo”. En su lugar, un registro anecdótico (objetivo) debería decir: “Juan tira el lápiz al suelo. Julio completa su ejercicio antes que nadie y lo muestra a los demás”.
Así, por lo tanto, el registro anecdótico prescinde de interpretaciones, reflexiones, suposiciones o inferencias, aunque estas puedan ser acertadas. Solo se trata describir lo que se ve con la mayor neutralidad posible, de forma que las notas puedan ser interpretadas y analizadas posteriormente también por otros profesionales.
En tiempo real o inmediatamente después de la actividad
Siempre que sea posible, y en aras de mantener dicha objetividad, lo aconsejable es registrar la información mientras observamos a los individuos del grupo. Si no es posible tomar notas en tiempo real, hacerlo inmediatamente después de la actividad.
Así mismo, y para que no haya errores, se recomienda fijar datos forma escrupulosa como fecha y hora, así como el lugar y los nombres de las personas observadas.
Usa abreviaturas
Una fórmula muy útil para acelerar el proceso de toma de notas dentro de un registro anecdótico es usar abreviaturas, siempre acordadas con los compañeros que van a usar el mismo documento: es una forma de ahorrar tiempo para combinar la observación con el control del grupo.
Selecciona una serie de personas para cada registro
Si estamos ante grupos grandes, lo indicado es seleccionar en cada registro un conjunto más pequeño de personas para concretar la observación. Por ejemplo, se puede seguir la conducta de un grupo durante una semana, pasando a la semana siguiente a otro grupo.
Selecciona habilidades o actitudes concretas para describir
En la misma línea que lo anterior, también es útil concentrar la observación en una serie de habilidades o actitudes concretas. Por ejemplo, dedicar una semana para observar las costumbres de escritura de un grupo de alumnos, dedicando la semana siguiente a la observación del lenguaje oral. De esta forma, el posterior análisis de los registros anecdóticos puede ser más eficiente al no ofrecer demasiada información sobre diversos indicadores de los individuos observados.
La organización y filtrado de los registros anecdóticos
Es el segundo aspecto más importante a la hora de aplicar un registro anecdótico. ¿Cómo organizar la información? Se recomienda registrar las notas de observación de forma periódica, sino puede ser diariamente, al menos semanalmente, ya sea a través de fórmulas tradicionales como un archivo en papel o usando aplicaciones digitales adecuadas que nos pueden ser de mucha ayuda para estructurar la información.
No hay que olvidar, en este sentido, que los registros anecdóticos deben servir para la evaluación y la planificación por parte de un grupo de profesionales en un contexto determinado, especialmente en el ámbito educativo, por lo que el adecuado filtrado de la información es imprescindible para que los registros anecdóticos sean algo más que una simple acumulación de notas.
Ventajas de un registro anecdótico
Si se lleva a cabo de forma adecuada y se estructura eficientemente, los registros anecdóticos son la base de la evaluación y la planificación en un contexto concreto. Por ejemplo, en el ámbito educativo, sirven para realizar un seguimiento de indicadores, identificar patrones, así como reconocer las habilidades individuales y las áreas de crecimiento.
Es una forma de monitorizar la evolución de un individuo durante un proceso de aprendizaje, analizando cuestiones concretas sobre capacidades físicas, cognitivas, sociales o emocionales. Además, si se usan atajos y recursos adecuados, los registros anecdóticos pueden combinarse perfectamente con el desarrollo de la actividad sin ralentizarla.
Además, ofrece a los educadores y psicólogos un corpus de documentación sobre un individuo que puede ayudar en las reuniones familiares a la hora de exponer las actitudes, aptitudes y necesidades concretas de un alumno.
Al fin y al cabo, el registro anecdótico es una forma de evitar los sesgos de la memoria en un contexto educativo o profesional: si vemos algo relevante, es mejor anotarlo en el momento para analizarlo a posteriori de la forma más objetiva posible.